Es evidente o al menos incierto, que la crisis social que afecta a Chile desde octubre del año pasado y que ha vivido estos últimos meses una especie de "vacaciones", retomará fuerza a partir de marzo, coincidiendo con el inicio de la campaña publicitaria del 26 de febrero del plebiscito y con un sinnúmero de fechas clave para el movimiento social.

El aprendizaje fue evidente no sólo para las personas, sino para las marcas, quienes vieron y han visto en el transcurso de estos meses cómo su imagen se ha visto deteriorada, cómo sus ventas han disminuido, cómo han cambiado sus clientes y cómo hoy en día sus redes sociales se han transformado en un verdadero campo de batalla.

Hoy las marcas tienen claro que en momentos de crisis o estallido social, la inversión en publicidad tradicional o digital no es una vía confiable, cualquier palabra puede ser tomada a mal y eso sería desastroso. Las grandes empresas post estallido social tienen que reinventarse, rearmarse y tener más foco en la escucha social que en los contenidos o campañas.

Han entendido que a veces es mejor callar que seguir hablando, y en muchos casos, lo han aprendido desde el error. Es por esa razón que la necesidad de asesorarse en términos de monitoreo o social listening, más que de inversión, es una premisa en los tiempos de hoy.

Eso las grandes marcas ya lo saben y hemos visto cómo han ido cambiando sus necesidades. Si bien antes un planificador de medios más una agencia de comunicaciones era muchas veces suficiente, hoy en día el monitoreo social, un manual de crisis en redes sociales, un community manager con experiencia, nuevos lineamiento de contenido digital, nuevas formas de vincularse con sus clientes, entre otras, se suman a esa lista.

Las redes sociales hoy son un nuevo campo de discusión, donde puedes triunfar o te puedes hundir, donde te van a golpear duramente por cualquier error (ya vimos hace pocos días el caso Monarch), donde hablarán por lo que hables o no hables.

Es ahí la importancia de contar con expertos que puedan guiar a las marcas en este proceso. Que puedan entender y bajar a nivel de estrategia lo que hablan y necesitan sus clientes en momentos de crisis.

Una marca que no se esté preparando, que no se esté asesorando para dar inicio a este complejo escenario 2020, puede salir tremendamente perjudicada.

El tema salud, prioritario entre las demandas sociales de nuestro país, se hace dramáticamente presente con la amenaza del coronavirus, ya cercano a nuestras fronteras. La epidemia, originada en China y que moviliza a los sistemas de salud de todo el mundo, podría convertirse en una pandemia, con proyecciones en todos los ámbitos del quehacer internacional.

En nuestro país se mantiene una alerta preventiva con medidas de control de ingreso de personas con el mal y con la detección posibles casos al interior del territorio. Es así como en Valparaíso, en el Hospital Van Buren, se encuentra internada una mujer chilena, procedente de Italia, quien presentó síntomas asociados a la enfermedad, como fiebre alta y malestar general, contagio que finalmente fue descartado por el seremi de Salud, Francisco Álvarez, tras comunicar los resultados entregados por el Instituto de Salud Pública (ISP).

La sospecha fue lógica, pues Italia es uno de los países occidentales más afectados por el Covid-19. Sin embargo, llama la atención que para descartar la presencia del temido virus se tuvo que esperar el informe proveniente de Santiago, revelando con esto un ángulo más del centralismo que resta celeridad a la detección y reacción ante una situación de urgencia sanitaria.

Por ello, ante situaciones como estas se deberían disponer recursos para realizar los estudios a lo largo del país. En el caso de Valparaíso, el tema de la distancia es menor, pero sí es preocupante en otras zonas de nuestro territorio.

Con todo, hay que destacar que en el campo epidemiológico las reacciones en nuestro país son eficientes. Como ejemplo está el control del cólera con medidas oportunas que han impedido el desarrollo de un mal frecuente en muchos países.

Ante la amenaza del coronavirus, una medida adicional, ya en marcha, es el adelanto del inicio de la campaña de vacunación contra la influenza para el 16 de marzo, acción anual de salud pública, gratuita y de amplia cobertura. Si bien esa inmunización no previene directamente el Covid-19, limitaría sus efectos en el caso de personas vacunadas.

Frente a esta necesaria tarea de salud pública, comprobadamente eficaz, hay que rechazar las frecuentes e irresponsables campañas contra la vacunación, campañas que en otros países han permitido la reaparición de enfermedades que parecían extinguidas.

Ahora, frente al coronavirus, hay que insistir en que la reacción no se limita únicamente a las autoridades de salud, sino que corresponde a toda la población con medidas preventivas elementales en la vida diaria, en lo colectivo y en lo familiar. A la vez, es fundamental evitar el pánico y asumir que hay grupos acotados de riesgo en menores y adultos mayores, en los cuales se debe focalizar la prevención y eventuales tratamientos.

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Usan tren para llevar las gallinas robadas

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El peligro de exterminio de la riqueza marítima, por la pesca industrial indiscriminada, fue planteada ayer al Ministro de Agricultura, Hugo Trivelli, por pescadores artesanales de Talcahuano y de la Federación Nacional que agrupa a los trabajadores. El sistema industrial, captura además, especies que simplemente se botan.