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La travesía del terror de Karen Roco para poder llegar a Curauma

DEPORTES. La canoísta viajó el miércoles en automóvil desde Constitución, superó un pinchazo de neumático, barreras sanitarias y el toque de queda para reintegrarse al equipo olímpico.
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Luego de un primer intento frustrado a mediados de mayo, cuando no consiguió pasar la barrera sanitaria de San Antonio y fue enviada de regreso a Constitución, finalmente el miércoles, por la noche, la canoísta nacional Karen Roco logró llegar desde el Maule a Curauma, lugar que había dejado a mitad de marzo una vez que se decretó el cierre provisorio del Centro de Entrenamiento Olímpico producto de la pandemia.

Pero su retorno a la región no estuvo exento de complicaciones, y a medida que la medallista panamericana comienza a relatar su experiencia la historia toma tintes cinematográficos.

"Fue de película, si es para no creer", parte contando la deportista, clasificada para los Juegos Olímpicos de Tokio en la prueba C2 500 metros compartiendo bote junto a la viñamarina María José Mailliard.

La salida de Constitución ya fue problemática. El anuncio del confinamiento obligatorio para Valparaíso y la Ciudad Jardín sembró la incertidumbre en torno a su viaje. Ya tenía su auto cargado completo, con un bote y una bicicleta sobre la parrilla, cuando se debatía entre viajar o no. Por mucho rato no supo qué hacer, estaba en shock.

"Estaba entre que salía y que no salía. Primero me decían que no, después que sí, después que tenía que esperar. Luego me llamó mi entrenador (Evidio González) para decirme que me viniera no más y que en Curauma la arreglábamos. Y ahí tomé la decisión de irme", explica Roco, agregando que "esa incertidumbre antes de viajar me tenía agotada, no daba más".

Y eso fue apenas el comienzo. Al final a eso de las 13:30 horas emprendió rumbo hacia el norte por la intrincada carretera de la costa, desde el Maule hasta Valparaíso, portando la autorización que días antes le había otorgado el seremi de Salud subrogante Jaime Jamett a ella, su pareja e hijo, para atravesar el cordón sanitario dispuesto en torno a la provincia de San Antonio.

En el camino tuvo que realizar algunos encargos y entregar unas encomiendas familiares, pero ya en Santa Cruz pinchó un neumático y tuvo que parar en la carretera, sacar las cosas de la maleta para poder acceder a la rueda de repuesto y cambiarla. Cerca de una hora estuvieron en eso, y con el toque de queda apremiando, Roco optó por obtener un salvoconducto por internet, adjuntando la autorización de Jamett.

"Pensaba que íbamos a tener que dormir en el auto, pero después me lo cuestionaba por mi hijo. Me pasé mil películas", cuenta la canoísta nacional.

Ya a eso de las 22:30 horas llegó hasta la barrera sanitaria de San Antonio, donde había presencia militar. "Me apuntaron pensando que yo iba pasando a la mala, y me gritaron pidiéndome el salvoconducto", relata Roco, agregando que "no estoy acostumbrada a que me apunten con una metralleta. Cuando les fui a pasar el papel me temblaban las piernas y las manos, me costó hasta manejar después. Fue muy angustiante".

Pero el drama siguió luego, cuando la detuvieron a la salida de la ciudad, y poco más adelante cuando la pararon los Carabineros.

"Me preguntaban por qué llevaba esa cosa allá arriba (el bote), por qué venía tan cargada de cosas, ¡porque venía trayendo todas mis cosas de entrenamiento!, era prácticamente una mudanza, y por qué andaba a esta hora, y ahí tuve que darles explicaciones. A lo mejor pensaban que andaba robando por ahí, y les tuve que explicar, les mostré hasta fotos donde salía yo remando para que me creyeran", recuerda Roco, quien dice que celebró el cruzar la barrera sanitaria como si hubiese ganado una medalla.

Ya era medianoche cuando llegó a Curauma, donde ayer por la mañana volvió a remar en el tranque La Luz. "Igual me costó un poquito, porque son tres meses que estuve afuera sin que nadie me corrigiera, así que estaba feliz, motivada entrenando", reconoce la canoísta, quien con cierta preocupación sostiene que "me vine a meter a las patas de los caballos, porque está la embarrada (por la cuarentena), pero bueno, hay que estar acá".

Según le informaron contará con salvoconducto para continuar con los entrenamientos en medio del confinamiento, aunque después de esa travesía desde Constitución pareciera que Roco es capaz de superar cualquier obstáculo con miras a Tokio 2021.

El reencuentro con Mailliard y González

Ayer, por la mañana, después del extenuante y angustiante viaje del día anterior, fue el reencuentro de Karen Roco con su equipo en el CEO de Curauma. Un regreso al Centro de Entrenamiento Olímpico que no estuvo exento de emociones. "Al 'profe' no lo quise ni abrazar, entonces fue como un saludo desde lejos porque ya es más de edad. Pero la María José (Mailliard) no se aguantó y me tocaba la bocina, se bajó, me abrazó, estaba feliz. No podía creer que había llegado. Es que ya no me creía, porque a veces le decía que me iba para allá y después no viajaba", cuenta la canoísta nacional.

"No estoy acostumbrada a que me apunten con una metralleta. Cuando les fui a pasar el papel me temblaban las piernas".

Karen Roco, Canoísta clasificada a Tokio 2021


Canotaje olímpico espera impaciente por implementos prometidos

Clasificadas desde agosto del año pasado a los Juegos Olímpicos, Karen Roco y María José Mailliard han esperado por largo tiempo, desde antes de la pandemia, por implementación deportiva clave, pese a que como dupla tienen opción de final olímpica y la viñamarina incluso puede pelear por una medalla en C1 200 metros.

"Nos han prometido tantas cosas, y los presupuestos están aprobados, pero siempre hay una persona que cuestiona por qué nos dan esto y lo otro", critica Roco, quien desde hace más de un año que espera por una canoa ergómetro normal.

Los dardos apuntan a Marcelo Ubal, Secretario Ejecutivo del Plan Olímpico de Chile.

Mailliard espera una canoa ergómetro en pendiente. "Estoy súper desmotivada, me he cuestionado varias veces si seguir o no", dice, agregando que "da lata porque uno tiene que estar calentándose la cabeza y te terminan odiando por pedir la implementación que necesitas. No estoy pidiendo cosas para llenarme los bolsillos de plata. Es lo mínimo para poder entrenar y tratar de estar en igualdad de condiciones con las demás competidoras a nivel mundial".

25 de agosto el día en que Karen Roco y María José Mailliard clasificaron a los Juegos Olímpicos de Tokio en la prueba C2 500 metros.

2 minutos 9.82 segundos el tiempo que hizo la dupla en Hungría para clasificar, quedando octavas a 7.01 segundos de las ganadoras.