"La tecnología y los sistemas digitales son unas de las grandes respuestas en contra de la desigualdad"
Desde su lejano, frío y pequeño país -de 1.3 millones de habitantes- en el noreste europeo, a orillas del Mar Báltico, la Presidenta de Estonia Kersti Kaljulaid llegó este viernes a la Región de Valparaíso, en la que quizás sea la visita más relevante del año. Acá, participó de la inauguración de la nueva sede de la PDI en Curauma; estuvo en el estreno de lo que pretende ser el nuevo instituto de ciberseguridad (Inciber) en el edificio Reitz II de El Salto, Viña del Mar; también en un almuerzo ofrecido por el Senado en el Congreso de Valparaíso; y, finalmente, en Casablanca. Su misión de embajadora de la nación más tecnologizada del mundo la cumplió con creces, con sendos acuerdos en ciberseguridad firmados con el Presidente Piñera en La Moneda y la apuesta -junto al senador Kenneth Pugh- de transformar nuestra Región en el piloto digital del país.
"Creo que esto puede ser un pilar para entendernos mutuamente y analizar y resolver los riesgos asociados a la ciberseguridad", dijo en entrevista con El Mercurio de Valparaíso el pasado viernes en una oficina del piso 15 del Congreso.
"Primero, para protegernos de ataques maliciosos a nuestros sistemas, como el eléctrico, por ejemplo. Pero también creo que es importante combatir la desinformación, la incitación a la violencia y todo aquello que debemos comprender mejor para proteger nuestras democracias. Y acá, en Chile, con distancias geográficas tan grandes respecto de nuestro país, es importante que trabajemos juntos en la world wide web para entender cómo cuidarnos", agregó con decisión.
- Llega usted a Chile en medio de un fuerte descontento social. ¿Qué piensa de ello?
- Pareciera ser un fenómeno global. En todas partes hay gente que no está contenta. Y en toda sociedad hay gente menos exitosa. Pero muchos ven que el crecimiento económico -y Chile ha tenido mucho de ello- permite superar esos problemas, incluyendo los niveles de pobreza, que en los últimos 15 años han disminuido considerablemente. Aun así, siempre habrá gente más desfavorecida, por lo que debemos luchar por una mejor educación para que, al menos, exista movilidad social. Sin importar lo que tus padres hayan hecho, cada niño en cada generación debe tener una oportunidad. Debemos considerar esto para nuestros hijos y nietos porque quizás sea algo que consiga aliviar el dolor de la sociedad. La falta de movilidad social es la causa de la desesperanza.
- ¿Cree usted posible gobernar con un 6% de aprobación, como tiene hoy el Presidente Piñera?
- Yo no hago comentarios sobre la política de otros países ni sobre otros Presidentes.
- ¿Esa desesperanza de la que habla, han conseguido superarla en su país?
- Es algo muy común en Europa. En muchos países los sistemas escolares no son muy equitativos y cuando lo son, como en Estonia, el mercado global europeo puede ser bueno sólo para algunos, mientras otros piensan que les quita sus trabajos. Somos nuestras propias inseguridades. Pero no es recomendable usar esto para ir en contra de la sociedad y demonizar a quienes toman decisiones porque no pueden resolver todos los problemas. Las ciudades están avanzando y las nuevas tecnologías pueden ayudarnos. Nosotros valoramos nuestro medioambiente, como país de gran territorio y poca población. Eso debe ser balanceado y para balancear debemos ser capaces de entendernos.
- ¿La desigualdad se puede combatir exclusivamente con tecnología?
- Los sistemas digitales son la gran respuesta a la desigualdad. Los niños pueden estudiar online, la gente que no puede viajar grandes distancias tiene acceso a casi todo. Existen mejores oportunidades y se disminuye la burocracia considerablemente. Vengo de un país donde las Digital ID ya existen, así que lo único que debemos hacer es construir sobre esta columna vertebral. Por lo mismo, creo que ustedes están en un buen camino para convertirse en líderes digitales regionales.
- ¿Cuáles son hoy las principales amenazas? ¿El populismo, el cambio climático, la inmigración masiva?
- No me gusta la palabra populismo. Debemos entender por qué la gente pierde la esperanza. Debo ser honesta. Arruinar lo que ha sido construido no beneficiará a nadie. Todo toma tiempo. Ningún político en el mundo ha respondido esa pregunta. El cambio climático es algo que me preocupa más. Puedes ver el caso de Estonia, con días muy cortos y sin nieve. Eso es real. Tu país lo entiende y el mío también.
- ¿No cree que un país como Estonia vive en constante tensión por la inestabilidad vecinal? Se lo pregunto tras la renuncia de los premiers de Rusia y Ucrania.
- Definitivamente, no. Los gobiernos cambian, son procesos normales en política. Hay profundos disturbios en países africanos como Malí, por ejemplo, donde Estonia está presente. Estamos muy preocupados de lo que pasa en Siria y esperamos que Medio Oriente consiga estabilizarse y superar su crisis. Europa está colaborando cada vez más en defensa y política exterior.
- ¿Dónde estará Estonia en cincuenta años más?
- Es muy temprano para discutir eso. Mira hacia atrás, hace cincuenta años no tenías un teléfono móvil y hoy estás grabando esta entrevista con uno como si lo hubieses hecho toda tu vida. En tecnología, los ciclos son infinitamente más cortos que los ciclos legales y que los ciclos educacionales. Debemos adaptarnos y adaptar todo lo que hacemos, porque no sabemos qué vendrá más adelante. Pero, asimismo, estamos obligados a insistir en los valores y la educación de la democracia y los Derechos Humanos, más allá de cualquier plataforma tecnológica.
"Sin importar lo que tus padres hayan hecho, cada niño en cada generación debe tener una oportunidad (...) Eso quizás consiga aliviar el dolor de nuestra sociedad".
"Estamos obligados a insistir en los valores y la educación de la democracia y los Derechos Humanos, más allá de cualquier plataforma tecnológica".