Clave única, una nueva complicación
Otra carga pesa sobre las personas que, agobiadas, deben hacer largas filas para obtenerla y así acceder a permisos de movilidad. Cuando las aglomeraciones son recurrentes en trámites como la obtención del 10% de los fondos previsionales, la exigencia resulta un contrasentido.
Justamente cuando la consigna es evitar aglomeraciones, una determinación oficial ha generado numerosas y peligrosas congestiones. Se trata de la nueva disposición de contar con clave única para obtener en la Comisaría Virtual algún permiso de desplazamiento.
Esta exigencia ha desatado una fuerte presión de público y largas filas en las oficinas de Registro Civil donde se entrega esa clave que, en teoría, facilita numerosos trámites en servicios públicos. Miles de personas no cuentan con esa clave, como también son miles los que no disponen de sistemas digitales para emplearla.
Carabineros, asumiendo el problema, ha establecido un sistema que otorga otra clave para lograr autorizaciones de movimiento. Se trata, nuevamente, de un formulario digital que, se afirma, podría llenarse en dos minutos, pero de nuevo está la necesidad de contar con medios digitales y saber emplearlos. A la vez, se denuncia que el acceso a esa modalidad es compleja.
Esta demanda de claves, palabras, letras, números o signos que nos ahogan y olvidamos, constituye un problema. Con buenas intenciones se busca proteger la seguridad de los datos personales y el acceso al manejo de diversas operaciones administrativas o financieras. Positiva medida en tiempos en que los malandrines no sólo acechan en calles y caminos, sino que también se desplazan con destreza por el ciberespacio.
Pero en estos días, cuando las aglomeraciones son recurrentes en trámites como la obtención del 10% de los fondos previsionales, el bono para la clase media o el subsidio de arriendo, entre otros beneficios que llevan a trámites presenciales o a formularios muchas veces crípticos y hasta peligrosos, la exigencia de la clave única resulta un contrasentido.
En tiempos normales es una buena idea, pues facilita muchas gestiones, pero como en estos días la normalidad aparece como muy lejana pedir una clave que lleva a largas filas desde la madrugada es una falta de tino.
El confinamiento, la falta de recursos, los problemas de desempleo, la inseguridad y la amenaza latente de la pandemia que tiene entre la espada y la pared a la humanidad, llaman a simplificar las cosas, no a complicarlas.
Dado el colapso, Omar Morales, director regional del Registro Civil, anunció que se está preparando un sistema de atención remoto, que podría ser a través de una video llamada. ¿Será esa modalidad lo suficientemente eficiente como para evitar las peligrosas congestiones?
Con todo, esta exigencia de la clave única para un trámite que para muchos con el solo número de carné ya resultaba complicado, es una innecesaria carga que, en los hechos, aumenta riesgos de contagio y altera el ánimo de las personas lo que puede llevar a reacciones indeseadas cuando la crisis también ataca la salud mental.