El Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) destinará unos $90 mil millones para la Región de Valparaíso. Además, se confirma la iniciación de las obras del Parque Barón, inversión de $18 mil millones. La paradoja es que mientras por un lado de construye por otro, sistemáticamente, se demuele.
Porque esa es la realidad de los últimos días: ataques a la propiedad pública y privada, saqueos reiterados, cierre de negocios, pérdidas en la actividad portuaria que afectan a las exportaciones y dudas sobre la recalada de cruceros en nuestros puertos. Desempleo.
Y como la retroexcavadora no respeta nada, también intenta silenciar un medio de comunicación, el diario El Líder de San Antonio, cuyas oficinas también fueron arrasadas. Una vez más, agresión a la libertad de expresión, a un medio y a sus trabajadores.
Tras esta pesadilla de 40 días y 40 noches, duración también del Diluvio Universal, surgen preguntas incómodas.
Con tanto cuestionamiento desde la calle, de organismos internacionales y también desde el Gobierno, ¿hay ánimo en Carabineros para actuar oportunamente y con eficacia ante la ola destructiva que castiga a nuestras ciudades?
¿Crean las movilizaciones y paros un ambiente favorable para que delincuentes y antisistemas ataquen con impunidad?
Si así fuera, ¿tienen conciencia los convocantes de su complicidad pasiva en el grave daño que están sufriendo miles y quizás millones de personas?
Junto a estas interrogantes es pertinente recordar una declaración de 90 destacadas figuras del Partido Socialista, la cual afirma que "Chile, con todos sus límites e imperfecciones, es una República democrática (…) Hay quienes de buena fe o movidos por radicalizadas e interesadas visiones, propagan la idea de que en Chile no hay democracia, lesionando la cohesión social y sembrando la desconfianza". Califican la situación como "un ataque al Estado de derecho" en medio de "odio e intolerancia hacia quien piensa distinto". Insisten en distinguir entre personas que se han manifestado pacíficamente contra "los abusos de un sistema que se requiere cambiar" y "las minorías, que, al amparo de estas justas causas, se han dedicado a la destrucción, al vandalismo y al pillaje". Frente a las actuales amenazas, los dirigentes apelan a "la lucidez política que tuvimos para luchar y terminar con la dictadura".
¿Tendrán los líderes sociales y políticos esa olvidada lucidez que nos llevó a recuperar la democracia?
El llamado a decir basta a la violencia formulado ayer por el Presidente Piñera apela en el fondo a esa lucidez que exige voluntad unitaria y apoyo sin matices al orden público para conjurar la amenaza vigente contra la democracia que, con acierto, advierte un importante sector de la oposición.