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Venecia cumple su sueño y abre una singular versión de la Mostra

CINE. Hasta la ciudad italiana llegaron actores, realizadores y directores de otros certámenes para mostrar su solidaridad con el evento, el primero en pandemia.
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F. Arbulú / Agencias

La cancelación del Festival Internacional de Cine de Cannes y la realización online del de Toronto dieron cuenta del complejo momento que están viviendo estos eventos a nivel mundial, producto de las medidas sanitarias para evitar la propagación del covid-19. De allí que todos los ojos del séptimo arte a nivel global estaban puestos en Venecia, donde se esperaba concretar el primer certamen presencial en tiempos de pandemia. Y lo logró.

Ayer, con la presencia de las actrices Cate Blanchett y Tilda Swinton se inauguró la 77ª edición de la Mostra. Un momento que contó, además, con la presencia de directores artísticos de ocho festivales de cine europeos, como Cannes y San Sebastián, los que prometieron colaborar para defender el futuro del sector de los estragos del coronavirus.

"El espíritu de colaboración que nos guió para esta iniciativa puede continuar en el futuro. Si algo nos ha enseñado esta situación excepcional es que podemos superar las crisis si colaboramos y trabajamos en servicio del cine", dijo en rueda de prensa el director de la Mostra, Alberto Barbera. "No es por nosotros todo lo que estamos haciendo y estamos tratando de hacer, (...) es por el trabajo, es por las películas, es por los directores", acotó por su parte Thierry Fremaux, de Cannes.

Dentro del texto firmado por los directores y que se leyó ayer en la inauguración, se indicó que "es el momento de reivindicar el rol y la importancia de los festivales en apoyo de la promoción del cine de todo el mundo y del europeo en particular", ya que "no se limitan a ser sólo expositores promocionales para mostrar lo mejor de la creatividad de autores y cineastas", apelando a la actividad económica que generan.

El apoyo de las actrices

A este llamado se sumó la australiana Cate Blanchett. Para la ganadora del Oscar por "The Aviator" (2004) y "Blue Jasmine" (2013), la pandemia y su consecuente crisis ofrece "la posibilidad de examinar lo que no hemos estudiado antes, como la tecnología del 'streaming' y las implicaciones al mundo del cine. Hay muchas oportunidades de abrir grandes preguntas".

"La industria reemergerá más resiliente, creativa e inventiva. Estoy llena de esperanzas en este sentido. Hay muchos retos en este sentido", dijo la actriz que preside el jurado en la conferencia de prensa a la que llegó luciendo una mascarilla quirúrgica.

Sobre su rol en la Mostra, sostuvo que es "un privilegio, un placer y un gran honor", aplaudiendo de paso que sus organizadores tomaran la decisión de realizar el Festival. "Estoy de acuerdo en que se debe reabrir de forma segura y creo que la industria del cine como todas ha tenido meses dificilísimos y tiene que esforzarse en emerger de nuevo", afirmó.

Blanchett, quien confesó que en lo personal ha pasado los últimos seis meses confinada hablando con sus cerdos y gallinas, encabeza un grupo de jueces que incluye al actor estadounidense Matt Dillon, las directoras Veronika Franz (Austria) y Joanna Hogg (Gran Bretaña), el escritor italiano Nicola Lagioia, el realizador alemán Christian Petzold y la actriz Ludivine Sagnier (Francia); y que dará su veredicto el 12 de septiembre.

Todos caminaron en la atípica alfombra roja que se colocó en el Palacio del Cine del Lido, el cual acogió la gala de inauguración, y que quedó convertida en una especie de fortaleza gracias a las altas barreras que se colocaron para evitar aglomeraciones de público que año a aña llega conseguir un autógrafo o una foto de sus artistas favoritos. Ayer, sólo unos pocos trataban de mirar por algunas rendijas o veían pasar los lujosos coches con cristales oscuros que llevan a los invitados hasta el lugar que lo hicieron usando mascarillas.

Invitada de honor

La que acaparó las miradas de la prensa fue Tilda Swinton, la que llegó vestida con un conjunto de falda negra larga y una blusa blanca con volante al cuello y cubriéndose el rostro con una máscara de mano dorada en forma de mariposa, que recordaba las tradicionales de Venecia.

La actriz -que protagoniza el cortometraje de Pedro Almodóvar, "La voz humana", que se estrenará hoy en Venecia-, llegó hasta el Lido para recibir el León Honorífico por su trayectoria. "El cine es mi lugar feliz, mi verdadera patria y su compañía es el árbol genealógico de mi corazón. Quienes recibieron este premio antes son mis maestros y mi tribu", aseguró la británica al recibir el galardón de manos de Blanchett, agregando que "yo soy la chica punk obsesionada con el cine que hace autostop en las estaciones para tomar un tren y de todos modos estoy todavía empezando".

Con su habitual tono impasible, aplaudió la decisión de celebrar la Mostra a pesar de la pandemia. "Me gustaría agradecer a nuestra sublime Venecia, el festival de cine más venerable de la Tierra, por haber alzado la bandera este año, por recordarnos que ciertas cosas no van a ningún lado", dijo.

Swinton, además, recordó al actor Chadwick Boseman, fallecido el pasado viernes, y gritó "Wakanda", e hizo lo propio con la directora hongkonesa Ann Hui, que recibirá el mismo premio que ella el próximo martes.

En la alfombra roja, por otra parte, se trató de respetar la distancia personal entre quienes desfilaban por ella, incluso en los momentos de la foto de equipo de las películas que se estrenaron como "Lacci", estrenada fuera de concurso, y que fue la encargada de abrir la Mostra.

La cinta es una adaptación de la novela homónima de Domenico Starnone, y es la primera italiana en abrir el certamen en los últimos 11 años, y que se considera un gesto del certamen para apoyar la industria cinematográfica del país.

"Me gustaría agradecer a nuestra sublime Venecia, el festival de cine más venerable de la Tierra, por haber alzado la bandera este año, por recordarnos que ciertas cosas no van a ningún lado".

Tilda Swinton, Ganadora del León Honorífico

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