Derrumbe, una nueva alerta en Av. España
Solo la cuarentena y la hora evitaron que las toneladas de material que cayeron sobre la vía causaran daños humanos o materiales Es cierto que se han hecho inversiones en la calzada, por lo demás necesarias debido a que se trata de una de las vías más transitadas del país, pero se han descuidado las laderas, afectadas por las repercusiones de diversos factores.
Los derrumbes son parte de nuestra realidad urbana. Algunos con consecuencias fatales. Afortunadamente el producido ayer en la Avenida España a la altura de Recreo no dejó daños personales. Sólo buena fortuna ya que ocurrió en cuarentena, con tránsito muy limitado y en horas de la madrugada. De cualquier modo, cayeron sobre la generalmente transitada calzada toneladas de rocas y tierra desprendidas desde la ladera. Reitera este derrumbe la fragilidad de las laderas de la avenida España, con delicada "salud geológica", que periódicamente entra en crisis. Hace más de 60 años, cuando se construyó la subida San Luis de acceso a Placeres, las excavaciones desataron un desprendimiento en cadena que cortó la vía. En el tramo entre Yolanda y Barón también se han producido derrumbes, uno de ellos vinculado a obras en la parte superior del cerro. En los años 60, los polémicos trabajos de la Vía Elevada, provocando derrumbes en el sector de la curva de Los Mayo, obligando a proteger la ladera con una malla de acero, sistema efectivo que se debería repetir en otros puntos críticos para evitar nuevos desprendimientos.
Es cierto que se han hecho inversiones en la calzada, por lo demás necesarias debido a que se trata de una de las vías más transitadas del país, pero se han descuidado las laderas, afectadas por las repercusiones de ese movimiento de vehículos.
Hay que recordar que el trazado de la avenida no recorre espacios naturales, sino que se trata de una faja ganada a los roqueríos costeros mediante excavaciones a partir del siglo antepasado para la construcción del ferrocarril entre Valparaíso y Santiago. Posteriormente se tendieron líneas de tranvías y se habilitó un camino, el "Camino Plano", conocido así pues la comunicación terrestre entre Valparaíso y Viña del Mar iba por los cerros. Así, las laderas y su diversidad material han quedado expuestas a derrumbes originados en numerosas intervenciones, el creciente movimiento, los sismos y las condiciones climáticas. El derrumbe de ayer obligó a un momentáneo corte del tránsito de vehículos que en tiempos normales habría provocado congestiones de proporción. Este problema exige solución, a partir de un estudio completo de las laderas, lo que supone un proyecto y gastos de ejecución. Y los recursos siempre son escasos.
Por el momento lo que se puede abordar es el tema de las vías alternativas para la parte alta, con una completa y bien mantenida señalización a través de los cerros Placeres, Esperanza y Recreo. Las alternativas están pero son complejas, solo para iniciados. Este derrumbe es una nueva advertencia que, pese a crisis económica y pandemia, no se puede pasar por alto. Se trata de una amenaza permanente a los miles de usuarios de la ruta más importante del Gran Valparaíso.