151 años | 13 de abril de 1869

A balazos muere chileno en Bolivia

En carta reciente, fechada en Bolivia, se informa de una desgracia: el joven chileno Santiago Bascuñán, de Talca, atropelló a los centinelas de un cuartel en este país y fue muerto a balazos por los soldados bolivianos. El infortunado joven Bascuñán era primo hermano del Ministro de Bolivia en Chile, don Aniceto Vergara Albano.

101 años | 13 de abril de 1919

Alarma inglesa ante comercio de EE.UU.

WASHINGTON. 12.- Ingleses temen que Estados Unidos se apodere de la supremacía comercial, que antes de la guerra era de Inglaterra. Los residentes británicos en el extranjero están virtualmente bombardeando al Gobierno inglés, alarmados, alertando del despliegue que están realizando hombres de negocios norteamericanos.

51 años | 13 de abril de 1969

Centenares de hindúes en funeral de un mono

NUEVA DELHI, 13 (AP).- Varios centenares de personas asistieron hoy al funeral de un mono que murió frente a un templo donde había buscado refugio hace 15 días al estar enfermo. Mucha gente consideró al mono como la reencarnación de una deidad hindú denominada Hanumen y llegó al templo al enterarse del deceso.

En algún momento la pandemia del coronavirus va a pasar. Pero tras el alivio, en medio de la muerte y el grave daño a toda la estructura económica y social, se mantiene otra pandemia que nos azota desde hace mucho tiempo.

Es la droga que universalmente castiga la vida, la salud, las conciencias, y que llega a dominar sociedades enteras.

Nos parece una amenaza lejana allá en México, en América Central o en Colombia. Vemos, además, cómo en estos tiempos de crisis de salud las mafias comienzan a aprovechar la situación y las autoridades se ven obligadas a dialogar con la delincuencia.

Son los casos concretos de El Salvador, Brasil y del sur de Italia, por señalar algunos conocidos en los últimos días.

Para nosotros aparecen como pandemias distantes ante las cuales estamos vacunados. Pero, ¿estamos vacunados? La realidad nacional y local parece demostrar lo contrario, pues la droga hace tiempo que en nuestro medio se muestra con su peor rostro de violencia y de muerte.

Acá, en Valparaíso y en Viña del Mar en las últimas semanas tenemos una serie de homicidios en que el tráfico es el telón de fondo. Ello en medio de medidas de excepción constitucional, a veces de día claro y también con toque de queda y policías y Fuerzas Armadas en las calles.

Con tanta vigilancia y barreras diversas resulta inexplicable, por ejemplo, una balacera nocturna en el barrio Forestal de Viña del Mar donde se dispararon 50 tiros, expresión de sostenida violencia que dejó un muerto y una persona herida.

La presencia de la droga se manifiesta también en la continua incautación del producto, generalmente procedente del norte donde ha llegado desde países limítrofes. Los cargamentos, avaluados en cientos de millones de pesos, son transportados por delincuentes fuertemente armados dispuestos a defender su letal mercadería.

Esta realidad actual advierte sobre una amenaza futura. Como resultado del coronavirus y de la anterior violencia social, se avecinan tiempos muy duros con pérdida de fuentes de trabajo y grave daño a la econonomía.

Así, en un cuadro de desempleo y pobreza, es el momento propicio para el dinero fácil que da la droga, con tráfico, microtráfico, producción de sustancias ilícitas, armas y también corrupción.

Pero daño del tráfico o producción de droga no está sólo en la salud de las personas, está también en que la actividad es una verdadera "fábrica de delincuentes" ofreciendo "fuentes de trabajo" a quienes están desempleados y no logran recursos para el sustento personal y familiar.

Esta es una realidad, cercana, que se debe atender desde ya, en medio del desafío del coronavirus, pero que significa una amenaza peor que la pandemia por su virulencia destructiva y permanente de todo el edificio social.

Chile y el mundo están viviendo una de las emergencias sanitarias más críticas de las que se tenga antecedentes en las últimas décadas. La propagación del covid-19 está poniendo a prueba los sistemas de salud de muchos países.

A poco más de un mes desde que se registrara el primer caso de contagio en Chile, los gobiernos comunales hemos tomado las medidas que la ley nos permite. En Viña del Mar, desde el primer minuto, instruí la implementación de acciones tendientes al resguardo de la salud de las familias, en el marco de la campaña informativa y de prevención "En Viña todos nos cuidamos".

Así, se determinó el cierre temporal de lugares de concurrencia masiva, como paseos, parques, museos, palacios, juegos infantiles y áreas similares. En la misma línea, hemos intensificado la limpieza y sanitización de espacios públicos gracias a operativos diurnos y nocturnos, priorizando sectores de alta circulación peatonal, como calles céntricas, paraderos, ferias, establecimientos educacionales y centros de salud primaria.

Paralelamente, solicitamos a las autoridades pertinentes el cierre de playas, así como reforzar medidas de control en todos los accesos de la comuna, a través de cordones sanitarios, para evitar el ingreso de visitantes cuyo traslado no se justifique.

Esta solicitud la realizamos de manera previa a la reciente Semana Santa, a través de la iniciativa "Por esta vez, no vengas a Viña" con la que buscamos generar conciencia sobre la importancia de evitar viajes innecesarios que signifiquen el riesgo de potenciales contagios para población local. Reitero: la cuarentena no es sinónimo de vacaciones, es una medida momentánea, pero muy necesaria, para resguardar la salud de todos.

Asimismo, el Área de Salud de la Corporación Municipal está realizando la campaña anti-influenza, para lo cual ha implementado espacios de vacunación en los Centros de Salud de la comuna, así como en puntos móviles.

Junto a lo anterior, es prioritaria la colaboración de la comunidad para superar esta crisis. Por ello, insistimos en nuestro llamado a que quienes pueden realizar una cuarentena voluntaria, la realicen, para bajar la curva de contagio. De no poder hacerlo, es importante circular en el exterior de las casas con las medidas indicadas por el Minsal, como usar mascarillas y guantes, lavarse las manos con agua y jabón frecuentemente; toser o estornudar cubriendo la boca con el antebrazo o pañuelo desechable, respetar una distancia social de 2 metros, así como sacarse la ropa, lavarla y ducharse al regresar a sus hogares, entre otras.

Sólo así, como sociedad local y global, podremos vencer esta pandemia, con responsabilidad, constancia y -por sobre todo- sentido de comunidad, logrando retomar nuestras rutinas, pero con grandes lecciones aprendidas, entre ellas, la importancia del cuidado de la salud individual y, también, la colectiva, es decir, cuidarnos entre todos.