La actividad política puede parecer, a simple vista, más bien refractaria a todo posible altruismo cívico. Esta sería la primera reflexión que se nos puede venir a la cabeza si consideramos "lo político" en el sentido que le dio ese fecundo y controvertido pensador alemán que fue Carl Schmitt, que lleva a entenderlo como una relación de amigo-enemigo y que hace que la política sea esa interacción que supone un antagonismo extremo e irreductible. Esta conceptualización, sin duda, representa una dificultad para demandar de las representaciones políticas algún sentido de altruismo en el Chile de este tiempo.

Sin embargo, también cabe considerar que esa caracterización de Schmitt tiene sus límites porque ciertos derechos, instituciones y objetivos de la vida en común son, a su vez, condiciones de posibilidad de la política. En caso contrario, puede llevarnos a la autodestrucción colectiva. Otra alternativa es concluir que simplemente existe algo que es socialmente previo y suspende la política o debe morigerarla en su naturaleza conflictiva.

Desde el Consejo de Rectores, ante la crisis sanitaria y económica que ya vivimos, en una declaración que hemos titulado Compromiso por el diálogo y la vida para Chile, se ha hecho un llamado para que todos contribuyamos con nuestro propio altruismo cívico, porque la mejor vocación democrática y republicana para esta dramática perturbación de la vida pública y privada será aquella que nos haga capaces de identificar cómo superar juntos los peligros y daños sanitarios que ya asolan al país, pero también sobreponernos hoy y mañana al dolor y las graves consecuencias de las pérdidas económicas que tendrán las personas, las empresas y el país.

Como es evidente, señala la declaración, esta peligrosa emergencia nacional e internacional del covid-19, que amenaza la vida y la salud de miles de personas, nos sobrevino en una coyuntura social y política de aguda tensión y antagonismos no resueltos. Que ello mismo dio cauce a un proceso institucional que debe conducir a relevantes decisiones políticas de la mayor envergadura para la historia nacional.

Atendida esa lamentable coincidencia, el Consejo de Rectores solicita públicamente a toda la ciudadanía y especialmente a sus representaciones políticas, no confundir los planos porque el país necesita con urgencia en esta hora de su mayor cohesión y unidad de propósitos. Que en tal sentido todos debemos sumarnos y respaldar los esfuerzos que está desplegando la autoridad sanitaria, nuestro gobierno y el sistema político en su conjunto, lealtad cívica que no excluye, ciertamente, la discrepancia o la crítica legítima, respetuosa y fundada.

El altruismo cívico no sería más que aquella disposición a procurar el bien superior de la vida en común, postergando las ventajas y el propio interés ya sea de carácter individual o de los grupos que representamos y de que somos parte, cuando estos intereses colisionan o resultan incompatibles con el bien común. No se trata de predicar el camino de renuncia a la diferencia inevitable, sino de aproximarnos, nada menos, a eso que propuso Kant en su obra Sobre la paz perpetua, para decirnos que toda política que conduzca a la paz no puede dar un paso sin haber rendido antes sumisión a la moral.

Saltarse la fila, conseguir de cualquier manera un número de atención incluyendo el pago, adelantar por la berma…En fin, viejas malas costumbre nacionales que en estos días muestran una versión más glamorosa.

Varias personas, usando helicópteros propios o arrendados, se saltaron las barreras sanitarias para pasar Semana Santa en sus residencias de descanso de Zapallar.

No se trata de un hecho inédito, pues recuerda la fuga, también en helicóptero, de un grupo de violentistas desde la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago.

Estos aeronautas de cuarentena que volaron de la capital a la costa violan una norma sanitaria general y, potencialmente, se convierten en embajadores de la letal pandemia en una comuna costera que, como otras, rechaza visitantes.

Este vuelo saltándose revisiones, controles y largas esperas es un ejemplo concreto de desigualdad: los pocos que tienen acceso a los medios aéreos pueden pasar libremente sobre barreras y reglas de la autoridad.

Se anuncian sumarios y la indignación y presión ciudadanas obligarán a una investigación y sanción, pero el daño está hecho, en lo sanitario y, justa o injustamente, en la imagen de los grupos de mayores ingresos.

Mirado el hecho desde el punto de vista cristiano, esta expresión concreta de egoísmo violenta el amor el prójimo que proclama el evangelio, precisamente en Semana Santa cuando se evoca el sufrimiento de Jesús en la cruz.

Este "gustito", acompañado sin duda de pescados y mariscos frescos, es una nueva bofetada en el rostro de Cristo en los días de su Pasión, que ahora se convierten para algunos en oportunidad de diversión.

Y es posible que algunos de estos transgresores en algún momento se golpeen el pecho y rasguen vestiduras reviendo la eterna figura de los fariseos.

Pero dejemos de lado consideraciones religiosas y miremos a las próximas semanas en que la crisis sanitaria tendrá muchos alcances que superan aspectos como las camas hospitalarias, los respiradores mecánicos o las mascarillas, cuestiones que suponen gasto, gasto para preservar la vida, y medidas diversas de las autoridades.

Miremos la pandemia como una oportunidad para revivir lo mejor de nuestra sociedad, de cada uno de nosotros, con gestos solidarios donde junto a la ayuda a los más vulnerables y abandonados se deben manifestar conductas muy concretas como mantener el distanciamiento social y acatar cuarentenas. El caso de los helicópteros se debe tomar como una enseñanza de lo que no se debe hacer, pues el desprecio a la fila, a la sufriente "cola", es una conducta que ofende, que daña y que agrieta la más que nunca necesaria unidad nacional.

151 años | 11 de abril de 1866

Ministro de Guerra asiste a un desfile

El Batallón Naval, después de haber tenido un ejercicio en la explanada de los almacenes fiscales, se dirigió a la plaza de la Intendencia, donde practicaron algunas maniobras, hallándose presente el señor Ministro de la Guerra. Entendemos que don Francisco Echaurren habrá quedado satisfecho del buen estado de disciplina de ese cuerpo.

101 años | 11 abril de 1916

Buque a vela trae mil toneladas de azúcar

El 17 de marzo zarpó de Tocopilla el buque nacional "Clara" rumbo al puerto peruano de Salaverry, donde cargará mil toneladas de azúcar que traerá a Valdivia. El "Clara" es un barco a vela construido en los astilleros de Oettinger y Compañía y es el mayor que se ha hecho en Chile. Puede transportar hasta 1.400 toneladas.

51 años | 11 de abril de 1969

Conmoción por la renuncia de Tomic

La renuncia del político Radomiro Tomic a lo que parecía su segura postulación presidencial por el partido Demócrata Cristiano en las elecciones de 1970, provocó conmoción en los círculos partidistas parlamentarios y en la opinión pública en general. "No hay base para la unión popular y, por lo tanto, no habrá candidatura", afirmó Tomic.