Cuestionado análisis
Sergio Bitar mencionó hace algunos días en este Diario que el "el mejor antídoto contra la violencia es el plebiscito". Con todo respeto, su análisis dista años luz de la realidad.
Francisco Morales J.
Orden público y DD.HH.
El presidente de la Corte Suprema, Guillermo Silva, en relación con los actos de saqueos y vandalismo producto del estallido delincuencial, manifestó que el empleo de demasiada fuerza trae la consecuencia "que se pueden violar los derechos humanos".
El Estado tiene la obligación de usar la fuerza para resguardar el orden público y proteger los derechos humanos de sus ciudadanos. Para el cumplimiento de tal obligación el Estado cuenta con el monopolio de la violencia física legítima; violencia que no sólo es legítima cuando es aplicada por la autoridad legítima, sino que es justa cuando es adecuada para lograr mediante ella la restitución del orden exigido por el bien común.
Lamentablemente, en muchas ocasiones la única forma de disuadir o de reprimir a los referidos antisociales es mediante el uso de armas letales, lo que obviamente puede acarrear consecuencias fatales.
Obviamente, las fuerzas de orden deben hacer uso proporcionado de la fuerza. La desproporción no sólo se puede predicar respecto de la que es excesiva para cumplir con la finalidad de restablecer el orden público, sino que también respecto de la que es insuficiente para lograrlo.
Adolfo Paúl Latorre
Violencia
Chile debe hoy cohabitar con dos males: violencia y virulencia. Ambos ocultan sus ominosos rostros tras máscaras evocadoras de algún fatídico cuento de Poe. Una y otra son enfermedades dañinas; atacan, hieren, debilitan e incluso, matan. Ambas nos instan a quitarnos el saludo, dividen y aíslan. Ante su cruel reinado, no debemos ser pasivos; es ineludible combatirlas y derrotarlas. Con una deberemos quizá coexistir.
Mas, no tenemos por qué soportar que la otra rija y prevalezca, perturbando y degradando nuestras vidas en un pandemónium cotidiano. La ciencia y la higiene podrán, seguramente, mitigar y mantener a raya a la virulencia. Terminar con la violencia, empero sin que el remedio sea peor que la enfermedad, dependerá sólo de la fuerza del imperio de la ley, de nuestro sentido común, razón y voluntad.
Kenneth Ledger Toledo
Penal no cobrado
Después de haber disfrutado el jueves el partido entre U. de Chile y Everton, equipo del cual soy hincha fanático, compruebo aquellos antiguos rumores que los árbitros favorecen a los equipos grandes.
Y hoy me convenzo que no sólo es así, además lo hace el VAR. El penal cometido por el defensa de la "U" es penal acá y en todo el mundo. Los únicos que no lo vieron fue el árbitro Gilabert y el VAR. Les aseguro que si la mano hubiera sido de un defensa del Everton, ese penal se cobra, o por el árbitro o por el VAR.
Ahora entiendo también las demandas sociales, porque es muy parecido a lo que ocurre con los equipos de provincia. ¿Será necesario que deban insubordinarse para reclamar este tipo de abusos?
Sergio Arze Romaní
Acusaciones constitucionales
Teniendo en cuenta la intención que tienen algunos parlamentarios de oposición de llevar adelante una nueva acusación constitucional, ahora con el ministro Blumel, esta es la sexta vez en menos de un año que recurrirían a un mecanismo institucionalizado sin tener argumentos suficientes para concretarlo.
La manoseada fórmula que tiene como fin defender la democracia, sólo ha logrado ser un desperdicio de recursos y además retrasar proyectos fundamentales, porque las comisiones son suspendidas por largos periodos en el momento que se está realizando el libelo.
Ángel Rioseco
Cuentas nocionales
Dentro de la discusión previsional, se ha nombrado bastante a las "cuentas nocionales", por lo que es necesario precisar algunos puntos importantes.
En primer lugar, las cuentas nocionales son propias de los sistemas de reparto y su objetivo es cuantificar el aporte real de cada trabajador durante su vida laboral, para así determinar un monto de pensión acorde a lo aportado, evitando pensiones más generosas que otras, a igualdad de aportes, como sucede hoy en Francia.
Segundo, las cuentas nocionales de los trabajadores son virtuales, no son reales, pues las cotizaciones no se invierten ni se depositan en alguna cuenta a nombre del trabajador, por lo que sólo son un registro virtual.
Tercero, las cuentas nocionales jamás resguardarán el derecho de propiedad sobre las cotizaciones -el dinero no existe- y, por ende, la herencia tampoco.
Cuarto y último, el pago de la pensión siempre dependerá del Estado, y como la lógica es de un sistema de reparto, el riesgo de no pago en el largo plazo es muy alto.
Eduardo Jerez Sanhueza