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Acostumbrándose al Zoom, haciendo clases y moderando o participando en debates. Así se ha pasado los últimos meses el exrector de la Universidad de Valparaíso y exvicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores, Aldo Valle Acevedo (abogado, 64 años, casado, 5 hijos), hoy candidato a gobernador regional como independiente apoyado por el Partido Socialista y el PPD.

Pero no sólo prepara su programa y participa en decenas de reuniones. También apoya las labores caseras porque, dice, "esta pandemia nos ha hecho a muchos hombres entender mejor ese doble rol que juegan las mujeres en la actualidad, que además de trabajar, muchas veces cargan con todo el peso de las tareas de la casa".

Hijo de familia ferroviaria, recorrió desde pequeño la región en tren, en el trayecto entre su natal La Cruz y Valparaíso para ir a clases al Eduardo de la Barra -donde no pudo terminar tercero medio debido al golpe- y luego a la Escuela de Derecho, por lo que no sorprende que sea un vehemente defensor de ese modo de transporte y que declare que "necesitamos recuperar el tren para integrarnos social y económicamente en la región".

Concede por otra parte que le ha faltado la universidad "con toda esa actividad presencial y colectiva de la docencia, las conversaciones y deliberaciones que siempre discurren y caracterizan la vida universitaria". Además, la pandemia lo obligó a un retiro anticipado y ejerció los últimos meses como rector vía remota, enfrentando las complejidades de activar un completo sistema para que la institución cumpliera con calidad y oportunidad su compromiso con el estudiantado en plena crisis sanitaria.

Y aunque también pasó tiempos difíciles, se queda con los mejores recuerdos y la satisfacción de haber contribuido, "con todo el apoyo de quienes me acompañaron en los equipos de trabajo y de la comunidad universitaria, a que la UV se convirtiera en una institución más sólida, con mayor patrimonio, con indicadores que dan cuenta de un mayor estándar de calidad y desarrollo académico".

Distribución del poder político

- ¿Cuál es su motivación para optar a gobernador regional, que tendrá -en cuanto capital electoral- más poder que un senador?

- La principal motivación es que no estoy de acuerdo con la situación en que se halla nuestra región, porque he sido crítico y lo que corresponde, luego, es pasar de ser un observador crítico a un actor comprometido. Una descentralización veraz y eficaz es una causa transversal en el escenario social y cultural, algo menos en el nivel de la política, pero eso mismo me decidió a esta opción para contribuir a disminuir o eliminar esa distancia. En mi condición de independiente me propongo interpelar a esa fronda que subordina a las regiones a un centralismo inaceptable. Creo que las regiones continúan siendo apenas parte de un eslogan sobre un supuesto interés por ellas, pero seguimos dependiendo de las decisiones que se toman en la capital. Se trata de que las regiones tengan una representación ante el poder central y no que el centralismo esté representado -con el mayor poder- en las regiones, más allá de las intenciones de esos representantes que, finalmente, deben seguir las instrucciones y directrices.

- ¿Qué le parecieron los intentos de postergar una vez más las elecciones de gobernadores regionales?

- Una pésima señal desde el sistema político. Tal como le decía, ello es un signo muy claro de la falta de convicción sobre la necesidad de la descentralización del poder político y económico. Chile ha sido víctima en las últimas décadas de un doble centralismo: el estatal y el de mercado. Nuestra región tenía industrias y más capacidades económicas autónomas; desde el punto vista político y administrativo sigue subordinada como región. Si todavía esa elite se opone ello significa que es una gran causa para toda la región.

- Algunos ven la posibilidad de que en una eventual nueva Constitución se modifique el sistema presidencialista, lo que reordenaría la distribución del poder.

- Las constituciones para lograr plenitud democrática deben distribuir el poder político de modo que esté más cerca, y no más alejado de las personas. Aquellas precisamente tienen como objetivo central organizar un sistema de distribución del poder. Esto pasa, desde luego, por transferir competencias de decisión política a las regiones, las que deben por lo mismo contar con autoridades elegidas para que esa distribución termine incrementando la democracia y para hacerla más participativa de la ciudadanía y no meramente representativa de coaliciones o acuerdos de las elites del sistema político. Por tal razón, la elección de gobernadores regionales producirá un cambio sustantivo, aunque habrá que luchar porque la Constitución consagre las competencias políticas que aún no tendrán según las normas dictadas hasta ahora.

Fa y la unidad de la oposición

- ¿Habrá efectivamente primarias de gobernadores en el pacto Convergencia Progresista, DC, PRO y Ciudadanos?

