Chile vive una realidad que no podemos esconder debajo de la alfombra. Son miles los adultos mayores que por necesidad, ganas o sencillamente porque sienten que todavía son muy útiles, extienden su vida laborar más allá de la jubilación. No obstante, no existe una regulación ni protección especial dentro de nuestro sistema jurídico que reconozca y defienda los derechos de la inserción laboral en este segmento de la población.

Es urgente abordar este tema, considerando que Chile será el sexto país del mundo con mayor expectativa de vida al año 2060, lo que implica asumir el desafío para el Estado y la necesidad de permitir un ingreso digno para los adultos mayores.

Debemos ser capaces también de generar las condiciones y resguardos para aquellas personas mayores que quieran extender su vida laboral, sin que ello afecte los beneficios que reciben.

En ningún caso estamos hablando de cambiar las edades de jubilación ni tampoco de precarizar su condición laboral. Por el contrario, lo que estamos buscando es asegurar que, en definitiva, 600 mil personas mayores que en la actualidad laboran sin ningún vínculo contractual, cuenten, efectivamente, con todas y cada una de las garantías que ahora existen, como la protección que hoy ofrece la Ley de Accidentes del Trabajo.

En la comisión del Adulto Mayor del Senado hemos avanzado mucho en un proyecto de ley que asegure cada una de estas medidas, pero es necesario además establecer el aseguramiento de la pensión básica solidaria o pilar solidario, independiente de un trabajo extra remunerado. La nueva legislación también debe consagrar un contrato especial de trabajo de carácter flexible y, a la vez, permitir que mejoren su condición de vida.

No estamos incentivando ni obligando a las personas mayores a trabajar, pero sí estamos configurando un piso con regulaciones al más alto nivel para que quienes decidan hacerlo se vean favorecidos y no afectados.

Las personas que pertenecen a este segmento etario tienen mucho que aportar, considerando la experiencia adquirida durante su vida laboral normal.

El proyecto ya fue aprobado en general por la Cámara Alta y ahora deberá ser tratado en conjunto entre la Comisión del Adulto Mayor y Trabajo, fortaleciendo un texto legal, pensado íntegramente es ser un aporte para las personas mayores.

151 años | 21 de febrero de 1869

Suspenden muestra en la plaza Victoria

Fue suspendida la exhibición de un telescopio y de un microscopio que anoche se iba a realizar en la plaza Victoria de Valparaíso. La razón fue que los empresarios organizadores no habían pagado derechos de patente. El pasado día 15 de este mes se les había concedido el permiso, pero con la condición de hacer el pago.

101 años | 21 de febrero de 1919

W. Churchill condenó el atentado a Clemenceau

LONDRES, 20.- Winston Churchill rindió un alto tributo de admiración a Georges Clemenceau, Presidente de los Ministros de Francia, y condenó el cobarde atentado de ayer en su contra. El líder político inglés destacó la personalidad y valentía de Clemenceau, que encarnan el espíritu inquebrantable de lucha de Francia.

51 años | 21 de febrero de 1969

El 16% de Viña y de Valparaíso sin agua

En la tercera jornada de las reuniones de análisis sobre la sequía o "terremoto seco" como se ha denominado este fenómeno en la zona central del país, se debatió, con intervención de expertos, que el 16% de los habitantes de las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar no cuentan con un abastecimiento normal de agua potable.

Un segundo incidente en menos de diez días enfrentó a fuerzas de Carabineros y vendedores ambulantes instalados en el entorno del Muelle Vergara. La escena fue casi una réplica de las cientos de veces que ambos bandos se han encontrado por el control del espacio público y aunque dichos episodios suelen darse en los centros cívicos y comerciales de la Ciudad Jardín, como avenida Valparaíso y el sector de 14 Norte, los disturbios del miércoles sucedieron en una de las playas más concurridas de la ciudad balneario, a una hora en que los turistas comenzaban a retirarse del sector, muchos de ellos acompañados de sus hijos pequeños.

De acuerdo a la explicación que entregó Carabineros, el operativo contó con la participación de fiscalizadores del municipio viñamarino, ya que se trataba de una acción de control al comercio ambulante. El problema, es cosa de recorrer el entorno de las playas, ha recrudecido este año, no sólo porque es posible apreciar más vendedores sin permiso, sino también porque a la tradicional artesanía que dominaba las ventas callejeras viñamarinas se han agregado más productos y actividades, al punto que sus puestos y ofertas copan las áreas verdes, paseos y puntos de acceso a las playas.

Ya apuntamos en estas páginas la semana pasada que el control del comercio ilegal y la recuperación de los espacios públicos para el disfrute de vecinos y turistas requiere de una acción integral que conjugue el esfuerzo policial con la acción decidida de aquellos estamentos que orientan la reconversión laboral y asesoran a quienes se inician en un emprendimiento comercial.

Sin embargo, las imágenes de turistas arrancando de las bombas lacrimógenas y de piquetes policiales parapetados ante las piedras que lanzaban los vendedores sometidos a fiscalización sugieren una evidente falta de criterio al momento de planificar y aplicar el operativo de esta semana. El desatino en el uso de gases disuasivos, por ejemplo, reside en que su diseminación por un área de público acceso -reiteramos, con niños presentes- terminó perjudicando a las mismas personas que la acción buscaba proteger. Si el momento era inadecuado y los medios utilizados representaban un peligro para turistas y vecinos, surgen dudas razonables sobre las estrategias policiales adecuadas y efectivas para enfrentar este tipo de procedimientos. Es cierto que existe un ánimo crispado y una violencia inusitada en la respuesta dada por los comerciantes ambulantes viñamarinos, pero resulta complejo que, a cuatro meses del inicio del estallido social, la policía profesional encargada del orden público no haya encontrado fórmulas más efectivas para controlar este tipo de desórdenes sin afectar a los vecinos, turistas o transeúntes presentes.