"Se requiere una nueva ley de costas que defina restricciones de uso más exigentes que las actuales"
"El aumento del nivel del mar en las próximas décadas no parece muy significativo, pero es sostenido y se irá acelerando hacia fines de siglo. Y el impacto de marejadas y tsunamis es muy sensible a un nivel del mar más alto, como lo demuestran estudios recientes", señala el profesor de la Escuela de Ingeniería Civil Oceánica de la Universidad de Valparaíso, Patricio Winckler, a propósito de los resultados del primer estudio intensivo cuyo objetivo es evaluar el impacto del cambio climático en Chile, que le correspondió dirigir.
Se trata de "Determinación del Riesgo de los Impactos del Cambio Climático en las Costas de Chile", encargado por el Ministerio de Medio Ambiente y realizado por un equipo multidisciplinario de 21 profesionales, desde economistas y geógrafos hasta ingenieros y climatólogos, que se desempeñan en cinco universidades y tres centros de investigación, bajo la coordinación del Centro de Cambio Global de la Universidad Católica.
La investigación, que define 12 comunas críticas de acuerdo a un índice comunal de exposición al riesgo -entre ellas Valparaíso, Viña del Mar y las dos isleñas de la región- sienta las bases científicas para la formulación de una nueva ley de costas, que defina restricciones de uso más exigentes a las actuales", detalla el investigador y doctor en ingeniería civil. Ella debería basarse en principios de desarrollo sostenible, enfoque ecosistémico, justicia ambiental y participación ciudadana, así como en criterios de reducción del riesgo de desastres como terremotos y tsunamis, y aquellos vinculadas con el cambio climático.
104 comunas costeras
- El estudio se basa en el análisis histórico del oleaje y del nivel medio del mar, además de una proyección de estas variables y cota de inundación para el período 2026-2045. ¿Es posible proyectar a ese plazo asumiendo que asistimos a una aceleración creciente de ese proceso?
- Efectivamente, se puede hacer proyecciones del clima en un escenario cambiante, pero estas tienen bastantes limitaciones. De hecho, las proyecciones son un esfuerzo de caracterizar el comportamiento del clima y sus impactos en un contexto de cambios radicales en el comportamiento humano, en la forma que responden la atmósfera, el océano y la biósfera y en todas las conexiones entre estos subsistemas íntimamente relacionados. Dado que no tenemos certezas de si como especie reduciremos nuestra huella o seguiremos la tendencia destructiva actual, entonces estas proyecciones tienen bastante incertidumbre y por ende cubren un rango de posibles escenarios cuya validez iremos entendiendo en la medida que aflore nueva evidencia científica.
- ¿Por qué las proyecciones de la amenaza, exposición, vulnerabilidad y riesgo de los sistemas humanos y naturales de la zona costera ubicados se circunscribió a 104 comunas de Chile continental, además de Rapa Nui y el Archipiélago Juan Fernández?
- En Chile continental hay 100 comunas costeras, además de cuatro que no tienen litoral pero están vinculadas al océano a través de ríos. Tal es el caso de Concepción, comuna limitada por el río Biobío, que podría eventualmente experimentar efectos asociados al aumento del nivel del mar en aquellos territorios de baja altura. A estas 104 comunas se suman Rapa Nui y el Archipiélago Juan Fernández, que por su condición insular, son particularmente sensibles a los cambios que experimente el océano a medida que avanza el siglo.
Aumento del nivel del mar
- El estudio concluye que en todo Chile, incluidas Rapa Nui y Juan Fernández, se espera un ascenso del nivel medio del mar de entre 0.15a 0.18 m, aunque a fines de siglo sería del orden de 0.65 m. ¿Qué efectos concretos tiene esto?
- El aumento del nivel del mar junto con el incremento en la frecuencia e intensidad de las marejadas, tendrá efectos en los sistemas naturales y humanos emplazados en la zona costera. Entre los primeros se puede contar la inundación cada vez más frecuente de paseos costeros, cambios en la dinámica de humedales, una erosión generalizada de las playas, los campos dunares colindantes y los acantilados, efectos en la dinámica de los estuarios y la intrusión salina en acuíferos utilizados como agua potable o de riesgo para la agricultura. Entre los segundos están los posibles cambios en la operación de puertos y caletas de pescadores producto de las marejadas y daños más frecuentes en las obras marítimas. Estos últimos demandan encarecidamente la implementación de planes de adaptación de infraestructura, la gestión de recursos para financiar la mantención y reparación de daños que serán cada vez más frecuentes y un cambio radical en las metodologías con que se diseñan estas obras, y que se basan en la premisa errada de que el clima histórico se replicará en el futuro.
- Si el aumento de la cota de inundación abarca desde +0.23 a +0.29 m en los extremos sur y norte, respectivamente, aparentemente esto no entrañaría gran peligro. ¿O el escenario cambia ante marejadas anormales o tsunamis destructivos?
- Efectivamente, el aumento del nivel del mar en las próximas décadas no parece muy significativo, pero es sostenido y se irá acelerando hacia fines de siglo. Y el impacto de marejadas y tsunamis es muy sensible a un nivel del mar más alto, como lo demuestran estudios recientes. Además, no es solo el nivel del mar el que cambiará, sino que también las marejadas serán más intensas y frecuentes, sobre todo en la zona central de Chile. También hay que pensar que durante los grandes terremotos de subducción, como el de 1960 o 2010, la costa se eleva o hunde algunos metros, los que son equivalentes a cientos o miles de años de cambios en el nivel del mar. El hecho de que tengamos una costa sismogénica sometida en forma simultánea a cambio climático hace de ella una de las más complejas a nivel mundial, comparable tal vez con las de Japón o Indonesia.
