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ENTREVISTA. Diputado Manuel Monsalve (PS), miembro de la Comisión de Hacienda de la Cámara:

"El Gobierno se equivoca si cree que la pandemia abrirá una oportunidad para detener una nueva Constitución"

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Paola Passig

Durante dos años lideró la bancada más grande de la oposición en la Cámara: la del PS. Hoy, desde la Comisión de Hacienda, Manuel Monsalve hace un análisis de lo que será la polémica política de esta semana luego que el Gobierno reconociera que si bien apoya el proceso constituyente, no descarta que el plebiscito pudiera no hacerse si Chile entra en una recesión en medio de la pandemia.

-¿Qué le parece la postura del Gobierno?

- Me parece una discusión inoportuna y sin fundamento. Hoy la prioridad es la crisis sanitaria y sus consecuencias económicas, sociales y laborales y respecto al plebiscito ya se tomó una decisión de postergarlo para fines de octubre. No veo razones para reproducir esa discusión otra vez porque es una discusión inoportuna y oportunista. Además hay que llamar a la tranquilidad al respecto porque la fecha está fijada a través de una reforma constitucional y para modificar esa fecha se requiere un acuerdo con la oposición porque no habría quórum.

-¿Una fuerte recesión post pandemia podría justificar constitucionalmente una postergación?

-No creo que la situación económica sea excusa y entre otras cosas la reforma constitucional busca discutir las facultades que el Estado tiene para promover el desarrollo del país. La situación económica no me parece una razón plausible para postergar. Sólo las razones sanitarias y éstas habrá que evaluarlas de acuerdo a cómo evalúe esta pandemia.

- Para algunos sectores de oposición esto es una excusa o un "parche antes de la herida". ¿Qué le parece a usted?

- Y no sólo lo que se dice sino quién lo dice: el exministro del Interior, Andrés Chadwick, destituido justamente por una acusación constitucional por aquello que originó la necesidad de un plebiscito para una nueva constitución tras el estallido social y la violación de DD.HH. A mí me parece que es insólito que el Gobierno recoja la opinión de quien fue destituido porque se consideró que no había protegido los DD.HH. Si esta discusión la planteara la oposición el Gobierno diría que no es el momento de discutirla porque hoy la tarea es ver cómo enfrentamos esta crisis sanitaria y por eso le devuelvo este argumento que siempre utiliza La Moneda: es insólito que cuando el gobierno debe estar preocupado por la salud de los chilenos, esté preocupado de pequeñas disputas políticas para tratar de evitar lo que abrió el estallido social.

- El argumento de que un plebiscito es muy caro en tiempos de crisis lo planteó inicialmente José Antonio Kast y un grupo de parlamentarios de la UDI. ¿La Moneda está haciendo eco de esas sugerencias?

- Lo que pasa es que el Gobierno se ha equivocado en todos sus diagnósticos. Llegó a La Moneda señalando que el país sólo requería crecimiento económico y seguridad y el estallido social le recordó que los chilenos querían seguridad social. Y la pandemia de coronavirus lo ha hecho ponerse de rodillas respecto a ciertas cosas que eran centrales para la derecha como es un Estado pequeño y que los problemas los resolviera el sector privado. El virus puso en relieve que sin Estado no podríamos proteger a los chilenos porque es el sector público de la salud el que está liderando esta crisis y ha recordado que para que la economía funcione el Estado tiene que intervenir. Tanto así que el Gobierno ha abierto una eventual puerta para que el Estado concurra a ayudar a las grandes empresas. Entonces, para ser justos, el Gobierno ha hecho malos diagnósticos y se equivoca si piensa que la pandemia le va a abrir una oportunidad para detener una voluntad mayoritaria que quiere darse nuevas reglas del juego a través de una nueva Constitución.

- Pero ¿está o no La Moneda asumiendo el discurso de Kast?

- Efectivamente, en el Gobierno conviven dos almas. Una a la que le gustaría mantener la Constitución del 80 y que también está presente en el Gobierno; es el alma que le ofrece honores a Sergio Onofre Jarpa, encabezada por el Presidente Piñera. Y no sólo hace eco sino que parte del Gobierno es partícipe de una postura a proteger lo que se construyó en la dictadura y que es la constitución y el régimen político y económico que la acompaña.

-Entonces, ¿cree que haya una justificación para no hacer el plebiscito?

- No es el momento para discutirlo, queda demasiado tiempo. Hoy es el momento para preocuparse de la crisis sanitaria. La única razón que podría justificar una nueva postergación serían las condiciones sanitarias del país.

