(Los despidieron) "por participar de actividades sindicales"
Jorge Escudero
Pdte. Sindicato Casa del Deporte de la Municipalidad de Viña del Mar, denunciando despidos injustificados.
"Se ha perdido esa alegría asombrosa que recalaba en el Roma los días de fútbol"
Cecilia Gutiérrez
Duelña del bar Roma -en venta-, sobre la prohibición de abrir el local en las fechas de fútbol.
La crisis social golpea en todos lados y, con fuerza, en el comercio que ve afectada su actividad por movilizaciones, daños, adelanto de cierres, temor del público y de los propios locatarios y también por restricción del gasto.
Esta realidad castiga duramente a la tradicional calle Valparaíso de Viña del Mar, que desde hace tiempo ha ido perdiendo movimiento, particularmente por la competencia de los grandes centros comerciales.
Esa tendencia a la baja se ha acentuado en esta temporada en que ha caído la cantidad de visitantes extranjeros, sobre todo argentinos, corriente que animaba al comercio local.
En estas condiciones la calle Valparaíso vive su peor temporada pese a los esfuerzos del comercio que intenta reponerse a los días de violencia y afrontar el creciente comercio ambulante. Este punto no es novedad, pero ahora se multiplica por la ciudad y se explica en parte por la eliminación de empleos formales en todo el país, 147 mil en enero, totalizando ya unos 300 mil desde el inicio del estallido social. Gran cantidad de esos desempleados buscan ingresos en el comercio informal y en esta temporada en puntos veraniegos como Viña. Para el comerciante del sector, Giacomo Cevasco, hace falta una campaña promocional de alto impacto. Es cierto, pero la temporada avanza y la tarea es sacar el máximo rendimiento a las semanas que restan.
Hay esperanzas por el movimiento que generará el Festival de la Canción que, al menos en teoría, beneficiará a toda la ciudad. Oportunidad para activar el centro tradicional mediante ofertas que impacten a los visitantes y al público local. Hay otros factores importantes para captar clientes como aseo, fluidez de tránsito y facilidades para estacionar vehículos a tarifas razonables, liberando de pago a los clientes de negocios establecidos.
Es fundamental, además, mantener un marco de seguridad para el comercio establecido y para el público en general, con una disuasiva presencia policial.
Hay que asumir que los tiempos no son los mejores, pero siempre es posible encontrar oportunidades con promociones sostenidas en el tiempo, proyectadas a toda la ciudad más allá de la calle misma que, pese a todo, tiene un valor y una tradición que debe ser rescatada.
Esta tarea es ahora especialmente difícil y debe tener como base una amplia asociatividad de comerciantes, la Municipalidad y las autoridades responsables de la seguridad y el orden público. En un trabajo coordinado y continuado, compartiendo experiencias, se pueden lograr beneficios pese a la contingencia y, siendo optimistas, recuperar la prestancia de la calle que fuera el eje histórico, social y comercial de la ciudad.
Comprender a la persona humana como un mero sujeto individual es, a lo menos, una restricción intelectual con graves consecuencias para comprender a la persona en la era digital. En realidad, el sujeto no está simplemente sujeto a algo o alguien, sino que está lanzado a la existencia, forma parte de una red de información que lo configura y, muchas veces lo desfigura. La realidad virtual está presente en la configuración de la identidad de muchas personas, quienes tienen más definido su rastro digital en el mundo de la web que su rostro en la sociedad civil.
El perfil personal y el PIN computacional van configurando características que poco tienen que ver con una instancia inmóvil e inmutable vinculada a alguien sujeto. Hoy, como pocas veces en la humanidad, lo más real de muchas interacciones sociales es lo digital y el verdadero peregrinar de una vida se puede rastrear en el historial del computador, más que en las calles de un determinado sector de cualquier pueblo o ciudad.
Hoy, una persona, que tiene como su identidad un PIN determinado, suele estar conectada a Internet durante muchas horas del día; no tiene más vinculación con el mundo que la que le proporciona su capacidad de relacionarse con plataformas sociales que le instalan en ágoras digitales en las que se desenvuelve con particular autonomía y seguridad. No hay nada que temer, y todo que transparentar. No se requiere más que acercarse a los mundos que le interesan y seguir lo que allí se le proponga. En caso de dudas, algunas plataformas le recordará cuáles fueron sus likes, sus búsquedas y dónde están sus intereses. En este transitar, no se le permitirá errar el camino, porque ya es persona conocida en el sistema, y éste se encarga de guardar la información de su identidad virtual y relacional. En ese aparente 'navegar libre' se le ha perdido la libertad de la aventura, la fascinante esperanza de lo 'inesperado' y, quizás lo peor, la fragilidad de una vida no descubierta aún.
La persona digital no está sujeta a nada más que al sistema en que se mueve; aún más, a veces es el mismo sistema el que le anima y le dinamiza la vida. Los videos, los podcats y las apps le regalarán intensas emociones de pantalla que llenarán de adrenalina su cuerpo sentado o movilizado en algún azaroso ejercicio ciudadano. Pero todo es a través de una pantalla de la cual pende la vida, y a la cual se la entrega. En este contexto los cambios radicales son difíciles, ya que la persona está sujeta a lo que proyectó en el sistema, y éste, que basado en inteligencia artificial ya le conoce mejor que ella misma, dificultará mucho una recreación de las características del usuario
Muchas son las personas, como las descritas anteriormente, quienes deberán decidir sobre los destinos de nuestra nación. Estimo atingente interrogarse por el valor que una persona digital le da a la alteridad, a lo distinto, a lo que no conoce, a lo que no está en su 'historial'. Seguir sentados con un teclado en las manos podría alejarnos tanto de la alteridad como configurarnos solo con nuestra restringida realidad. Explorar lo distinto, acoger lo diferente y disponerse a cambiar lo íntimo, parece ser una consigna que nos permitirá abrir nuestra mente para acoger modos de ver la realidad que se relacionan con la pluralidad y la integración. En la aceptación de lo distinto podría estar nuestro compromiso con nuestra nación.
Mientras tanto, sigo conectado y esperando comentarios…
En la tarde del sábado pasado falleció el médico inglés Nataniel Cox, que por muchos títulos, por su saber, laboriosidad y su amor a la patria de sus hijos, se hizo digno de aprecio y veneración de los chilenos. Hasta sus últimos días, el señor Cox prestó importantes servicios a la humanidad. Fue un médico y un ser humano ejemplar.
El Ministro de Marina, Enrique Bermúdez aseguró al gerente de la Asociación de Productores de Salitre, Carlos Soublette, que uno o dos transportes de la Armada apoyarán los fletes del salitre, tan importantes para el país. Agregó que hasta ahora no se había hecho por existir un contrato ya firmado antes que debía cumplirse.
Una multa de 300 pesos oro fue aplicada ayer a la nave turística "Argonauta" por las autoridades marítimas, a raíz de haberse sorprendido a tripulantes lanzando basuras al mar, en la bahía. Las autoridades habían intensificado la vigilancia en la bahía, debido a denuncias de turistas y por la contaminación observada en las playas.