Hace unos días, en el contexto de las medidas de aislamiento social establecidas a nivel nacional por el Ministerio de Salud con el propósito de aplanar la curva de contagios por Covid-19, la Fundación Unión Autismo y Neurodiversidad inició una campaña para lograr que las personas con esa condición pudieran flexibilizar su encierro y realizar ciertas rutinas al aire libre en situaciones absolutamente necesarias. El planteamiento fue acogido por las autoridades sanitarias, que decidieron incluir este tipo de episodios entre los casos justificados excepcionalmente para interrumpir de manera parcial y momentánea un confinamiento o cuarentena, siempre que el beneficiario o las personas a su cargo no estén contagiadas.
Esta disposición fue pensada para favorecer principalmente a los niños, niñas, jóvenes y adultos que suelen presentar mayores necesidades de apoyo dentro del espectro autista, pero, también, podría considerarse para aquellos que presentando menor necesidad de apoyo, por estar acostumbrados a desempeñar estrictas rutinas laborales o recreativas fuera del hogar, se sientan más incómodos o no logren manejar bien los niveles de angustia y ansiedad que les genere el enclaustramiento obligatorio al que puedan verse sometidos durante esta emergencia epidemiológica.
Diferentes respuestas
En opinión de Vanessa Kreisel Vera, profesional y docente especializada en autismo de la Escuela de Fonoaudiología de la Universidad de Valparaíso y quien es magíster en Docencia para la Educación Superior y diplomada en Trastornos del Desarrollo, la decisión de autorizar a las personas con esta condición a salir a la calle en el contexto de pandemia es más que acertada, pues, a diferencia de lo que ocurre con la población general, quienes piden estos permisos o salvoconductos lo hacen por auténtica necesidad y cuando realmente lo necesitan. Además, afirma que esta medida representa un respaldo a la labor que a diario cumplen sus familiares y cuidadores, que también deben ser considerados como potenciales beneficiados.
"Afortunadamente, la mayoría de las personas que presentan esta condición son capaces de permanecer en sus casas y si cuentan con ciertas consideraciones y apoyos no van a experimentar grandes trastornos y podrán sobrellevar de buen modo la cuarentena. Pero en ciertos casos esta suerte de encierro forzado dará pie a cambios conductuales y emocionales que deben ser tomados en cuenta, como resultado del aumento de la ansiedad, de malestar o estrés. También pueden surgir desajustes alimenticios y en algunos casos conductas desafiantes y disruptivas, tales como autolesiones, por ejemplo, lo que sin duda implica un problema mayor", precisa la académica.
Consideraciones
En línea con lo anterior, el fonoaudiólogo y magíster en Neurociencias Gabriel Olate González, quien también es profesor de la Escuela de Fonoaudiología de la UV, sostiene que en este tema es fundamental considerar al mismo tiempo los diversos aspectos y realidades involucrados, ya que mientras para algunas personas con autismo puede resultar tranquilizador y hasta positivo quedarse en casa por estos días, para otras ese escenario es percibido o termina siendo todo lo contrario.
"En general, los cambios que experimentan se producen como consecuencia de las variaciones que sufren sus rutinas, de situaciones inesperadas, falta de predictibilidad y hasta temor por lo que puede suceder ante esta pandemia mundial. No obstante, es importante considerar de igual manera la variabilidad dentro del espectro del autismo, porque cada persona puede reaccionar de manera diferente, dependiendo de su entorno y las características del lugar en el que vive o cómo se relaciona con quienes lo rodean", aclara a su vez el docente e investigador.
Apoyos y terapias
Otro factor para tener en cuenta en esta materia es la necesidad que tienen las personas con autismo y sus familiares de acceder y recibir -de diferentes maneras- los apoyos educativos que requieren para su condición, en modalidades regulares o especiales. Entre estos figuran, desde luego, las terapias y sesiones con diversos profesionales de la salud y la educación.
Por tal motivo, en estos momentos, -y si se toma en cuenta que una cuarentena restringe o impide este tipo de procedimientos-, es recomendable que los usuarios mantengan la comunicación con su grupo terapéutico a través de reuniones virtuales o apoyos telefónicos.
"Sabemos que nada reemplazará el contacto directo con los profesionales de apoyo, pero en tiempos de pandemia debemos adaptarnos y seguir resolviendo los problemas de la vida cotidiana, y más en el caso de una persona con autismo, que debe mantener sus rutinas y apoyos en diversos contextos y situaciones", asegura Gabriel Olate.
Por lo mismo, y dada la gran variabilidad que exhibe el espectro autista y de las diferencias socioculturales que existen en nuestro país, Vanesa Kreisel advierte que hay que seguir algunas recomendaciones básicas para prevenir o disminuir la ansiedad o malestar propia de estos días.
"Es muy importante que la persona con autismo mantenga sus apoyos en casa. Por ejemplo, comunicarse, comprender la situación actual, realizar actividades de ocio y colaborar con tareas domésticas, entre otras", concluye la profesional de la Escuela de Fonoaudiología de la UV.
Recomendaciones
Por lo general, cada persona con autismo y quienes están a cargo de su cuidado saben qué es lo ideal para mantenerse bien en casa. Lo fundamental es que las acciones a realizar promuevan el bienestar emocional y físico de todos los miembros de la familia. El primer paso es tratar de mantener las rutinas esenciales. Asimismo, se sugiere planificar acciones variadas mediante un horario semanal, estructurar el tiempo libre y anticipar los cambios, contar con zonas de regulación emocional visibles, establecer momentos de relajación todos los días y disponer tiempo para el ocio. Del mismo modo, ayudar a la persona con esta condición a expresarse sobre lo que pasa y lo que están sintiendo resulta clave, ya sea promoviendo el uso de sistemas de comunicación si fuera necesario o mediante conversación sobre emociones, inquietudes y temores. Y por último, se aconseja no olvidar estar atentos a los cambios emocionales o de comportamiento.