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Demócratas formalizan cargos contra Trump por abuso de poder y obstrucción

IMPEACHMENT. Legisladores anuncian dos acusaciones. Trump: "Es locura política".
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Legisladores demócratas anunciaron ayer dos acusaciones en el proceso de juicio político contra el Presidente Donald Trump, por abuso de poder y obstrucción a las labores del Congreso, con lo que buscan conseguir una votación histórica por cargos de haber corrompido el proceso electoral de Estados Unidos y puesto en peligro la seguridad nacional.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, flanqueada por los presidentes de las comisiones de investigación del juicio político, encabezó una delegación de altos demócratas en el Capitolio. Se espera que la votación se realice en pocos días más en la Comisión de Asuntos Jurídicos y en el pleno de la Cámara de Representantes.

"Él pone en peligro nuestra democracia, pone en peligro nuestra seguridad nacional", dijo el representante Jerrold Nadler, demócrata por Nueva York y presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos, quien anunció los cargos ante un retrato de George Washington. "Nuestras próximas elecciones están en peligro, por eso debemos actuar ahora", afirmó.

Los cargos anunciados por los legisladores se derivan de la presión que ejerció Trump sobre Ucrania para que investigara a los rivales políticos del mandatario mientras él le retenía ayuda al país europeo.

Momentos antes, Trump escribió en Twitter que no hizo "NADA" mal y que un proceso de juicio político a un presidente con sus antecedentes sería "pura locura política".

Al redactar los cargos de impeachment, Pelosi enfrenta el desafío legal y político de equilibrar la postura de su mayoría y cumplir con los estatutos constitucionales de "traición, cohecho u otros delitos y faltas graves".

La Casa Blanca declaró que "los demócratas han querido durante un largo tiempo darle la vuelta a los votos de 63 millones de estadounidenses. Han determinado que deben imputar al presidente Trump porque no pueden ganarle legítimamente en las urnas.

Fernández asume con el país "en situación de virtual default"

ARGENTINA. El regreso del peronismo al poder estuvo marcado por palabras sobre la imposibilidad del país para pagar sus deudas y el combate a la pobreza.
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Agencias

El peronista Alberto Fernández juró ayer como nuevo Presidente de Argentina con el desafío de poner de pie a un país "postrado" y proteger "a los más débiles" y advirtiendo a los acreedores de que no están dadas las condiciones para cumplir con las obligaciones de deuda.

En un discurso muy aplaudido por sus seguidores y ante el pleno de la Asamblea Legislativa, enumeró varias de sus metas, como el combate al hambre en el marco de un escenario de pobreza que afecta a más de 35% de la población y reformas en los cuestionados sistemas de justicia e inteligencia para poner fin a las "persecuciones".

El dirigente peronista asumió tras prestar juramento con la mano sobre la Biblia. Luego hizo lo propio la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), quien juró como vicepresidenta y protagonizó el momento más incómodo de la jornada, cuando el mandatario saliente, Mauricio Macri, le estrechó la mano amablemente y ella también lo hizo, pero sin mirarlo en ningún momento.

Alberto Fernández, de 60 años, indicó que la primera reunión de su gobierno será para poner en marcha un plan integral contra el hambre, "un presente penoso", definió.

En el complicado contexto de deuda existente, el mandatario indicó que su gobierno buscará una relación constructiva con el Fondo Monetario Internacional y otros acreedores. Acotó que se va a encarar el pago de deuda pero advirtió que "para poder pagar hay que crecer primero. El gobierno que acaba de terminar su mandato ha dejado al país en una situación de virtual default".

Se estima que la deuda total asciende a unos 100.000 millones de dólares y varios vencimientos están pautados para 2020.

Inflación y quiebras

Macri traspasó a su sucesor la banda y el bastón presidenciales, tras lo cual ambos se fundieron en un afectuoso abrazo mientras los asistentes a la ceremonia entonaban la marcha peronista.

Fue una imagen inusual dadas las relaciones tensas entre ambos y la denuncia del peronista de que su antecesor le dejó un país con las variables económicas por el suelo.

