Juan Carlos Moreno A.

Manuel Ulloa es más que un Panzer. Es un hombre que inscribió su figura en la centenaria historia de Santiago Wanderers como campeón en 1968 y como un exfutbolista que traspasando todas las generaciones posteriores a aquella segunda estrella en la Primera División ciertamente que ha dejado un legado como miembro activo y fundacional de la agrupación "Los Panzers 1968", formando una dupla especialmente activa junto a Eduardo "Hualo" Herrera en la búsqueda de reivindicar a quienes en su momento fueron protagonistas de la vida del club nacido en calle Carampangue hace casi 128 años atrás.

Sin embargo, hoy el exdefensa central se encuentra alejado totalmente de las actividades públicas por motivos de salud, al punto que hace un par de semanas atrás en la casona de calle Independencia la institución, y sus excompañeros, le realizaron lo que calificaron como un "cumpleaños simbólico" (75) ante la imposibilidad de tenerlo en calle Independencia.

Pero el "profe Ulloa", como le dicen cariñosamente sus amigos, exfutbolistas e hinchas, es un hombre fuerte y desde su casa de Villa Alemana asume y habla de sus problemas de salud, pero también del presente deportivo de Santiago Wanderers y la relación del club con Valparaíso.

Problemas de salud

Con una actitud que no deja de llamar la atención, Manuel Ulloa comienza la conversación reconociendo que "estoy medio malito", en alusión a los problemas de salud que ha mantenido desde hace varios años y que hoy lo tienen al borde de volver a someterse a una intervención quirúrgica producto de una dolencia en su cadera derecha.

El exdefensa central del recordado equipo de Los Panzers, y quien conformó una última línea histórica junto a Manuel Canelo, Vicente Cantatore y su amigo Eduardo "Hualo" Herrera, explica que "la (cadera) derecha se desbocó otra vez... hace 15 años me pusieron un implante pero ahora está nuevamente como 'bailando', prácticamente no puedo caminar y ahora tienen que rellenarme la cadera y ponerme otro implante".

A Ulloa hay ciertamente un tema que lo complica, y que entre otras cosas le impidió hace un par de semanas atrás participar de su cumpleaños en la sede de calle Independencia: "Estoy prácticamente postrado en cama o en silla de ruedas porque los dolores son demasiado intensos y ya ni con el bastón puedo avanzar... no me gusta lo que estoy viviendo, pero tengo claro que hay que sacar fuerzas para salir adelante".

Quien naciera futbolísticamente en el Caupolicán y el Deportivo Playa Ancha, además de jugar en Rangers en el fútbol profesional chileno, y el Comunicaciones y Suchitepec, ambos de Guatemala, además del Hurricane de Estados Unidos en el campo internacional, reclama hoy por la burocracia con que se ha encontrado en el sistema de salud para lograr operarse.

"Estoy luchando porque ahora ya no tengo los recursos que tenía antes y dependo de la salud pública... en esto ya estoy hace cinco años esperando la operación", sostiene, confirmando que su caso fue trasladado hace algunos días desde el hospital Gustavo Fricke al IST de Viña del Mar, en donde debe en algún minuto realizarse los exámenes necesarios para que los resultados vuelvan al Fricke y se acepte su intervención.

"Todo se ha dado demasiado lento, deteriorando de manera importante mi calidad de vida", se resigna, insistiendo en que "hasta hace dos meses podía salir de la casa e iba a las reuniones de la asociación (Los Panzers 1968), pero ahora último ya me es imposible movilizarme hasta en la misma casa".

Ulloa también lamenta la necesidad de tomar "tantos calmantes" para hacer frente a las molestias que provoca el desgaste óseo de su cadera derecha.

"Tengo que tomar calmantes y remedios todos los días porque los dolores son terribles", sostiene, volviendo a mostrar un enorme sentido del humor para afrontar el duro momento que le toca vivir: "El problema es que la cadera derecha es la que más uso, incluso cuando jugaba, porque la pierna izquierda no la utilizaba ni dentro de un tambor.... además, desde hace mucho tiempo que la derecha está muy mala para todo".

Al finalizar, el Panzer no deja pasar la oportunidad para agradecer de manera muy especial a sus amigos y a quienes se han preocupado por su salud: "Hay mucha gente de Wanderers, exjugadores y los mismos hinchas, quienes me han venido a visitar y otros me han enviado su cariño.... uno de mis grandes orgullos es haber vestido la camiseta verde y si algo pude hacer por entregarle felicidad a la gente de Valparaíso y a los caturros del mundo me doy totalmente por pagado".

La voz de un Panzer de categoría.

"Me da pena la irregularidad del equipo"

Manuel Ulloa reconoce que siempre busca estar informado del presente futbolístico de Santiago Wanderers, admitiendo que transcurridas las primeras seis jornadas del torneo de Primera División "me da pena y frustración la irregularidad del equipo. "Me extraña lo de Miguel Ramírez", agrega, recordando que "desde mi época, todos los entrenadores aseguraban que los equipos se armaban a partir de una buena defensa y que mientras no les hicieran goles las cosa se hace más fácil, pero ahora se llenan de delanteros y no le ponen candado a la última línea": "Como exdefensa uno se fija en algunas cosas, pero las marcaciones son a dos o tres metros y a nosotros nos exigían estar pegados 'como lapas' a los atacantes y si se escapaban había que hacer el foul y listo".

"Estoy prácticamente postrado en cama o en silla de ruedas porque los dolores son demasiado intensos y ya ni con el bastón puedo avanzar... no me gusta lo que estoy viviendo, pero tengo claro que hay que sacar fuerzas para salir adelante".

Manuel Ulloa, Exdefensa de Los Panzers