Exposición revela la particular mirada de Montecino a Franklin
FOTOGRAFÍA. Desde hoy, en el Baburizza, se puede visitar la muestra fotográfica que reúne 50 años del ganador del premio Antonio Quintana.
Para el destacado fotógrafo nacional Marcelo Montecino, sus imágenes sobre el emblemático barrio Franklin se fueron acumulando igual que los cachureos de dicho lugar. Un trabajo de cinco décadas que da vida a "La máquina de coser y el paraguas. Franklin (1962-2018)", muestra que podrá ser visitada a partir de hoy en el Museo Municipal de Bellas Artes de Valparaíso-Palacio Baburizza.
El Puerto es el último destino de esta exposición itinerante que ya se presentó en Santiago, Chillán y Talca, y que estará abierta para el público de manera gratuita hasta el 29 de marzo. En ella, el artista presenta una crónica visual que retrata la cotidianidad, los habitantes y los cambios del emblemático barrio del sur de Santiago a través de 60 fotografías seleccionadas por Andrea Aguad.
Sobre el trasfondo de estas imágenes y lo que representan, la profesional comenta que "la mirada de Marcelo Montecino sobre Franklin no trata necesariamente sobre una cuestión local, sino más bien de la relación que se establece entre los habitantes de un barrio histórico y su singular transformación a un mercado persa".
Esta exhibición es parte del Premio a la Trayectoria en Fotografía Antonio Quintana con el que fue reconocido el artista el 2017, y es desarrollada por el Programa de Itinerancias y el Área de Fotografía del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Para la Seremi del ramo, Constance Harvey, este tipo de exposiciones de alto estándar son fundamentales para la ciudad debido al rol que posee como capital cultural. En esa línea manifiesta que la muestra resulta bastante familiar, ya que "hay muchas analogías con Valparaíso, quizás por la topografía o por los innumerables Franklin que existen dentro de nuestra ciudad".
Similar opinión tiene Rafael Torres, director del Museo, quien considera que Franklin "uno podría pensarlo como un símil con el Barrio Puerto. Son barrios que se han ido transformando, han sido un espacio perfecto para el comercio y a pesar de tener un cierto grado de abandono, siempre están muy vivos en el imaginario de la comunidad. Esperamos que sea mucho el público que venga a visitarla".
Sobre este último punto, la autoridad regional de las Culturas destaca que hay mucho público para la fotografía, y el museo Baburizza se ha caracterizado por tener excelentes exposiciones de la disciplina, como el año pasado con el trabajo de Luis Poirot o "Los últimos carboneros de Cuba" de Stéphane Noël.
Una larga trayectoria
Marcelo Montecino nació en Santiago en 1943. En la década del 60 viajó a Chile luego de pasar su infancia en Estados Unidos junto a su familia y comenzó a documentar la desigualdad social que vivía el país. Registró el Golpe de Estado de 1973 y recorrió Centro y Sudamérica fotografiando los conflictos relacionados con la Guerra Fría.
Luego de trabajar en publicaciones internacionales como "Washington Post", "Magazine" y "Financial Times", en 1989 dejó el fotoperiodismo para desarrollar una fotografía más autoral.
Con su lente busca retratar a la ciudad, la gente, sus alrededores, la pobreza y los conflictos. Ha publicado libros en lo que plasma su trabajo con títulos como "Con Sangre en el ojo" (1981), "Romería y querencias" (1990) y "Nunca supe sus nombres" (1994).
La exhibición que ahora lo trae a Valparaíso recibe su nombre de una famosa frase del conde de Lautréamont, poeta considerado precursor del surrealismo, contenida en "Los Cantos de Maldoror": "Bello como el encuentro fortuito, sobre una mesa de disección, de una máquina de coser y un paraguas".
Esa belleza es la que el artista pretende retratar: situaciones fortuitas con personas y objetos fuera de contexto, como un vestido de novia o una máquina de coser que se encuentran en una feria libre. Entre las fotografías se pueden identificar elementos característicos de las épocas que retrata, los cambios en la vestimenta y el caos ordenado que tiene el barrio, entre otros elementos.
Al respecto, Montecino sostiene que "Franklin siempre ha tenido una atracción multifacética para mí. Creo que lo más importante es que es un lugar de múltiples lecturas, de muchas sorpresas y que tiene de todo. En muchos casos es el lugar donde van a morir las cosas. Franklin también es una especie de museo donde se pueden ver todas la expresiones del arte moderno: surrealismo, instalaciones, object trouve, dada, muralismo, performance, etc.".
Sobre su motivación para captar estas imágenes, dice que las hizo como una forma de entretener a las personas y no para ser importante: "No veo fotos importantes, pero sí veo fotos muy lindas y entretenidas".
Alrededor de cinco meses trabajando en reuniones semanales se tardó el artista junto a la curadora en seleccionar las fotografías que finalmente llegaron a la exposición. Dentro de este proceso, agruparon las imágenes en blanco y negro y las registradas en color en lo que califica como lo más "difícil" de la preparación del montaje. "En todas estas exposiciones, el 99% se queda fuera. Mucho de mi trabajo de los últimos diez años estaba en color así que no podía faltar", agrega el fotógrafo.
Encuentro en el museo
La instalación, que se suma a la amplia agenda de actividades que el Museo Baburizza tiene preparada para la temporada estival, se podrá visitar de 10 a 19 horas en la sala extensión del recinto.
En el contexto de la muestra, el 30 de enero se realizará un Encuentro de Mediación Artística a cargo de su curadora, Andrea Aguad, dirigido a artistas, profesores e interesados en las artes y la educación de la región previa inscripción a comunicaciones@museobaburizza.cl.
"(Franklin) es un lugar de múltiples lecturas, de muchas sorpresas y que tiene de todo. En muchos casos es el lugar donde van a morir las cosas".
Marcelo Montecino, Fotógrafo
"Hay muchas analogías con Valparaíso, quizás por la topografía o por los innumerables Franklin que existen".
Constance Harvey Bohn, Seremi de las Culturas
"(Franklin y el Puerto) son barrios que a pesar de tener un cierto grado de abandono, siempre están muy vivos en el imaginario de la comunidad".
Rafael Torres, Director Museo Baburizza