Fernández dijo que la inflación -que se prevé de 55% a fin de año- es la más alta de los últimos 28 años, la desocupación la más elevada desde 2006 y que se cerraron 20.000 empresas en los últimos cuatro años.

"Hay 15 millones de personas que sufren inseguridad alimentaria, uno de cada dos niños y niñas es pobre", destacó.

Para diferenciarse de la imagen de corrupción que ha salpicado la gestión de la exmandataria, el gobernante adelantó que impulsará la "absoluta transparencia de los recursos destinado a la obra pública".

Cristina Fernández enfrenta un juicio por la supuesta asignación arbitraria de obras viales a un empresario allegado a la familia y está procesada en otras causas judiciales por supuesta corrupción.

Interrogante

La influencia de la exmandataria en el nuevo gobierno es una de las grandes interrogantes de la futura administración, pues como vicepresidenta, será primera en la línea de sucesión y la titular del Senado.

"Quiero terminar agradeciendo la generosidad y destacar la visión estratégica que nuestra vicepresidenta ha expresado en este tiempo de la Argentina", dijo el mandatario.

A la ceremonia asistieron el presidente saliente de Uruguay, Tabaré Vázquez, y su sucesor, el paraguayo Mario Abdo Benítez y el cubano Miguel Díaz-Canel; y los exmandatarios de Ecuador, Rafael Correa, y de Paraguay, Fernando Lugo. Por la tarde Fernández iba a tomar juramento a sus ministros y asistiría a un festival en la Plaza de Mayo.

"El mundo nos está mirando y espera soluciones concretas"

COP25. Ministra Schmidt llamó a la acción climática. Bachelet pidió rapidez.
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La presidenta de la Cumbre del Clima (COP25), Carolina Schmidt, advirtió ayer en Madrid que el "mundo está mirando" esta cita que negocia partes esenciales del Acuerdo de París y "espera soluciones concretas".

La ministra inauguró así el segmento de alto nivel de la COP25, en el que participarán ministros y jefes de Estado. "El mundo nos está mirando y espera soluciones concretas de nuestra parte, la crisis climática es una realidad y los ciudadanos del mundo entero lo saben, la están viviendo ahora. Cada medida que tomemos es un paso de esperanza", declaró.

"Venimos con la voz de 50 millones de ciudadanos de nuestra región, de comunidades enteras que están sufriendo severamente los efectos del cambio climático, las sequías, los aluviones que están azotando nuestros territorios y a nuestra gente", lamentó Schmidt y recordó que los efectos del cambio climático "afectan con mayor fuerza a las comunidades vulnerables y multiplica las inequidades existentes".

THUNBERG con BACHELET

Quien volvió a presentarse en la Cumbre fue la activista sueca Greta Thunberg, quien se reunió con la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, y tuvo un encuentro con científicos.

Thunberg dijo que "ha sido maravilloso escuchar a la gente joven de todo el mundo, pero también necesitamos oír a los expertos en ciencia. Por eso hemos invitado a estas personas, para mostrar lo que realmente debe saberse". Agregó que ella desea "dar voz a los científicos".

Bachelet dijo que el encuentro con Thunberg fu inspirador y advirtió que la "emergencia climática representa la amenaza de mayor magnitud contra los Derechos Humanos. Ningún país quedará al margen de ella". Por eso, pidió actuar con rapidez, llamó a los políticos a escuchar y a actuar, y a las personas a la movilización internacional "de manera pacífica, pero firme".

Mientras, el secretario ejecutivo para la Convención de Lucha contra la Desertificación de la ONU, Ibrahim Thiaw, dijo que el 25 % de la superficie terrestre está degradada y el 65 % del suelo alterado por actividades humanas. Si la población sigue creciendo, subirá esta tendencia, por lo que hay que poner límites. "Cuidar los bosques supone no sólo cuidar los árboles, significa cuidar la tierra, el agua, los ríos, los alimentos", sostuvo Thiaw en la COP25.

25% de la superficie de la Tierra está degradada y el 65% del suelo alterado por actividades humanas.