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ENTREVISTA. Ricardo Celis, jefe de la bancada de diputados del PPD:

"Allamand fue el dique que complejizó el acuerdo, porque insistía en partir de la Constitución del 80"

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Paola Passig

"Hay que duplicar el número de constituyentes para que la convención sea aún más representativa", advierte el jefe de la bancada de diputados del PPD, Ricardo Celis, quien fue integrante del grupo transversal de senadores y diputados que suscribieron el acuerdo constitucional, instancia que estableció un plebiscito de entrada para que los chilenos definan si quieren una nueva Constitución y escojan el mecanismo entre convención (asamblea) constituyente y convención mixta.

- El acuerdo constitucional ha generado elogios, pero también críticas. Aunque en las negociaciones no siempre se obtiene todo lo que se quiere, ¿de verdad le pareció un buen acuerdo?

- Es un tremendo acuerdo, el más importante desde antes de la recuperación de la democracia, quizás similar al acuerdo en que la oposición decidió enfrentar en forma conjunta el plebiscito del 88. Aquí lo que hay es una muerte anunciada para la Constitución del 80. Aquí se parte desde una hoja en blanco; por lo tanto, todo lo que va a entrar se construirá y cuando vayamos al referéndum revocatorio vamos a tener ante nuestra vista lo que se acordó en la convención constituyente.

- ¿Qué tan compleja fue la negociación?

- Fue muy dura entre las 21 y las 24 horas, especialmente por Allamand. Él fue el dique de la negociación, porque quería partir de la Constitución del 80 y no desde una hoja en blanco. Al igual que Van Rysselberghe.

- Uno de los de temas que más ha generado debate son los dos tercios. Los constitucionalistas señalan que impedirá que no entren trampas. ¿A quién le sirve? ¿A la derecha o a la izquierda?

- Lo primero es señalar que una Constitución tiene que ser sólida y no puede estar cambiando según el gobierno de turno. Es parte del pacto social; la Constitución expresa la voluntad de un pueblo, de un país. Dos tercios o tres quintos, puede haber una discusión ahí, muestra que lo fundamental es que tiene que tener un quórum más alto que el quórum simple. Entonces, los dos tercios le sirven tanto a la oposición como al oficialismo. Ahora, yo veo que en los tiempos actuales sería difícil que la derecha fuese a oponerse a que la salud y la educación sean un derecho consagrado constitucionalmente, cosa que hoy no está. O vería muy difícil que ellos pretendieran decir que el agua es un bien que puede estar en el mercado que las personas pueden comprar y que no sea un bien público para todos los chilenos.

- O sea, si se llegara a rechazar que el agua sea un bien público, por el hecho de ser una página en blanco ¿ese tema no entra?, ¿tampoco queda que el agua sea un bien de mercado?

- El tema sale de la nueva Constitución y queda como una ley simple que operará con un quórum normal. Claramente, la derecha va a querer llegar a un acuerdo, porque les será más fácil llegar a consenso en la Constitución que en una ley simple, con quórum totalmente distinto a los que existen hoy, porque los constituyentes van a votar por quórum distintos a los que conocemos hoy. Las llaves y cerraduras que dejó la constitución de Pinochet ya no van a estar.

- Otro tema que genera aprensión es cómo se van a elegir a los constituyentes de modo que no sea un tema privativo de los partidos.

- Lo primero es que yo creo que los constituyentes deben ser el doble para asegurar la representación y pasar de 155 a 310. Lo segundo es que debe haber listas de independientes para que no queden en desventaja. Entonces, no se debe excluir a nadie y se debe introducir una ley de cuotas. Hay que preocuparse de que la representación del género esté resguardada -en un 60-40 o 50-50- y lo mismo con los pueblos originarios en al menos un 10%, lo que implica 31 constituyentes para los pueblos originarios.

- ¿Qué pasará con el voto? ¿Si una persona vota no al cambio constitucional, igual puede votar por alguna de los dos mecanismos?

- Sí, va a poder hacerlo porque van a estar en papeletas distintas.

- Sin embargo, ¿podría darse la estrategia de que quienes rechazan el cambio constitucional se articulen para votar convención mixta y evitar así que gane la asamblea o convención constituyente?

