Pescadores de Valparaíso y Concón revelan crítica situación económica por falta de ayuda
COVID. En el Día de San Pedro pidieron a su patrono que se restablezca la normalidad. Actualmente subsisten con la jibia.
Así como todos los sectores económicos que se ha visto golpeados por la pandemia de coronavirus, los pescadores artesanales de Valparaíso y Concón no son la excepción. Actualmente las tres principales caletas de las comunas ya antes mencionadas -Portales, El Membrillo e Higuerillas-, tienen problemas económicos, no reciben aporte del Gobierno y están tratando de mantener a sus familias y a los recintos pesqueros solamente con la jibia.
Complicados, en el Día de San Pedro pidieron a su patrono que se restablezca la situación sanitaria para todos y reconocen que, a la fecha, no han recibido aporte social para poder enfrentar la crisis económica que viven: las ventas se han reducido en más de un 50%, sobre todo en Valparaíso, comuna que lleva más de dos semanas en cuarentena total.
Por esto, afirmaron, que todo ha sido complejo. Tras la crisis sanitaria se redujo considerablemente la extracción y venta de merluza, y están llegando al punto de no tener para poder pagar los servicios básicos de agua y luz. En total, en las tres caletas, son 618 familias que viven del mar.
El presidente de la caleta El Membrillo, Manuel Rojas, aseveró que "estamos un poco tristes, porque no pudimos hacer el homenaje al santo patrono a quien le pedimos que se vaya esta pandemia para poder trabajar, porque la situación está muy complicada. Antes de la cuarentena estábamos trabajando y llegaba gente a comprar, pero después quedamos con un 20% a un 30 por ciento de los compañeros que van a la jibia. Los que se dedicaban a la merluza estamos parados".
Ante este panorama, dijo Rojas, "el futuro no lo vemos bueno, porque seguimos trabajando con riesgo. No nos he llegado ninguna ayuda social, sólo el alcalde de Valparaíso nos dio el paquete de mercadería y nos ayudaron Los Huasos de Chile, pero el resto nada".
La realidad de la caleta El Membrillo no difiere de lo que acontece en la caleta Portales, la más grande de Valparaíso y donde trabajan más de 300 personas. El presidente de ésta, Pedro Tognio, afirmó que "acá hay un 80% de adulto mayor trabajando, sobre los 60 años para arriba, y el resto son jóvenes que se atreven a salir. Tenemos permisos, hemos sanitizado, tenemos la ayuda de la Armada, tomamos la temperatura, todo, para que se pueda vender con lo que está pasando, pero en cuarentena tenemos cerrado. Ha salido a la mar la jibia y dos botes en merluza, nada más".
Tognio aclaró que "tenemos un grave problema monetario. No tenemos de dónde sacar dinero para darle a nuestros socios, la única ayuda que tuvimos fue unas cajas de alimento del municipio y como tenemos concesión marítima hay que pagar a los trabajadores y cada vez es más difícil. No tenemos ni para pagar la luz y el agua, y no recibimos ninguna ayuda de nadie".
El caso de concón
En tanto, el presidente de la caleta Higuerillas en Concón, Roberto Paillacán, recalcó que pese a no estar en cuarentena, la pesca artesanal en su sector se ha visto golpeada por la pandemia porque han bajado las ventas en un 50 por ciento.
"Al principio de esto estábamos más o menos, cumplíamos las funciones y ahora se ha visto más complicada la cosa porque mucha gente que compra en Concón vive en las comunas donde hay cuarentena y las ventas han bajado en un 50%. Se está vendiendo muy poco pescado y estamos trabajando al 70% la jibia", acotó Paillacán.
"Vivimos el día a día. Tenemos que salir para vivir, porque los pescadores no hemos recibido ninguna ayuda social, no hemos tenido ayuda del Gobierno. Todo lo hacemos por nuestros medios, tenemos cuentas, nocheros en la caleta y se nos ha hecho difícil solventar los gastos para poder seguir trabajando", sostuvo.
"Tenemos un grave problema monetario, no tenemos de dónde sacar dinero para darle a nuestros socios".
Pedro Tognio, Presidente Caleta Portales
"Tenemos que salir para vivir porque los pescadores no hemos recibido ninguna ayuda social".
Roberto Paillacán, Presidente Caleta Higuerillas