Poder comunal ante mala comunicación
Alcaldes de 18 comunas toman acuerdos ante problemas de comunicación, recursos y el centralismo regional y nacional. El presidente de las municipalidades de Aconcagua, Nelson Venegas, insiste en el acuerdo de pedir un delegado presidencial "no porque veamos un conflicto con el intendente, sino porque sentimos que puede estar sobrepasado".
Alcaldes que representan realidades distintas de la Quinta Región han expresado su inquietud por deficiencias en la comunicación con las autoridades, tanto en el nivel regional como en el central. Una reunión de 18 jefes comunales de las provincias de Aconcagua, Marga Marga y San Antonio da cuenta de problemas que les son comunes.
El presidente regional de la Asociación Chilena de Municipalidades, Daniel Morales, alcalde de Limache, informó que habrá una propuesta de nivel nacional para lograr mayores aportes a los municipios. Además, afirmó que los jefes comunales estiman imposible un retorno a clases en el corto plazo.
Puntualiza que "hemos sido víctimas de una centralización" y postula como solución la designación de "un delegados presidencial que colabore en el proceso de desarrollo". La centralización a que alude Morales refiere tanto a lo nacional como a lo regional.
A modo de ejemplo, el presidente de la Asociación de Municipalidades de la Provincia de San Antonio y jefe comunal de Cartagena, Rodrigo García, citó la descoordinación oficial sobre apertura de restaurantes y cafés, no contemplada en la fase tres del plan contra el covid-19, pero aprobada por el ministro de Economía. Esta divergencia "crea una presión para los alcaldes por parte del comercio", dijo. El presidente de las municipalidades de Aconcagua, Nelson Venegas, insiste en el acuerdo de pedir un delegado presidencial "no porque veamos un conflicto con el intendente, sino porque sentimos que puede estar sobrepasado".
El encuentro de alcaldes, en petitorio que será dado a conocer hoy, concuerda en la necesidad de medidas que apuntan a la descentralización regional.
El centralismo, con facetas nacionales y regionales, no es una novedad, pero hace crisis en una situación de emergencia como la actual. Otras catástrofes -incendios o terremotos- han sido enfrentadas con la figura del delegado presidencial e incluso del ministro en campaña.
El nombramiento, como tantos otros, es posible, pero lo importante no es el título, sino que facultades y recursos. Lógicamente, no se podría pasar a llevar al intendente y el delegado debería aparecer como un colaborador del representante del Ejecutivo en la región, evitando que se generen conflictos y mayores confusiones y presiones sobre el "poder comunal" representado por los alcaldes y considerando también el actual Estado de Excepción. El llamado de los jefes comunales debe ser atendido en lo puntual, recursos, por ejemplo, y con el diseño de un sistema de comunicaciones horizontal y bidireccional, rápido, con anuncios y decisiones que no den espacio a interpretaciones y frenen el criticado centralismo regional, tomando en cuenta la diversidad de un territorio como Valparaíso, que va de cordillera a mar.