ADMINISTRACIÓN DEL RIESGO
NEGOCIOS. La clave del éxito no consiste en ignorar los riesgos o estar pendientes de ellos, sino en analizarlos y controlarlos de manera efectiva.
Actualmente, en un escenario de crisis sanitaria y ambiental desatada por la pandemia, muchas empresas y actividades económicas forzosamente han reducido sus operaciones hasta niveles mínimos e incluso la inacción. Complicada situación, ya que los bajos volúmenes de producción conllevan también bajos niveles de ingresos, lo que financieramente no es sostenible por mucho tiempo, amén del apoyo que preste la institucionalidad del país mediante medidas que favorecen las extensiones y facilidades de crédito, así como otros beneficios disponibles en materia laboral y tributaria.
Sectores como el turismo, la hotelería, el transporte, las líneas aéreas, los espectáculos al aire libre, musicales o deportivos, entre otros, son algunos ejemplos de actividades bajo tensión. ¿Qué ejecutivos de empresas fueron capaces de anticipar la coyuntura actual antes de marzo? Casi nadie. La razón es simple: Se activó un riesgo desde el entorno exterior, zona que no es resorte de las decisiones empresariales.
Algo similar se vivió con el estallido social de los meses finales del 2019 que, a raíz de la incontenible y desbordada espiral de violencia sobre la propiedad pública y privada, damnificó a múltiples negocios ¿Alguien lo anticipó? Tampoco, pues otra vez el suceso nació al activarse un riesgo originado externamente.
Una de las lecciones que nos dejan estos últimos 8 meses, es que los riesgos existen y merecen atención. Es entonces relevante aprender sobre la administración del riesgo, la que proporciona métodos valiosos para contener o al menos reducir los efectos nocivos de un riesgo activo.
La necesidad del análisis
Todos los negocios y proyectos, sin excepción alguna, tienen implícitos algún tipo de riesgo. Esto es válido tanto para pequeños desafíos, por ejemplo, la organización del cumpleaños de una hija, como para desafíos millonarios como lo es la red del Metro de Santiago.
Existen ejemplos de emprendimientos que terminaron costando más del doble de lo presupuestado, se abrieron un par de años más tarde de lo previsto o terminaron con resultados negativos. Como consecuencia de estos fracasos, el gobierno, los inversionistas y prestamistas, están más reacios a participar en los emprendimientos.
Minimización de riesgos
La clave del éxito en los negocios no consiste en ignorar los riesgos o estar pendientes de ellos, sino en analizarlos y controlarlos de manera efectiva, minimizando los riesgos adversos dentro de los límites prácticos y económicos tolerables. Por ejemplo, si en el análisis del riesgo se detecta que un posible corte de electricidad disminuiría significativamente las ventas de una empresa, entonces estaría justificada la compra de un equipo electrógeno para utilizar en caso de emergencia.
Para minimizar la probabilidad de ocurrencia de los sucesos adversos, la administración del riesgo velará por una sistemática planificación, identificación, análisis, elaboración de un plan de respuesta y control del riesgo.
Las posibles fallas
Cualquier riesgo identificado es un elemento capaz de originar fallas. A fines de evitar que un proyecto fracase, es fundamental identificar las posibles causas del fracaso para agregarlas en el análisis de riesgo.
Las causas de las fallas se agrupan en cuatro categorías: Planificación inadecuada, problemas relacionados con los recursos humanos, controles inapropiados y factores exógenos.
Identificación del riesgo
El análisis del riesgo debe comenzar por la identificación de los eventos riesgosos que, si ocurriesen, afectarían los resultados. Se debe prestar especial atención a los sucesos que afectarían seriamente, aun cuando su probabilidad de ocurrencia sea muy baja.
La identificación anticipada de riesgos le concede tiempo a los directivos para resolver los problemas antes de que ocurran o para notificar a los interesados de que el peligro es inminente.
Una tarea importante es el reconocimiento de la mayor cantidad posible de eventos imprevistos, a pesar de la indudable dificultad que presenta esta labor, pues los imprevistos acontecen sin anticiparse su ocurrencia. Aunque sean desconocidos, sería un error omitir a los imprevistos en la planificación del riesgo, puesto que es mejor prevenir que lamentar.
Síntesis
Aunque muchos ejecutivos utilicen un razonamiento intuitivo como punto de partida para sus decisiones, la administración del riesgo va más allá, evaluando el nivel del riesgo y los efectos que ocasionaría sobre la marcha de la actividad empresarial.
La administración del riesgo es una labor permanente y dinámica, que incluye su análisis, planificación, identificación, respuesta y control.