Tomás Moggia C.
Pasan los días y la pandemia persiste a nivel nacional pese a los diversos esfuerzos por controlar la propagación del coronavirus, conformando un panorama incierto que ha afectado con especial crudeza a la industria del fútbol. Ya ha transcurrido un mes desde su paralización y todavía no cuenta con una fecha de retorno en el horizonte.
Pareciera que cada día que transcurre desgarra aún más una herida que no para de sangrar, obligando a los clubes a tomar drásticas medidas para afrontar un delicado escenario financiero.
La ecuación es simple: sin fútbol, algunos de los mayores ingresos de las instituciones bajan considerablemente o simplemente se esfuman. Y Everton no es la excepción. La situación es compleja en al menos cuatro elementos: la falta del borderó o dinero recaudado en cada partido, incluyendo las ventas asociadas a ellos al interior del estadio Sausalito; la ostensible baja en la venta de merchandising, y el aplazamiento en el pago de los patrocinadores dada la crisis que ha golpeado con fuerza a toda la economía.
Ese panorama fue el que el presidente oro y cielo Pedro Cedillo y otros directivos del club tuvieron que explicar al plantel con miras a llegar a un acuerdo en un tema sensible que ha estado en boga en todo el fútbol internacional y local: la rebaja salarial, en este caso de un 30%. Los dirigentes aseguraron que se ajustó lo necesario, ni más, ni menos.
La primera reunión se produjo con el cuerpo técnico la semana pasada en el CDE bajo estricto control sanitario, mientras que ayer fue el turno de los jugadores, que tuvieron que dividirse en dos tandas de entre siete y ocho jugadores para evitar mayores aglomeraciones.
Según fuentes al interior del plantel, se siguió un protocolo que incluyó tomas de temperatura, mascarillas y guantes, y se tomó el resguardo de realizar las citas en un sector amplio para evitar el contacto cercano.
Lo que comenzó en el complejo de Reñaca Alto a eso de las 9 horas de ayer concluyó cerca del mediodía con la respuesta del plantel, que previamente dialogó por su parte para llegar a la conclusión de aceptar la propuesta del club.
Desde el camarín dicen que entienden el complejo escenario que atraviesa el fútbol y es un momento donde cada uno debe poner de su parte, por eso el acuerdo se produjo rápido y sin trabas en cuestión de horas, con jugadores como Juan Cuevas y Patricio Rubio liderando al plantel.
El acuerdo no afectará a los jugadores con sueldos más bajos, y aunque se desconoce el monto del corte, hay un punto bonus: el dinero se devolverá íntegramente en caso que el equipo clasifique a la Copa Sudamericana.
Dado el delicado escenario, la rebaja salarial también se aplicará a los más altos sueldos de directivos y gerentes del club oro y cielo.
9 horas de ayer comenzaron las reuniones con los jugadores en el CDE, bajo un estricto control sanitario.
30 por ciento será la rebaja de sueldos en cuerpo técnico y jugadores, sin afectar los salarios más bajos.
30 por ciento de rebaja salarial también afectará a los directivos y gerentes de mayor rango en el club.