Comunas críticas
- ¿Qué criterios se usaron para determinar las 12 comunas consideradas críticas en el estudio: Antofagasta, Coquimbo, Viña del Mar, Valparaíso, Pichilemu, Talcahuano, Coronel, Arauco, Puerto Saavedra, Valdivia, Rapa Nui y Juan Fernández?
- La selección se hizo construyendo un índice comunal de exposición que contempla el área y la población en los primeros 10 metros sobre el nivel del mar, además de la cantidad de infraestructuras, equipamiento, actividades económicas y sistemas naturales divididos en 76 categorías. En algunos casos se consideraron las condiciones particulares de cada comuna, como Pichilemu, o la condición insular de Rapa Nui y Juan Fernández.
- La investigación señala que el daño estimado para seis playas en la Región de Valparaíso producto del riesgo de erosión causada por cambio climático es del orden de los 500 mil dólares. ¿De qué playas se trata?
- Consideramos sólo seis playas para ilustrar un método de cálculo. El impacto es sustantivamente mayor si se consideran todas ellas. Las playas que analizamos como ejemplo son Reñaca, Las Salinas, Los Marineros, Caleta Portales, Las Torpederas y San Mateo.
Bases para ley de costas
- ¿Cómo se relacionan estos antecedentes con el planteamiento de ley de costas que ha venido impulsando el mundo científico?
- Este estudio sienta las bases científicas a nivel país que requiere la formulación de una nueva ley de costas, que defina restricciones de uso más exigentes a las actuales. Esta ley debiera basarse en principios de desarrollo sostenible, enfoque ecosistémico, justicia ambiental y participación ciudadana, pero también en criterios de reducción del riesgo de desastres asociados a amenazas geofísicas -como los terremotos y tsunami- y aquellas vinculadas con el cambio climático.
-Que significa concretamente definir restricciones de uso más exigentes que las actuales? ¿Establecer una línea donde no se pueda construir estructuras que no sean estratégicas? ¿Cuánto metros desde la línea de alta marea debería tener esa franja?
-Actualmente, los terrenos privados colindan con la línea de más alta marea. Ello ha permitido la construcción de edificaciones en terrenos excesivamente bajos sin considerar que ellos pueden ser afectos a marejadas, al aumento del nivel del mar y tsunamis. El uso racional de la zona costera, en contraste, debiera considerar usos blandos en las zonas bajas (áreas verdes, parques, paseos y zonas de conservación), dejando a las edificaciones comerciales y habitacionalmente en terrenos más altos. La infraestructura crítica -como hospitales, establecimientos de educación y bomberos- debieran emplazarse, o incluso reubicarse, sobre las zonas de riesgo de las amenazas del mar
- ¿Cuál es la reflexión profunda que le motivan los resultados de este estudio?
- Que vivimos en un contexto de cambio climático muy rápido y sin precedentes en la historia humana, lleno de incertidumbres y alejado de las certezas relativas que dominaron el mundo hasta hoy. Estos cambios tendrán repercusiones importantes en las sociedades más vulnerables y en las especies con que compartimos el aire, el agua y el suelo. Dado que tenemos una idea vaga y no podemos avizorar todos esos posibles futuros, como especie debemos pensar en forma colectiva el cómo adaptarnos e ir corrigiendo nuestras actuaciones en función de la nueva evidencia científica que aflore. Además, el conocimiento comunitario y local, opacado históricamente por las estructuras rígidas que gobiernan nuestras sociedades, será fundamental en ese proceso de adaptación, pues este responde a las condiciones de cada territorio y no a grandes directrices. Por otro lado y a nivel más personal, tenemos el deber ético de respetar al medio ambiente con gestos en cada una de las acciones y decisiones que tomamos.
"No es solo el nivel del mar el que cambiará, también las marejadas serán más intensas y frecuentes. Además, durante grandes terremotos de subducción, la costa se eleva o hunde algunos metros".
EL INVENTARIO MÁS EXHAUSTIVO
- El inventario de exposición de los sistemas humanos y naturales ubicados bajo los 10 metros sobre el nivel del mar (msnm) incorporado al estudio es muy exhaustivo, probablemente el único catastro que se conoce sobre el tema en el país. - El inventario contiene 18.000 elementos identificados a partir de la consulta a todos los organismos públicos con injerencia en la gestión del territorio costero, de geoportales, información satelital y aerofotogramétrica y una intensiva campaña de terreno que consistió en recorrer prácticamente todas las costas entre Arica y Puerto Montt. En la zona de los canales se usó información sólo información satelital. La duración del estudio fue de un año.
- Habitan 972.623 personas en esos espacios, donde se ubican 546 caletas, 1692 humedales, 256 campos dunares, 1172 playas, 156 lugares de interés para la biodiversidad, 1198 equipamientos (colegios, jardines infantiles, carabineros, entre otros), 171 terminales marítimos, 475 elementos de infraestructura costera y 477 asentamientos. ¿Todos en riesgo ante inundación por tsunami? -Todos esos sistemas se encuentran afectos al efecto combinado del aumento del nivel medio del mar y las marejadas, y se emplazan usualmente bajo los primeros 10 metros sobre el nivel del mar. Para el caso de los tsunamis, las inundaciones pueden ser considerablemente mayores -incluso hasta los 30 metros en lugares muy específicos según registros obtenidos en 1960 y 2020- por lo que podría haber más elementos en algunas localidades.