Cartas
Equipos de salud y empatía
"Se presume culpable". Esta frase, incluso ya descartada de la terminología legal, hoy me hace reflexionar y la traigo a colación a partir de lo que con preocupación veo en los equipos de salud y, en particular, de mi equipo cercano en el contexto de la presión asistencial y cargas laborales debido a la pandemia.
Esta analogía pone de manifiesto que lamentablemente un error (que por lo demás puede que no lo sea), un retraso, o incumplimiento según una planificación, genera una serie de reclamos a todo nivel, dando a entender que las personas no realizan su función al parecer porque no quieren, es decir, se "presumen culpables".
El personal ha manifestado, a más de tres meses del comienzo de la pandemia, el cansancio, estrés, sobrecarga, angustia, miedo, pena, rabia, etc. Con ello, a veces sólo falta una palabra de agradecimiento y reconocimiento de que lo que se hizo, se intentó, se cumplió tal vez a deshora, pero se realizó; que a pesar de incumplir con necesidades básicas de descanso y alimentación propias, se logró la labor, etc.
Los equipos de salud que realmente trabajan con los pacientes han mostrado "con carteles" lo agotados que están. Pedimos empatizar con nuestra labor a quienes desde una planilla o un escritorio, mueven las piezas pensando que se podrá "mostrar eficiente gestión". Las instituciones o procesos que dependen de personas, necesitan personas. ¡Ojo! No he puesto nada en este relato que tenga que ver con dinero, hablo de humanidad y valores de otro tipo. Yo les digo y sugiero que no estiren mucho el elástico de su personal, porque ese elástico está a punto de romperse, y es ahí donde el agradecimiento y la empatía llegarán muy tarde.
No "presumamos culpables", donde hay muchos inocentes...
Kinesiólogo José Luis Sufán Académico Diplomado Kinesiología y Rehabilitación en UPC Universidad Andrés Bello
Estar a la altura
Vivimos en un mundo al revés. Un Chile que urge de unidad y de vigor republicano, hoy presencia como algunos intentan aprovecharse del pánico de una pandemia. Un ejemplo es el diputado Iván Flores, que busca censurar la mesa de la Cámara de Diputados.
"Hoy es una obligación política practicar la censura de la mesa", dijo el honorable. Increíble. En momentos de tormento, dificultad e incertidumbre, se espera de nuestros políticos la mejor disposición y grandeza para sacar adelante el barco. No se entiende, entonces, que en su ambición de poder el diputado prefiera la rabieta y pequeñez política.
El país no tiene la culpa de sus errores, y perder el tiempo que no se tiene en peleas mezquinas sólo es postergar a los más necesitados en aras de su interés político personal. La pelota está en la cancha de la oposición, es momento de estar a la altura y aceptar la derrota. Para peleas chicas, Chile no está disponible.
Nicolás Martins Fundación para el Progreso
Sernac
Por este medio vengo en expresar mis felicitaciones al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) por su actuar en dar solución a problemas que se han presentado durante esta pandemia que nos está afectando. Es digno de destacar el profesionalismo y preocupación para coordinar la mejor solución de las partes.
Es muy fácil enviar críticas y reclamos, pero no así felicitar cuando se hacen bien las cosas "Al César lo que es del Cesar".
Leopoldo Medina L.
Mucho que entregar
A mis setenta años, soy una persona de clase media, con necesidades normales como cualquiera. Aún trabajo y ello me ha permitido tener un mejor pasar y sentirme todavía una persona útil para la sociedad. Me considero un hombre feliz. Todos los problemas me los he echado al hombro. Los malos momentos los he simplificado y los buenos los he multiplicado, quedando a mi haber un saldo positivo que he sabido capitalizar a través del tiempo.
He aprendido que la vida se nos dio para disfrutarla cada segundo y cada minuto. Que el andar de mal humor, alterarse por cosas insignificantes o que no valen la pena, son actitudes que debemos ir eliminando de nuestro acontecer diario. Por supuesto que no es fácil, ¡pero!
¿Qué es fácil en la vida? Si no tuviéramos problemas o todos fuéramos iguales la rutina sería nuestra compañera permanente y al final llegaríamos a lo mismo. La gracia de vivir está en saber combinar lo bueno con lo mano e irradiar hacia otros nuestro optimismo. Contagiemos la alegría, desechemos la amargura. En lo personal, doy gracias a Dios por los años que me ha dado y que espero sean muchos más.
Los adultos mayores tenemos mucho que entregar. Aprovechen nuestras experiencias, integrándonos su mundo actual. Cuando nos traten de "viejo" que sea por cariño y no por desprecio.
Quiero aclarar que esto lo escribí hace seis años. La diferencia está en que hoy tengo 76 años y estoy sin trabajo. Lo envío porque está totalmente vigente.
Jorge Valenzuela Araya
Un error
La trágica muerte de George Floyd conmocionó al mundo entero. En muchos puntos del mundo salieron a protestar por las legítimas demandas para enfrentar al racismo de una vez por todas. Sin embargo, se ha cometido el error de tratar de reescribir la historia con gestos bastante decidores, botar estatuas parece ser la favorita de aquellos que protestan.
Pero ¿qué esconde esa pretensión? Sin lugar a dudas, una firme creencia en el revisionismo histórico, en pretender tapar el sol con un dedo, en dejar sin sonido esos pasajes de la historia que son más bien oscuros. En Londres, por ejemplo, se rayó la estatua de Winston Churchill. No necesita mayor presentación, pero Churchill fue quien combatió resueltamente la barbarie totalitaria, fascista y racista en Europa en el siglo XX.
El caso en cuestión es el vivo ejemplo de que asistimos hoy a una generación que siente que la historia comienza con ellos. Construyen un relato histórico con hechos pasados, pero con valores presentes, lo cual representa únicamente una actitud mañosa de comprender los fenómenos históricos, dejando de lado todo ejercicio de historicidad e historiografía. Crean una atmósfera de fervor misionero y, de hecho, asumen todos los aspectos de un renacimiento religioso.
¿Qué podemos esperar de esta generación que quiere dibujar la historia de forma antojadiza? Nada más que mentir -conscientemente- sobre nuestra historia, empobrecer la educación de las generaciones venideras y, lo que es peor, no sacar las correspondientes lecciones que el pasado nos otorga.
Javier Altamirano Estay