Se hace lo que se puede, eso está claro. Pero lo que no queda tan claro es por qué replicar lo que se hace en Santiago como si todo lo que saliera del Palacio de La Moneda fuera extraordinario. Ejemplo: la Mesa Social impulsada en la capital se armó específicamente para tener bajo control a los alcaldes proactivos y al Colegio Médico, presidido por la vociferante Izkia Siches. Pensar lo contrario es de una ingenuidad supina. Por lo mismo, bien vale una nueva pregunta: ¿cuál es el rol de la Mesa Social regional? ¿Por qué la componen quienes la componen? ¿Qué logros o decisiones estratégicas y acertadas ha conseguido desde su primera reunión? ¿O, como todo en este país, terminó siendo un club privado de amigos?
Desde el inicio de la caída en picada de esta Región no pocos han advertido la importancia y amenaza de aquel tsunami que será el regreso a la normalidad, con desempleo, quiebras y apreturas económicas y sociales que, según los entendidos, durarán por al menos otros 24 meses.
Con todo, desde esta tribuna se ha exigido en todos los tonos posibles que a la colaboración de privados, universidades, gremios y organizaciones civiles se le permita confluir de alguna manera, sin estar todo supeditado a lo que diga el subsecretario de turno o el jefe del seremi del ramo en cualquier materia imaginable. De la misma forma, se esperaba que el intendente Jorge Martínez aprovechara el "nuevo aire" para hacer cambios de relevancia e incorporar a la gente correcta en su equipo, lo que a todas luces no hizo, quién sabe por qué motivo en particular.
Hoy, cuando seguimos teniendo interminables filas de personas en la AFC de Errázuriz para cobrar sus fondos de cesantía, arriesgando un contagio de covid-19 porque ni el Estado ni el Gobierno Regional se preocupan de informar a la gente cómo hacerlo de otra forma o, finalmente, de que la página web funcione como corresponde, es cuando nos preguntamos qué hicimos como sociedad para estar capturados por un aparato público tan inmóvil como servil al poder central. ¿Dónde está la Corfo, dónde las iniciativas de Economía y Hacienda para sacar adelante a esta Región, la cual sólo por obra del espíritu santo, de la Armada (y de lo que pueda hacer el seremi de Salud, Francisco Álvarez, al final del día uno de los pocos rescatables en esta historia) no tiene más contagios y muertos que lamentar.
Por mientras, como bien se narra en cartas de nuestros lectores o las columnas de los gremios locales, el narco campea en los cerros (y no sólo de Valparaíso como aseguran por ahí), las bandas se roban todo Viña y los mecheros amenazan con sus armas a quien quieran en lugares públicos, tal como ocurrió la semana pasada en el Jumbo de Concón.
Ahí hay otro tema para las sesiones de la Mesa Social regional.