El reciente acuerdo suscrito entre las Municipalidades de Valparaíso, Viña del Mar, Concón y Casablanca para potenciar el turismo es un paso importante en la integración de ciudades que tienen valores diferentes, pero que se pueden complementar con objetivos comunes de crecimiento.
Con ocasión de la firma del convenio la directora del Servicio Nacional de Turismo, Andrea Wolleter, destacó que tener cuatro alcaldes de ciudades tan importantes para el desarrollo turístico, en un trabajo en conjunto y concreto, junto a Sernatur y al sector privado, "va a permitir atraer más demanda, con más productos y hacer una experiencia más completa en la Región de Valparaíso".
Indicó la funcionaria que combinar el patrimonio, la cultura, la playa y los vinos, hace que la zona sea más interesante.
Hay que confiar en que esta iniciativa no se quedará sólo en la ceremonia de firma y en el papel, como suele ocurrir con muchos buenos propósitos. La integración turística se debe trabajar en muchos aspectos con la participación de los múltiples intervinientes en la actividad, fijando metas y realizando tareas concretas que requieren inversión. Es el caso, por ejemplo, de la promoción, que compartida puede bajar en costos y maximizar sus alcances en el plano nacional e internacional.
La cercanía de las comunas que han firmado el reciente acuerdo encierra una ventaja territorial que es necesario aprovechar en otros aspectos tan importantes como son la seguridad, el tránsito, la salud, el aseo y la educación.
Considerando la diversidad también es posible establecer políticas comunes de desarrollo urbano fijando normativa y disposiciones para la radicación de actividades productivas con el objeto de atraer inversión y también de evitar la presencia de fuentes contaminantes en la cercanía de zonas pobladas, tomando como advertencia el dramático caso del área Quintero-Puchuncaví.
La integración, con una mirada más amplia, puede también avanzar hacia la obtención de recursos públicos para proyectos de envergadura en los más variados campos, considerando que las peticiones o proyectos corresponden a las demandas de una agrupación importante desde el punto de vista demográfico y espacial.
Dentro de una política de complementación comunal es esencial considerar al sector privado y a sus organizaciones, que pueden aportar desde su visión y experiencias en cada una de sus actividades.
La integración comunal así como debe mantenerse y perfeccionarse en turismo, también debe ser asumida como una política municipal permanente, buscando diversos frentes de trabajo más allá de consideraciones o cálculos partidistas que terminan en un aislamiento que ahoga los esfuerzos cuando la lógica indica sumar recursos y, junto a eso, creatividad.