Cristián Rojas M.
El Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCh) presentó recientemente a la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados un informe que da cuenta de los requerimientos que ha tenido para dar continuidad a los procesos formativos, el cual expuso el estado financiero de las instituciones y formuló cinco propuestas para superar las dificultades y limitaciones que derivan de esos estados financieros.
El informe elaborado con los datos autorreportados por las 30 universidades que conforman el CRUCh demuestra que hasta la fecha las instituciones han debido incurrir en costos que superan los $16.556 millones para implementar medidas que permitan adaptar el proceso de enseñanza a la situación de emergencia sanitaria.
Entre otras medidas, destacan la capacitación para docencia virtual, apoyo para la adecuación y desarrollo de material didáctico, entrega de herramientas tecnológicas para el teletrabajo, entrega gratuita de equipos tecnológicos y dispositivos de banda ancha a los estudiantes vulnerables y becas de conectividad, adquisición de licencias de software educativos y clases sincrónicas y habilitación de mesas de ayuda para apoyar el trabajo virtual. También se consideran los costos asociados a medidas de seguridad sanitaria como fumigaciones periódicas y compra de insumos de protección personal.
Complejo panorama
Con el propósito de apoyar a los estudiantes que tienen dificultades para solventar los pagos de aranceles, matrículas o los procesos de titulación, las universidades han dispuesto una serie de medidas tendientes a evitar que los estudiantes deban abandonar sus estudios, tales como garantizar el acceso a todos los contenidos y materiales, independiente de la situación de pago; facilidades y prórrogas para las obligaciones financieras contraídas con la institución, extensión de plazo en matrícula y becas adicionales, entre otras.
Este año las universidades enfrentaron un proceso complejo de admisión, que significó una baja cercana al 10% de la matrícula esperada, que se tradujo en una merma de $17.500 millones.
El estado de emergencia sanitaria también está afectando la matrícula de los cursos superiores: aumentó la cantidad de alumnos que han presentado suspensión de estudios o postergación de matrículas. Esto ha significado una caída de $62.412 millones por aranceles de cursos superiores.
Cinco propuestas
Frente a la difícil situación, el rector de la Universidad de Valparaíso y exvicepresidente del CRUCh, Aldo Valle, puntualizó que "hemos hecho un planteamiento que no consiste en solicitar recursos adicionales que impliquen más gastos al presupuesto público, pues entendemos que hoy existe otra prioridad. Pero sí demandamos otras medidas que permitan paliar la pérdida de ingresos que tendremos en 2020. Éstas sólo necesitan voluntad política, que esperamos ver".
Al respecto, detalló que están requiriendo, en primer lugar, "que se autorice, real y no formalmente, el uso efectivo de los excedentes de los fondos de crédito solidario, activos financieros que han sido aportados también por las universidades y permitirán compensar ingresos por término de la gratuidad de los estudiantes que la pierden antes de concluir sus carreras".
En segundo lugar, piden "que se condone la devolución de becas en los casos de deserción o suspensión de estudios que deciden los estudiantes, porque esas decisiones no son de responsabilidad de las instituciones, y se corrija la reglamentación respectiva", subrayó Valle, agregando que la tercera medida que proponen es "que una ley permita consolidar pasivos a las universidades que lo necesiten".
La cuarta solicitud es "que no se considere este año para efectos de computar el periodo de duración de la gratuidad, atendida la perturbación que ha implicado para los estudiantes y sus familias".
La quinta medida que el CRUCh propuso, añadió Valle, es "que se amplíe el plazo para postular a beneficios estudiantiles o se reabra al inicio del segundo semestre, de modo que ningún estudiante quede excluido, porque este costo finalmente lo soportan las universidades con cargo a sus presupuestos".
Finalmente, Aldo Valle hizo hincapié en que "todas estas acciones permitirían, dependiendo de las realidades de las instituciones, un apoyo oportuno y pertinente que derivaría a su vez en que los estudiantes no se vean afectados por los déficits de las universidades".
Menor gasto en otras áreas no compensa
El informe elaborado por el CRUCh y expuesto en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados también incorporó la disminución de costos por reducción en transporte, viáticos y otros ítems, como agua, gas y electricidad, lo que en total alcanza a $7.765 millones, cifra bastante menor a los más de $16.556 millones que se han debido invertir por sobre lo presupuestado inicialmente para llevar a cabo el actual semestre académico, de modo que hicieron el alcance que el menor gasto en algunas áreas no compensa el mayor gasto en otras y el balance sigue siendo negativo.
"Que se condone la devolución de becas en los casos de deserción o suspensión de estudios que deciden los estudiantes".
Aldo Valle, Rector de la U. de Valparaíso
"Demandamos medidas que permitan paliar la pérdida de ingresos. Éstas sólo necesitan voluntad política, que esperamos ver".
Aldo Valle, Rector de la U. de Valparaíso
$ 16.556 millones han debido invertir las universidades en aspectos que se deben a la pandemia.