- Se trata de un procedimiento institucional en marcha y comprometido con las y los ciudadanos que pueden o quieran participar en esta primaria. No veo por qué no debería producirse tal elección previa que me parece un ejercicio muy útil para el sistema democrático y la participación más activa de la ciudadanía. Desde ya expreso mi compromiso con Cristian Mella, candidato del mismo pacto que yo integro, de apoyarlo si resulta ganador de la elección primaria. Nuestro primer esfuerzo, en todo caso, será ganar la primaria más concurrida y luego convocar a toda la oposición.

- ¿Qué le parece la decisión del FA de competir con la ex Nueva Mayoría y no allanarse a los acuerdos para primarias amplias a los que llamaron Convergencia y la DC?

- Es una decisión que respeto porque no estar de acuerdo no es incompatible con aquello, no calificaré los motivos o razones que hayan tenido los partidos. En mi caso, siempre estuve a disposición de algunos de ellos y con la idea de articular más diversidad, pero como no fue posible seguiré trabajando y abierto en tal sentido. Ciertamente mi idea era que todos los sectores que se consideran de oposición compitieran en una primaria única. Ello habría sido una señal muy positiva para la comunidad en orden a que existe el ánimo de consolidar una mayoría frente a quienes ejercen el gobierno hoy. Tampoco debemos seguir lamentándonos. Esta diferencia será definida democráticamente, pero después de estas primarias debemos actuar con la mayor seriedad y sentido estratégico para la unidad. Si la ciudadanía se expresó con tanta claridad forzando a terminar con algo que parecía incombustible, como era la Constitución del 80, no parece adecuado que el mundo político no tenga la capacidad ni la serenidad para asumir ese desafío y ese mandato de cambio. Espero que se atienda ese mandato ciudadano y que para abril exista unidad de los sectores de oposición, de lo contrario habremos tirado por la borda el clamor de la ciudadanía por un nuevo Chile, que termine con tantas injusticias.

- ¿Qué posibilidades de unidad entre su pacto y el FA existirían en caso de segunda vuelta en la elección de gobernadores?

- Desde luego, aspiro a ganar y construir una mayoría sólida, amplia y plural. A mi juicio, la oposición tiene también una gran oportunidad. La paradoja es que está al frente de una situación marcada por graves diferencias estructurales provocadas por un modelo de desarrollo desbordado y sin legitimidad, que es defendido por una elite económica y política, lejos de ser mayoría social o política, y aun así no encuentra los acuerdos básicos y de largo plazo para profundizar la democracia y avanzar hacia un Estado democrático y social. Por esta paradoja tengo confianza en que vamos estar juntos en una eventual segunda vuelta. Esta es mi disposición como candidato y la razón porque pediré el apoyo en su momento y apoyaré a quien sea el candidato o la candidata de la oposición.

A LAS URNAS Y CON RESGUARDO

- ¿Cómo ve la región a un año de los sucesos del 19 de octubre, con incendios, saqueos y destrucción, por una parte, movilizaciones ciudadanas y violencia policial, por otra?

- Creo que lo que vivimos fue muy grave y lo es todavía por sus efectos. Ciertamente no comparto los hechos de violencia, siempre he pensado que sin violencia es más radical el rechazo a la injusticia social que sin duda existe en el país. Por eso desde la Universidad condenamos los hechos vandálicos, como también acudimos a la justicia para detener los excesos policiales y cautelar que quienes se manifestaban lo pudieran hacer con seguridad y desde distintas carreras se llevaron a cabo acciones para ir en ayuda de los sectores afectados. Lamentablemente, la ciudad de Valparaíso en particular vivió situaciones que dejaron daños materiales y cívicos que no se han reparado. La acción violenta es moralmente inaceptable porque reduce al otro en su dignidad y libertad fundamental, por esta razón considero que la democracia y la política son los únicos caminos. Valparaíso necesita de un consenso básico en torno a un mínimo común que dé garantías a todos, al comercio, a las autoridades y sobre a todo a las personas que requieren de seguridad y estabilidad en sus condiciones de vida. En ese objetivo trabajaré porque sin acuerdos ocurre lo que estamos viendo.

- ¿Qué espera que ocurra en el plebiscito, dado que hay quienes sostienen que si se produce gran abstención una eventual nueva Constitución no va a tener la legitimidad necesaria?

