¿Qué es y cómo se puede prevenir la cada vez más habitual "alergia al sol"?
PREVALENCIA. En Chile no hay registros sobre cantidad de personas aquejadas. A nivel mundial, el 20% de la población la puede padecer en algún momento.
La radiación ultravioleta que recibimos cada vez que nos exponemos a los rayos solares es considerada la principal causa de daño medioambiental a nuestra piel. Ésta es responsable tanto de su fotoenvejecimiento y de algunas lesiones no malignas (quemaduras) como del desarrollo de las denominadas fotodermatosis o enfermedades cutáneas que se agravan por la luz y de los diferentes cánceres que la pueden afectar.
Además, la radiación ultravioleta es el factor desencadenante de una afección cada vez más diagnosticada: la comúnmente llamada "alergia al sol", que en realidad corresponde a una serie de dermatitis por contacto que conforman un conjunto de patologías reactivas inflamatorias cuya característica principal es que son inducidas por la radiación lumínica, en particular por los rayos UVA.
"Lo que en lenguaje coloquial llamamos 'alergia al sol' es en verdad un tipo de dermatitis o inflamación provocada por determinadas sustancias químicas (alergenos) que se activan al ser expuestas a la luz solar, produciendo la enfermedad. Esas sustancias pueden entrar en contacto con nuestro cuerpo por vía externa, a través de nuestra piel, cuando tocamos ciertas plantas o nos aplicamos fragancias, cremas, cosméticos e incluso un fotoprotector y, también, por vía oral o interna, cuando, por ejemplo, ingerimos ciertos medicamentos", explica el dermatólogo Antonio Guglielmetti Valenzuela, profesor y director del Departamento de Dermatología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
Desencadenantes
La mayoría de estas dermatitis reactivas inflamatorias son causadas por fármacos de uso tópico (que se aplican sobre la piel) y por medicamentos suministrados por vía oral cuyos componentes inducen la fotosensibilidad a los pocos minutos u horas después de la exposición a los rayos solares.
"En cuanto a los primeros, las sustancias químicas que estos contienen circulan en los capilares dérmicos y cuando posteriormente la persona se expone al sol o a una fuente lumínica artificial se activan, provocando así una reacción severa, que a su vez deriva en una inflamación importante en el área comprometida, fenómeno que en algunos casos extremos puede ser generalizada, lo que genera cuadros mucho más complicados", advierte el doctor Guglielmetti.
"Existen numerosos medicamentos implicados en este tipo de reacciones, por lo que es muy importante advertir a los pacientes de los potenciales efectos que estos podrían tener para su organismo si decide tomar el sol. Recientemente, algunos antiinflamatorios no esteroidales (ketoprofeno, diclofenaco) han demostrado ser frecuente causal de dermatitis reactivas inflamatorias, al igual que ciertos antibióticos (tetraciclinas y quinolonas)", precisa el académico.
Cómo tratarla
En Chile no existen registros sobre el número de personas afectadas por reacciones fotoinducidas, pero a nivel mundial se estima que el 20% de la población es candidata a padecer una afección de este tipo.
Antonio Guglielmetti afirma que igual de importante es poder identificar la sustancia o agente causante y, dependiendo de la extensión y severidad del cuadro, proceder a un manejo localizado o sistémico de la parte afectada. "Debido a esto, no siempre es adecuado aplicar de inmediato una crema o fotoprotector en la parte de la piel que presenta los síntomas, sobre todo si está inflamada. En esos casos es mejor cubrir la zona con ropa ligera (ya que esta reacción son producidas casi en su mayoría por radiación UVA y luz visible, que está presente todo el día) y acudir de inmediato a un especialista", puntualizó.