En momentos de crisis económica asociada a una pandemia hasta hora con fronteras desconocidas, la actividad portuaria, pese a todo, es fundamental como una de las piezas que debe seguir funcionando.

Así, resultó oportuno el Diálogo de Puertos realizado en un webinar organizado por la Empresa Puerto Valparaíso (EPV), con la colaboración del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y este Diario.

El encuentro tuvo el mérito de entregar, a través de diversas plataformas digitales, las experiencias de representantes portuarios de Chile, Argentina, Panamá, Ecuador, Bélgica, los Países Bajos y Estados Unidos.

Visiones diferentes sobre los modelos de autoridad portuaria y propiedad de los terminales, pero enfoques coincidentes sobre materias fundamentales como medioambiente y relación de los puertos con las ciudades en las cuales se encuentran asentados.

Otro aspecto compartido es la importancia económica de los terminales. Carlos Zepeda, analista de la autoridad portuaria a Rotterdam, destacó que el puerto representa el 6% de la economía holandesa y señaló que la ciudad es propietaria del 70% de las acciones del terminal. De este modelo sigue una relación armónica ciudad-puerto, con especial interés en que el terminal sea un buen negocio. En la misma ruta integradora se encuentra Guayaquil, precursor en la modernización portuaria continental ya en los años 60 del siglo pasado, y en ese sentido, "la planificación va de la mano con la eficiencia", afirma Héctor Hugo Plaza, gerente de la autoridad portuaria ecuatoriana, que también opera mediante el sistema de concesiones.

Una apertura y un acercamiento del terminal a la comunidad destacó Juan Linares, gerente de desarrollo del puerto de Bahía Blanca, Argentina. En lo operativo, señaló que el desarrollo del terminal está alerta a la productividad nacional mirando a la exportación, caso concreto el grano, y en cuanto a la conectividad resaltó la importancia del ferrocarril.

Desde el paso interoceánico clave, Panamá, Silvia de Marucci, gerente de la División de Análisis de Mercado y Relaciones con los Clientes del Canal, destacó la preocupación por el cambio climático y el tema ambiental "como algo crítico en la operación".

Franco Gandolfo, gerente general de Puerto Valparaíso, insistió en "una ampliación portuaria que permita mantener la competitividad", ello buscando armonía con la ciudad.

Este encuentro -que debería generar lazos permanentes- evidenció que crecimiento, economía y medioambiente son temas dominantes en medio de la diversidad. Además, demostró que, pese a la crisis, es necesario conocer experiencias comunes a un mismo rubro fundamental, el portuario, para así acometer con una mirada creativa y optimista los desafíos y los cambiantes escenarios del futuro.

El profesor Juan de Dios Vial Correa ha fallecido el 17 de agosto, a los 95 años de edad. Ello simboliza la partida de un humanista excepcional, que hizo su camino en el espacio universitario con profunda convicción y entrega. Fue rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile desde el año1984 hasta el 2000, institución a la perteneció su vida entera. Es muy significativo que el 15 de agosto se hayan conmemorado los treinta años de la Constitución Apostólica sobre las Universidades Católicas Ex Corde Ecclesiae, que fue una de sus fuentes de inspiración. "Nacida del corazón de la Iglesia, la Universidad Católica se inserta en el curso de la tradición que remonta al origen mismo de la Universidad como institución, y se ha revelado siempre como un centro incomparable de creatividad y de irradiación del saber para el bien de la humanidad", señala la Constitución que ilumina el camino de la Universidades Católicas del mundo.

En el libro "Pasión por la Universidad", publicado en 2018, se recoge el pensamiento de Juan de Dios Vial Correa. Fruto de un trabajo de dedicada edición, basado en sus discursos y reflexiones, el libro permite penetrar en la mirada y vocación de este intelectual, humanista, científico y persona de fe. El editor culmina la obra con el discurso que el profesor Vial entregara al recibir el grado de Doctor en Scientiae et Honoris Causa en 2003. En "El don de la felicidad" dice: "He pensado entonces que sería apropiado hacer ante ustedes una reflexión sobre los bienes que he recibido de la Universidad. Así como en la vida cotidiana no agradecemos el aire que respiramos, así también hay muchos bienes que recibimos en la vida sin darnos cuenta, y el hecho de ponerlos en relieve al final de la jornada puede tener alguna utilidad para los que están en las perplejidades y trabajos del comienzo o del camino."

Es a los que están en las perplejidades iniciales a los que dice: "Quiero, pues, referirme a bienes humanos fundamentales que me han sido dados principalmente por vía de la Universidad". "El primero es el bien del conocimiento y conocimiento de la verdad… llegué a darme cuenta de que el conocimiento en todas sus modalidades es un bien necesario… por la plenitud que significa…, ello es porque sabemos que en cada cuestión existe algo que tratamos de alcanzar y que se llama "la verdad". "Por mucho que el mundo haya cambiado, estoy convencido que, si la más compleja de las universidades de hoy no quiere anularse y destruirse, ella debe dejarse empapar por el convencimiento de que el saber, el conocimiento, la verdad, son los mayores de sus bienes, el más genuino de sus tesoros". A lo que agrega otros bienes en este discurso, como la experiencia continuada de la belleza o el valor del trabajo como el juego de un niño, "serio y concentrado".