La ciudad con sus calles es, quizás, una de las creaciones más colectivas que tenemos hasta hoy. Su valor y significado no sólo se da ante los ojos. Se trata de un espacio público por excelencia, donde sólo debiera estar presente lo mejor de cada uno y de todos, sin exclusión.

A partir de octubre la convivencia y la integridad de las personas han estado en riesgo. Ver, concebir, calcular la calle sólo como un camino que interrumpe mi llegada a casa es abandonarla. Sentir que la calle está bloqueada es un fracaso colectivo.

La ciudad no debe, no puede ser escenario para el dolor y la violencia. Si nos rendimos ante ella tendremos ciudades violentas. La ciudad es un reflejo de lo que somos y queremos ser. La ciudad se transformó a mediados del siglo XX en un lugar en pos de la transparencia. Aparecieron las grandes vitrinas y ventanales para exponer, para ver cómo se hacen las cosas; mirar el reflejo de las nubes en las fachadas vidriadas; ver y verse paseando es un signo palpable de la convivencia. Hoy vemos fachadas cubiertas de metal, destruidas.

Son estos frentes grises y opacos los testigos de actos graves y violentos que atentan contra la integridad de las personas. Nadie debiera sentir menos dolor, porque el afectado o afectada está en la vereda del frente a la nuestra.

Pido tolerancia y apertura porque escribo desde una disciplina que está en la línea de la creación, que tiene como aliada permanente la contemplación, quizás una de las acciones más plenas del ser humano, porque contemplar no sólo representa el ejercicio de un sentido que nos mantiene alerta ante el entorno, sino que también es una vía de comprensión.

Mirar, ver, observar, contemplar. Cada uno ha vivido estos distingos del registro con sus ojos. Podría resumirlo como el sentido que reúne al corazón y la razón bajo un ámbito, donde acontece la alegría de saberse acompañado y sentirse parte de la vastedad de la creación.

Es quizás desde esta experiencia sensible de nuestro oficio, que se agudiza nuestro dolor y tristeza por nuestros conciudadanos que tienen comprometida su vista, ya sea parcial o total. Me resisto a pensar que ha sido en vano. Pongamos nuestros pensamientos con ellos y en quienes los acompañan.

Como Facultad, condenamos los actos de violencia frente a los cuales estudiantes de nuestra universidad han sido víctimas. Como grupo humano, estamos y estaremos para acompañar a nuestros estudiantes y sus familias en todo lo necesario.

Insto a que no olvidemos la fragilidad de la convivencia. Aquellos que conservan el registro de la violencia, desde ahora son los intermediarios con aquella realidad que nos avergüenza y duele. Tenerlos de regreso nos tiene que alegrar y hacer recapacitar, pues todos tenemos tarea. Debemos no sólo reparar la ciudad, sus calles, sus plazas, también el corazón. Reparemos y preparémonos para recibir a nuestros conciudadanos para que vuelvan a estar entre nosotros, junto a nosotros, siendo los reales y dignos habitantes de nuestras calles.

La devastadora cifra del Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de octubre (-3,4%), la peor desde los años 2008 y 2009 en plena resaca de la crisis subprime, no augura nada bueno en términos de empleo, anticipándose efectos que podrían alcanzar al 10% de desocupación en diciembre, es decir, una cifra cercana al millón de personas.

Sin embargo, y a diferencia del episodio antes citado, cuando la cesantía llegó al 10,8% entre junio y agosto de 2009, sus factores podían atribuirse directamente al contexto internacional, pero existía en ese entonces el alivio de una economía local medianamente robusta, con un marcado superávit estructural, una deuda baja y un cobre alto, por sobre los US$4,20 por libra (hoy apenas roza los US$ 2,70), que permitió una inédita alza del gasto público de 16,5% por parte del entonces ministro de Hacienda, Andrés Velasco, por lo que se teme que esta crisis autoinferida redundará en cifras históricamente bajas en noviembre y el posible arrastre a la baja del primer trimestre del próximo año.

Inmediatamente, el Gobierno -que esperaba una caída del 1%- reaccionó con un paquete de medidas de reactivación por US$ 5.500 millones, mediante la emisión de deuda y el uso de ahorros, alzando el gasto fiscal para 2020 a 9,8%, lo que se suma a la agenda social anunciada por Piñera por US$ 1.600 millones y recortando la proyección de crecimiento del PIB de 2% a 1,4% para el presente año; y de 2,3% a entre 1% y 1,5% para 2020.

En esa línea, el Gobierno apuesta por la creación de 100 mil empleos, por intermedio de una mayor inversión pública (US$480 millones en regiones) y el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas de todo el país.

Las dudas, en todo caso, más que apuntar a las espaldas financieras y políticas de la actual administración, parecieran posarse sobre aquella delicada fragilidad institucional de los últimos años, aun cuando la solidez de la banca está fuera de cuestionamientos y se remonta, según moros y cristianos, a la crisis financiera del año 82.

¿Por qué, entonces, la desconfianza? Para ello hay que volver a las tesis de Cieplan y la famosa "trampa del ingreso medio" planteada alguna vez por el también exministro Alejandro Foxley, que alude directamente al bajo o nulo trabajo de fortalecimiento de las instituciones que, a diferencia de la España franquista o la tardía industrialización de Alemania, fue prácticamente dejado de lado por la autocracia de los años setenta y ochenta, y -tal como ha planteado el sociólogo Carlos Huneeus- también optó por postergar el desarrollo de sindicatos y otras instancias con las consecuencias que hoy vemos. ¿Estábamos preparados para esta crisis? Quién sabe. La respuesta a esa pregunta marcará el próximo lustro.

151 años | 4 de diciembre de 1868

Habrá una barca para vadear río en Quillota

Pronto se tendrá en Quillota, en el río de esa ciudad, un barco o barca, porque el gobierno ha dado al Intendente de la Provincia el dinero para adquirir la embarcación y poder atravesar dicho río, que se hizo casi invadeable el último invierno. El año pasado, allí, se quejaban de la falta de agua para regadíos.

101 años | 4 de diciembre de 1918

El Norte azotado por gran terremoto

Comunicaciones recibidas en la Dirección de Telégrafos de Santiago dicen que Copiapó ha quedado completamente destruido, con todas sus construcciones pesadas en el suelo, a raíz de un terremoto ocurrido en horas de esta mañana. Hasta ahora se sabe de ocho muertos. Vallenar también ha sufrido graves daños.

51 años | 4 de diciembre de 1968

Hallado avión Cessna que estaba extraviado

PUERTO MONTT.- Un helicóptero del Servicio de Rescate de la Fuerza Aérea encontró en la tarde de ayer al avión Cessna Sky Master del Club Aéreo de Castro, extraviado desde el 27 de noviembre. La máquina aparece estrellada en un pequeño cañadón del estuario del Reloncaví. No hay señales de vida.