El Pre$idente no nos deja muy bien parados
El servicio de streaming Amazon Prime estrenó la esperada serie sobre la vida y obra de Sergio Jadue. Una producción muy entretenida, pero no precisamente de promoción turística.
El revuelo causado por la estupenda serie "El Pre$idente", estrenada el 4 de junio por Amazon Prime y basada en la truculenta historia del exmandamás de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Sergio Jadue, presenta a millones de espectadores a lo largo y ancho de todo el mundo el relato del mayor de los escándalos deportivos conocidos por estas latitudes, protagonizado por el desconocido y ambicioso mandamás del humilde club Unión La Calera de nuestra región y las vicisitudes que lo llevaron a ser obligado a colaborar con el FBI norteamericano y, posteriormente, a vivir cómodamente y sin mayores medidas cautelares en Miami, a la espera ser leída su sentencia por hechos de corrupción relacionados con la venta de derechos de televisación de los torneos de la Conmebol. El Departamento de Justicia de los EE.UU. ya ha postergado en nueve ocasiones tal trámite, con nueva fecha para el próximo martes 3 de noviembre.
La imagen que la serie presenta al mundo, con todo, no deja precisamente bien parada a la ciudad del cemento, convertida en una suerte de Comala mezclada con Ciudad Juárez, donde la única ley presente pareciera ser la del propio Jadue y sus secuaces y matones. Para qué hablar de Valparaíso, que en su única escena, muestra poco decorosas postales en la Aduana y el Puerto, con un cargamento de merchandising botado al mar por errores de tipeo de los proveedores chinos; o de Viña del Mar, con la Av. San Martín disfrazada de Miami y el estadio Sausalito, de Maracaná.
La PDI (rebautizada como DPI) tampoco lo hace mejor, dejando una impresentable imagen de guardias de pueblo a los cuales un detenido les quita el arma para suicidarse y cuyos integrantes llegan visiblemente ebrios a un operativo al día siguiente de la conquista de la Copa América del año 2015. Es ficción, cierto. Pero parece que ella no aplica a la atractiva e incorruptible agente mexicana del FBI y sí se permite varias licencias con nombres y apellidos de los expresidentes de Colo Colo, Cristián Varela, Universidad de Chile, José Yuraseck, y Universidad Católica, Jaime Estévez, el futbolista Arturo Vidal, la prensa chilena y tantos otros.
Las sorprendentes actuaciones del colombiano Andrés Parra en el papel de Jadue, de la mexicana Paulina Gaitán, como su mujer María Inés Facuse, la "Nené", y de la extraordinaria Anita Reeves como una entrañable viejuja manilarga y corrupta, que según la serie crio al calerano, funcionan como una inteligente hipérbole de cómo en pleno Siglo XXI y ante todas las cámaras y luces del país nadie levantó la voz para advertir de los excesos de Jadue.
En Chile, aun cuando se formalizó la investigación por delitos de carácter tributario y de apropiación indebida, y no se incluyó el de soborno entre privados -no tipificado por aquellos días- cabe preguntarse si la Justicia pudo haber hecho algo más o si sencillamente la ebriedad del éxito, tal como les ocurrió a los policías de la serie, acabó por obnubilarla al igual que a todo el país.
Por lo pronto, la estela dejó en la Región harto donde hurgar. Ya la semana pasada el fiscal adjunto de Viña del Mar, Pablo Bravo, solicitó audiencia para la formalización de la madre de Jadue en relación a una querella presentada por su exmujer por la venta de un departamento por 225 millones de pesos en Concón, perteneciente a la sociedad matrimonial Inversiones San Nicolás.
En Miami, en tanto, Jadue se pasea ensangrentado tras supuestamente destruir a batazos el auto de la nueva pareja de la "Nené".
Y no, lo del departamento y el bate no es precisamente ficción.
A lo mejor les cabe en un futuro spin-off.