- ¿Y qué le parece este anuncio de "nueva normalidad" o "retorno seguro" de La Moneda ad portas del supuesto peak?

-El Gobierno se ha caracterizado por mensajes contradictorios y estos mensajes van en contra de lo que es el sentido común. Hace rato que los chilenos venimos escuchando de parte de las autoridades sanitarias chilenas y del mundo que es necesario quedarse en la casa y de pronto el Gobierno dice que se pueden abrir los centros comerciales, tiempo de que un progresivo regreso a clases y del retorno de los funcionarios públicos a su trabajo presencial. Es escomo decir "no es tan importante que se queden en las casas". Esos mensajes contradictorios son los que hacen que la voz del Gobierno sea poco creíble. Me parece que es un error hablar de normalidad, independiente del adjetivo que se le agregue, porque no va con el sentido común, y cualquier normalidad previa al peak me parece una medida arriesgada porque no sabemos en qué condiciones el país va a llegar a ese peak. Es cierto que los datos duros muestran a Chile con una tasa de contagios controlada, pero estamos camino al peak; por lo tanto, hablar de normalidad sin haber llegado a ese peak es un error sanitario que hace que la gente no confíe ni crea en el Gobierno.

- ¿Qué tanto cree que influyen los grupos empresariales?

- Es que el Gobierno convive con su doble alma. Su opción empresarial y la de proteger el bien común. Y al parecer han pesado fuerte los dichos de la CPC o de otros grupos empresariales que han señalado que si para recuperar la economía hay que perder vidas, es parte de la ecuación. Y si bien son mensajes que me parecen criminales, son escuchados por el Gobierno.

- La oposición perdió la mesa de la Cámara por falta de acuerdo y hoy está en manos de Chile Vamos. ¿Es partidario de censurar a la mesa o no?

- Espero que la oposición llegue a un acuerdo. Teníamos un acuerdo administrativo que había sido respetado durante dos años. Creo que no había razón suficientemente fundada como para desconocer el acuerdo tal como sucedió. Pero este acuerdo administrativo tiene implicancias políticas para un momento como el que vive el país como es el manejo de la agenda legislativa. Por tanto la oposición perdió incidencia política para garantizar una agenda legislativa y garantizar los tiempos legislativos del Gobierno. Es un acuerdo que va más allá de lo puramente administrativo y al perder el control de la mesa, la oposición dejó al Gobierno con un control excesivo cuando es el Gobierno el que hoy necesita mayor control. Por eso, es una irresponsabilidad haber producido la pérdida de ese acuerdo y es una responsabilidad de la oposición recuperar la mesa de la Cámara.

- O sea, hay que censurar.

- O sea, si se logra un acuerdo, hay que cambiar la mesa. Esto de buscar excusas para censurar a la mesa me parece poco transparente. Hay que decir las cosas como son: hay una mayoría de oposición en la Cámara que representa la voluntad de los chilenos y esa voluntad debe expresarse en la mesa. Pero eso no ocurre porque esa mayoría se dividió. Hay que ser transparentes y decirle a los chilenos que ellos eligieron a una mayoría de oposición en la Cámara y esa mayoría debe expresarse en la presidencia y vicepresidencias.

- Pero ¿cuál es el problema?¿Si la DC cambia el candidato a presidente se cierra el acuerdo?

- Las personas están puesta al servicio de una causa o de un objetivo mayor. Y si hay nombres que no ayudan a lograr el objetivo, hay que cambiarlo. Sin tener ningún reparo contra el diputado Silber, al contrario, le tengo gran estima y respeto, pero el objetivo mayor es tener la mesa de la Cámara. Y no por un mero capricho o búsqueda de poder, sino que porque la oposición tiene una mirada distinta de cómo enfrentar los problemas de Chile. Hay muchos sectores que no se sienten protegidos y que quisieran que la oposición jugara un rol más incidente, un rol de contrapeso más potente y no lo hace. La oposición en la Cámara no cumple el rol que los chilenos le entregaron al votar por nosotros de ocupar espacios de poder para defender sus derechos.

"Los datos duros muestran a Chile con una tasa de contagios controlada, pero estamos camino al peak; por lo tanto, hablar de normalidad sin haber llegado a ese peak es un error sanitario".

"La oposición perdió incidencia política para garantizar una agenda legislativa y garantizar los tiempos legislativos del Gobierno".