- Me parece que nuevamente sectores políticos -como agoreros- hacen un juego equivocado y mezquino respecto del proceso constituyente. Creo que lo que va a ocurrir a partir del 26 de octubre es una oportunidad para Chile, no para un sector político. Todos los sectores deben sentirse llamados a participar, tenemos la oportunidad única de crear una Carta Fundamental que nos enorgullezca a todos y todas, y que la vamos a construir en conjunto, con paridad de género de modo inédito. Quien quiera que ejerza un rol en la política debería ver esto como un mandato que -mire qué serio e intenso- le permitirá delinear el país que queremos. Tengo la convicción y la esperanza de que la gran mayoría optará por asistir y dar una lección de civismo y responsabilidad democrática.

- El senador Insulza planteó que toda la oposición, que está por el Apruebo, tiene que hacer un esfuerzo y llamar a la gente a no realizar manifestaciones que puedan afectar la concurrencia al plebiscito". ¿Qué le parece a usted?

- Me parece que debemos estar concentrados en convocar a los ciudadanos y ciudadanas a concurrir a las urnas, a que sigan las medidas de resguardo sanitario, de modo que tengamos una jornada ejemplar, como ha sido la tradición de Chile. Si mañana hay alguna manifestación, algún tipo de acto de violencia, tampoco podemos amedrentarnos ni sentir miedo. Habrá sectores interesados en generar miedo, en exacerbar hostilidades, pero estoy cierto que la inmensa mayoría de los chilenos y chilenas quiere y va a ir a votar, a pesar de la pandemia, porque fueron ellos y ellas los que le dijeron a la clase política que querían un cambio. Me sumo al llamado en estos términos porque el plebiscito es el camino más seguro para vivir en paz porque abre un proceso institucional que dará oportunidades a todas y todos.

- ¿Qué aspectos esenciales debería a su juicio incorporar una nueva Constitución, si gana el Apruebo?

- Debe establecer unas condiciones institucionales para la igualdad en la disputa política, es decir, sin ventajas derivadas de la imposición. La Constitución no puede ser una determinada política pública, que deje en interdicción al Estado como hace la de 1980, ni otorgue ventajas antidemocráticas a un determinado sistema de ideas económicas y políticas, porque en ese acto reduce la política a mera administración de un modelo y limita la democracia, que es lo que ocurre con la Constitución vigente. Debe modificar el régimen de gobierno para terminar con el hiperpresidencialismo tan ortodoxo que rige actualmente, modificar el sistema de control de constitucionalidad para evitar que dicho tribunal termine siendo un censor político y sus facultades no invadan la decisión valorativa que corresponde a la democracia. Debe reconocer los derechos sociales y la identidad de nuestros pueblos originarios, así como garantizar un robusto y verdadero proceso de descentralización política y administrativa del país. 2

Todos los sectores deben sentirse llamados a participar en el plebiscito, tenemos la oportunidad única de crear una Carta Fundamental que nos enorgullezca a todos y todas, y que vamos a construir en conjunto, con paridad de género, de modo inédito".

Chile ha sido víctima en las últimas décadas de un doble centralismo: el estatal y el de mercado. Nuestra región tenía industrias y más capacidades económicas autónomas; desde el punto vista político y administrativo sigue subordinada como región".

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Programa se centra en las urgencias sociales y económicas de las personas

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-¿Cuáles serían las prioridades del programa que le presentaría a la ciudadanía en caso de ser el candidato de su sector? - Las prioridades son las urgencias sociales y económicas de las personas. En materia medioambiental nuestra región enfrenta déficits muy severos que afectan gravemente derechos básicos e inalienables. Escasez hídrica, desertificación, zonas de sacrificio, contaminación urbana y degradación de los ecosistemas locales, comunas enteras están sufriendo y requieren una respuesta impostergable. Somos una región estratégica desde el punto de vista del desarrollo portuario, pero la región sigue como mera observadora en este ámbito. Valparaíso, San Antonio, Quintero forman parte de una red insustituible. Por otra parte, el sistema de transporte no provee hoy a la región de las oportunidades de integración que requieren las comunas del interior. Otra prioridad será avanzar en políticas que no reproduzcan el centralismo dentro de la región, derivando a veces en lo mismo que reclamamos de Santiago. Otra urgencia transversal es velar porque las políticas para la pequeña y mediana empresa tengan sintonía con sus necesidades, que el pequeño comercio, tan afectado por la pandemia, tenga verdaderamente acceso a beneficios y apoyos del Estado, lo mismo que las empresas turísticas, que es otra área que debemos potenciar. 2