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Argentina prohíbe despidos por 60 días y la pobreza afecta al 35,5% de la población

PANDEMIA. El aumento en el índice fue revelado ayer. También se prorroga el cierre de fronteras a extranjeros hasta el 12 de abril, anunció el Ejecutivo.
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El Gobierno argentino dispuso ayer la prohibición de los despidos sin justa causa y la suspensión de trabajadores por las causales de falta o disminución de trabajo durante un plazo de 60 días, entre otras medidas para limitar el impacto económico y social de la pandemia de coronavirus.

El Ejecutivo resolvió, asimismo, prorrogar hasta el 12 de abril, cuando terminará el aislamiento social obligatorio en Argentina, el cierre de fronteras a extranjeros, aunque decidió flexibilizar un ingreso paulatino y escalonado de argentinos por pasos limítrofes terrestres y por vía aérea y marítima.

Las medidas fueron publicadas en el Boletín Oficial junto con otras resoluciones vinculadas con la prórroga de la cuarentena total obligatoria hasta después de la Semana Santa.

Argentina superó el millar de casos confirmados de coronavirus, con un total de 1.054, de los cuales 28 fallecieron.

El decreto presidencial dispone la prohibición por 60 días de los despidos sin justa causa y por las causales de falta o disminución del trabajo y de las suspensiones por estos mismos motivos, en momentos en que la economía en recesión hace dos años se encuentra ahora casi paralizada por la cuarentena obligatoria dispuesta el 20 de marzo. A ello se suma que la pobreza aumentó al 35,5% de la población en el segundo semestre de 2019, frente al 32% del mismo período del año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

El Gobierno justificó la medida, pues "resulta imprescindible habilitar mecanismos que resguarden la seguridad de ingresos de los trabajadores y trabajadoras" e "indispensable garantizar la conservación de los puestos de trabajo por un plazo razonable en aras de preservar la paz social en todos los niveles y no con medidas unilaterales".

La prohibición se conoció días después de que Fernández llamó "miserables" a los empresarios que despiden trabajadores en medio de la cuarentena e instó a la empresa Techint, uno de los principales grupos económicos del país, a reconsiderar la desvinculación de unos 1.400 operarios del sector de la construcción.

Por la cuarentena obligatoria, sólo cerca del 40% de los sectores económicos sigue funcionando de manera casi normal, entre ellos el agro, la producción y comercialización de alimentos y medicamentos, hidrocarburos, la generación y distribución de luz, agua y gas y la administración pública.

Coronavirus: el plasma de los sobrevivientes es la "única" opción antes de la vacuna

PANDEMIA. Especialistas de la Universidad Johns Hopkins dicen que la técnica "tiene buenas posibilidades de funcionar", pero que se deben suministrar paralelamente medicamentos.
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Agencia Efe

La terapia con plasma de pacientes recuperados de covid-19 es la "única" opción disponible actualmente para enfrentar la pandemia en EE.UU. mientras se desarrolla una vacuna o medicamento, asegura Arturo Casadevall, médico inmunólogo de la Universidad Johns Hopkins.

"Es lo único que tenemos en este momento que tiene buenas posibilidades de funcionar", dijo Casadevall, presidente del Departamento de Microbiología Molecular e Inmunología de ese centro docente.

El experto en salud pública manifestó que el plasma es la opción que está "disponible de inmediato", aunque aclaró que en las próximas semanas puede haber otras alternativas.

En ese sentido, detalló que el plasma, la parte de la sangre que contiene anticuerpos pero no glóbulos rojos, funciona también en conjunto con los medicamentos. "No es lo uno o lo otro", precisó.

Casadevall subrayó que la terapia de suero convaleciente, como se conoce el uso del plasma, puede administrarse a un paciente que esté medicado y "a menudo obtiene mejores resultados cuando se usan juntos".

La primera transfusión

El profesor de la Johns Hopkins, que ha sido un impulsor del uso de esta terapia con plasma desde principios del año, celebró la autorización reciente dada por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE.UU. como un "nuevo medicamento en investigación de emergencia".