- No le tengo miedo a esa estrategia. Creo que el grueso de Chile, incluso gente que hoy está en el Gobierno, va optar por una nueva Constitución porque va a ser muy difícil enfrentar los nuevos tiempos con una Constitución añeja.

- Sí, pero me refería a la posibilidad de presionar una convención mixta.

- De verdad creo que la convención constituyente ganará lejos. La pega del mundo progresista es convencer a la gente que vote y exprese su voluntad de que haya una nueva Constitución. Durante la negociación algunos decían "¿para qué vamos a preguntar eso si está claro que la gente quiere una nueva constitución?". Creo que no hay nada más democrático que transferir las facultades que tiene este Congreso a la ciudadanía. Creo que ese es el gran logro que hay aquí y el gran acto que hace este Parlamento: transferir toda la potestad al soberano, a la gente.

- El voto obligatorio se establece para el referéndum de salida. ¿Se puede aplicar para el plebiscito de abril?

- Se establece voto obligatorio sólo para el de salida, pero estamos discutiendo un proyecto de voto obligatorio, así que quizás para esa fecha esté despachado. Lo que sí debemos hacer es apurarnos en la Cámara para asegurar que el plebiscito sí ocurra y para eso hay que hacer todas las modificaciones necesarias.

- ¿Existe el riesgo de que podría no ocurrir?

- Es que los tiempos nos pueden pillar. Hay tiempos de por medio y esos tiempos deben ajustarse a los tiempos legislativos.

- Tras la firma surge el trascendido de que en paralelo se había firmado un acuerdo de impunidad para el Presidente Piñera. ¿Es así?

- Es un comentario intencionado de un sector que me ofende. Yo he sido una persona que siempre he estado vinculada al tema de los DD.HH. Es un tema intransable bajo ninguna condición, así que no hubo ningún pacto de impunidad ni ningún otro pacto. Fue una acusación bastante ofensiva.

- ¿Qué le parece la acusación constitucional contra el Presidente Piñera presentada por un grupo de parlamentarios del Frente Amplio, del Partido Federación Regionalista Verde Social (FVRS) y de algunos de la ex Nueva Mayoría?

- Bueno, esta presentación desdibuja claramente eso de que había un pacto de impunidad.

- ¿Le parece que era el momento de hacer esta acusación?

- Esto no es más que marcar un punto político y, en ese sentido, tengo mis reparos. No sé si estamos en momentos de hacer puntos políticos o hacer cosas más efectivas. Nosotros no fuimos invitados como bancada a participar de este libelo y tampoco sé si invitaron a otras bancadas; es un sector que lo inició. Pero yo creo que hoy día es tiempo de la responsabilidad política.

- ¿Tiene destino?

- Los mismos que la respaldaron, como el diputado Jaime Naranjo (PS), señalaba que esto era para hacer un "téngase presente". No sé si estamos en momentos para hacer "téngase presentes" porque la gente nos está invitando a la acción. Creo que hoy tenemos que centrar nuestras energías en lo que estamos conversando y que Chile olvide la Constitución de Pinochet.

- Un tema que queda pendiente es la violación a los derechos humanos en las manifestaciones por parte de Carabineros. ¿El anuncio que hizo el general director de la institución de que ya no se usarán balines es un avance?

- El general director está diciendo algo que ya señaló el Diario Oficial en marzo de este año. Él no está diciendo nada nuevo ni está haciendo ninguna concesión. Por el contrario, yo puedo leer que él está reconociendo que no se ha respetado el protocolo de Carabineros publicado en el Diario Oficial.

- A su juicio, ¿el general Mario Rozas debiera renunciar?

- Sí, creo que se agotó su tiempo, pero hay que agregar que Carabineros tiene un problema interno, una institucionalidad, y quizás va a venir otro general y no va a cambiar nada. Hay lógicas de funcionamiento que hay que abordar de manera muy profunda porque necesitamos una policía sólida y, lamentablemente, Carabineros ha desdibujado ese camino.

"Tengo mis reparos (acusación constitucional contra Piñera). No sé si estamos en momentos para hacer puntos políticos cuando la gente está invitando a la acción. Creo que hoy día es tiempo de la responsabilidad política"

"Él general Rozas no está diciendo nada nuevo ni está haciendo ninguna concesión. Por el contrario, puedo leer que está reconociendo que no se ha respetado el protocolo de Carabineros publicado en el Diario Oficial en marzo"