Correo
Gastos
La información publicada el 12 de junio sobre los altos gastos en el municipio de Valparaíso asociados a despidos arbitrarios es un hecho gravísimo. Es necesario que desde la ciudadanía, organizaciones de la sociedad civil y organismos públicos exista una fiscalización dura para que ninguna autoridad se atribuya la facultad de disponer de recursos, que son de todos los porteños, para satisfacer sus ambiciones políticas.
En el caso, la Contraloría debería iniciar un examen de cuentas, requiriendo al señor Sharp para que remita toda la información pertinente y evaluar así si corresponde iniciar un juicio de cuentas en contra del alcalde y de cualquier otra autoridad o funcionario de su administración que tenga responsabilidad en tan grave despilfarro.
Hoy la ciudadanía exige más de parte de las autoridades y ellas deben estar a la altura. La plata que los trabajadores chilenos pagamos mes a mes en impuestos, contribuciones y gravámenes de diverso tipo, no pueden ser malgastados por la autoridad sólo para beneficiar a sus amistades y partidarios. Menos aún en la grave situación de pandemia que nos aqueja.
Luis Fernando Sánchez Ossa
Acuerdo
El grupo de economistas, con expertos de lado y lado, generó una propuesta para enfrentar la pandemia y sus desastrosos efectos. La masiva clase media del país, que con tanto esfuerzo obtuvo un bienestar y mejora respecto de sus propios padres, hoy ve con más incertidumbre que nunca un retroceso sin precedentes.
El acuerdo que pretende apaciguar este problema se encuentra en un punto muerto entre oposición y el Gobierno. Parece increíble, pero hasta en estas apremiantes circunstancias la oposición intenta separar los proyectos, tirar el tejo pasado para sellar el pacto en sus propuestas y dilatar la discusión de la reactivación económica, incluso postergándola.
Es impresentable un actuar tan mezquino, calculador e irresponsable. Debiésemos mirar cómo Uruguay, en una bilateral entre el expresidente Tabaré Vázquez y el actual Presidente Luis Lacalle Pou, sin prensa ni patadas a la mesa, gestaron un acuerdo pese a sus legítimas diferencias políticas en pro de su país. Aquí, algunos se siguen mirando el ombligo.
Jose Luis Trevia Fundación para el Progreso
Estado de derecho
Una de las normas fundamentales de toda democracia, y que ha caracterizado a Chile desde los albores de la República, es la del respeto al Estado de derecho, que podríamos definir como el respeto de la Constitución y las leyes por parte de la autoridad. El comentado principio jurídico tiene como alcance histórico el despotismo ilustrado imperante en Europa en el siglo XVIII.
En Chile encontramos dicho principio en los artículos 6 y 7 de la Constitución actual, que señala que "ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias" puede violarse el Estado de derecho. Recordamos, a quien no lo sepa, que la norma citada ha estado vigente por casi 200 años en Chile y que nació producto de la anarquía que vivió el país al comienzo de su historia. Gran parte de nuestra tradición republicana se basa en estos artículos.
En razón de ello, y de las recientes acciones de la presidenta y vicepresidente del Senado, quienes eligieron violar la Constitución y no respetar a la autoridad sanitaria respectivamente, convendría recordarles que el Estado de derecho precisamente llama a proteger aún más la Constitución cuando las circunstancias son extraordinarias, como las que nos ocupan como país en este momento.
Aceptar cualquier tesis en contrario es violar la tradición republicana del país, deshonrar la Constitución y merecer ser comparados a nivel histórico con quienes, en momentos graves, eligieron el camino de la anarquía en Chile o el despotismo ilustrado en Europa.
Valentina Ramirez H.
Problemática racial
No dejan de sorprender las manifestaciones y protestas que han surgido masivamente en Estados Unidos, escenario que ha sido catalogado como el peor estallido racial en 50 años. Pero al realizar una lectura detallada sobre las políticas que se han construido en torno a la población afrodescendiente, es posible observar un énfasis hacia la criminalización, segregación y violencia que se ha traducido en el desarrollo de estereotipos y prejuicios que estimulan el menosprecio por la dignidad humana de las personas afrodescendientes.
Si bien el crimen de George Floyd ha despertado un amplio rechazo hacia la violencia racista, la sociedad estadounidense enfrenta un nivel de polarización que probablemente agudice las situaciones de conflicto, complejizando aún más los escenarios de solución. Habrá que ver si las instituciones actuales están preparadas para asumir un proceso de transformación social de esta envergadura.
Jorge Vergara Académico Escuela Psicología Universidad de Las Américas
Acuerdo
Concuerdo con Jose Antonio Kast (entrevista publicada el 11 de junio). El Gobierno debe tener carácter y liderazgo para sacar solo una agenda económica.
Hernán López