De igual forma, destacó como un "precedente importante" la primera transfusión de plasma, realizada el sábado pasado en el Hospital Metodista de Houston (Texas).

Liderada por Casadevall, la Universidad Johns Hopkins también está trabajando contrarreloj en este procedimiento centenario, que se remonta a la pandemia de la llamada "gripe española" que se inició en 1918 y mató a millones de personas.

El profesor, que llegó de niño a Estados Unidos. procedente de Cuba, indicó que no lo estarían haciendo si no tuvieran la esperanza de que va a funcionar.

El proyecto

La idea es utilizar el plasma sanguíneo de los pacientes que se han recuperado para que sus anticuerpos ayuden a curar o evitar esta contagiosa enfermedad de las vías respiratorias.

Casadevall indicó que busca usarlo de forma "profiláctica" en personas que pueden estar expuestas al nuevo coronavirus, como el personal médico, para tratar de prevenir la enfermedad y, por otro lado, de manera "terapéutica" para tratar la infección.

Matizó que en algunos pacientes buscarán que la infección no progrese para evitarles el uso de respiradores, pero que también van a probarlo en personas muy enfermas.

"No estamos seguros de qué tan bien funcionará en ellos porque, por lo general, cuando las personas están muy enfermas, administrar un anticuerpo puede no hacer nada", dijo.

Sin embargo, considera que la experiencia con plasma en China para personas muy enfermas de coronavirus, aunque faltaron los ensayos clínicos, resultó "alentadora" y eso lo llevó a hacerlo en estos pacientes.

El experto espera empezar las transfusiones en dos semanas y para ello enfrenta el reto "logístico" de recoger el plasma, que implica que haya más pacientes recuperados.

"La mayoría de las personas en Estados Unidos están hoy a mitad de enfermedad, por lo que aún no se han recuperado", precisó.

Un buen donante

Los contagios por coronavirus en EE.UU. superan ya los 205.000 y el número de muertos se acercaba ayer a 5.000.

La clave, según Casadevall, es elegir a los sobrevivientes que tienen el mejor anticuerpo y después encontrar qué personas se pueden beneficiar mejor de ese anticuerpo. "Eso es lo que estamos proponiendo -dijo- para ensayos clínicos aleatorios que nos permitirán determinarlo con bastante rapidez".

Un "buen donante", que va proveer del plasma para un máximo de dos personas, es aquel que haya tenido el virus, esté recuperado y tenga una buena salud, explicó. Para el médico, los beneficios de esta terapia superan los riesgos, que son "pequeños", los mismos de cualquier transfusión. Sólo cabría una reacción contraria o un riesgo "teórico", que sería empeorar la enfermedad.

Sobre la posibilidad de contagio del VIH (virus del sida), dijo que el riesgo esa muy bajo porque toda la sangre se analiza.

Por otro lado, Casadevall aclaró que la FDA dio permiso para uso compasivo del plasma, es decir, cuando las personas están muy enfermas, pero para el profiláctico y para el tratamiento temprano todavía están esperando su aprobación.

Gripe española, difteria y ébola

El profesor Casadevall explicó que Estados Unidos está apenas en las "primeras etapas" de la pandemia y que se vienen "algunas semanas y meses muy difíciles". El epidemiólogo subrayó que lo terrible de la pandemia del covid-19, que "no es tan diferente a una gripe grave", es la mortalidad, que "es mucho mayor". Esa circunstancia lo llevó a "recordarle" a la comunidad científica y sanitaria la existencia de una "vieja terapia" que se usó en la pandemia de la gripe de 1918 y el brote de difteria en la década de los años 20 del siglo XX. También se han utilizado en la lucha contra las epidemias del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS1) de 2003, de gripe porcina de 2009 y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) de 2012 y la epidemia de ébola de África occidental de 2013.

205.438 casos de coronavirus se contaban hasta ayer a las 16 horas en Estados Unidos. La cifra de fallecidos era de 4.528.

8.762 personas se reportaron hasta ayer en EE.UU. como recuperadas. Como casos "activos" se contabilizaban 192.148.