ACUERDOS POR MAYOR GASTO FISCAL: ALGUNAS CONSIDERACIONES
ECONOMÍA. La forma de hacer sostenible esa mayor carga es con una tasa de crecimiento económico más alta que genere más ingresos y más recaudación.
Un amplio consenso se ha ido consolidando en el país, en relación a la necesidad de incrementar el gasto fiscal, para atender las demandas sociales que se han planteado en el marco del estallido social que vive el país.
La situación inicial
El fisco presenta una situación financiera sana, aunque se ha debilitado en los últimos años, debido a un persistente déficit fiscal, generando que la deuda aumente, provocando que, de acreedor neto, el fisco pasó a ser deudor neto, la deuda fiscal ahora es mayor que los activos financieros que tiene en fondos soberanos.
A pesar de esa evolución de los últimos años, en general, la situación es sana, baja deuda, acceso al mercado financiero, bajo riesgo país, en especial si se compara con la situación que enfrentan gobiernos de la región y países emergentes.
Mayor gasto
Las demandas sociales implican aumentar el rol del estado, incrementando el nivel de gasto fiscal. Hoy, el presupuesto fiscal representa alrededor del 25% del PIB. Para 2020, se aprobó un gasto de 75 mil millones de dólares. Nuevos gastos serán necesarios para enfrentar las demandas. Entre el 2% y 4% del PIB adicionales se requerirán.
En la coyuntura, el mayor gasto se enfrentará con menor recaudación fiscal por los efectos negativos que, el estallido social, está teniendo sobre la actividad económica y en la recaudación tributaria. Una reforma tributaria, en discusión, financiará parte del mayor gasto, pero con la caída en la actividad, su impacto será menor.
Para financiar el mayor gasto, el Ministro de Hacienda señaló que se usará parte del ahorro que el fisco tiene en fondos soberanos y aumento de la deuda, a través de la emisión de bonos.
Actividad económica, tasa de interés y tipo de cambio
El aumento del déficit fiscal tendrá efectos positivos y negativos. Sin duda, que en la medida que se responda a las demandas sociales y se enmarquen en un mayor bienestar, puede producir un efecto virtuoso de dinamizar la economía, al reducir la incertidumbre respecto a la inestabilidad social y política que se ha enfrentado. Por otro lado, puede ayudar a validar el sistema económico, al sentirse, la mayoría de la población, incluida al recibir prestaciones sociales que son financiadas con el fruto que el sistema genera.
Además, en el escenario de menor actividad económica, el aumento del gasto fiscal genera una expansión de la demanda agregada en nuestra economía, ayudando a recuperar la tasa de crecimiento de la actividad y amortiguando el aumento del desempleo que se está experimentando
Sin embargo, el efecto sobre la tasa de interés y tipo de cambio afectará a algunos de manera positiva y a otros negativamente. El mayor déficit fiscal presionará al alza la tasa de interés, aumentando el costo de financiamiento para las familias y las empresas que recurren al mercado financiero. Si el mayor déficit pasa a ser preocupante para el sistema financiero, una consecuencia sería la baja en la calificación de riesgo, es decir, aumenta el riesgo país presionando al alza las tasas de interés en el mercado.
Por el lado del tipo de cambio, al financiar el déficit con fondos soberanos y deuda externa, implicarán una significativa entrada de dólares, presionando a la apreciación del peso chileno. En el contexto del alto precio que el dólar llegó en medio de la crisis, la apreciación del peso sería deseable porque ayuda a apaciguar las presiones inflacionarias que la depreciación de la moneda nacional implica. Sin embargo, si esta entrada de dólares se vuelve persistente, por un déficit creciente y crónico, la apreciación del peso puede empezar a tener efectos negativos sobre las exportaciones, empujando a la economía a un creciente déficit de cuenta corriente.
Futuro: carga de la deuda
La forma sostenible para enfrentar el mayor nivel de gasto fiscal que se requiere es aumentar los ingresos fiscales, es decir la recaudación tributaria. La satisfacción de las demandas sociales implicará un aumento de gastos de manera permanente, por lo que se requiere de una fuente de financiamiento permanente. Para el Estado esa fuente son los impuestos, por lo que se deberá diseñar otra reforma a implementar en un futuro cercano.
Una consideración final es el impacto que tendrá el mayor déficit. El pago de intereses de la deuda aumentará, por lo que, la mayor recaudación futura en parte se irá a cubrir el servicio de una mayor deuda que se tendrá que contratar para hacer frente a la coyuntura. La forma de hacer sostenible esa mayor carga es con una tasa de crecimiento económico más alta que genere más ingresos y por lo tanto más recaudación. El peor escenario sería quedarnos con una mayor deuda que implicará mayores pagos a futuro y que el crecimiento económico se estanque en niveles bajos.