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El nuevo motor Blower de Bentley cobra vida en Crewe para continuar una historia de 100 años

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El motor del primer vehículo de la serie Bentley Blower Mulliner Continuation se encendió por primera vez en un banco de pruebas especialmente preparado en la fábrica de la marca en Crewe, Inglaterra.

Blower Continuation es una serie limitada a 12 unidades que recrean el Bentley más famoso de todos los tiempos, el Blower, modelo sobrealimentado de 4,5 litros creado por Sir Tim Birkin y usado en carreras a finales de 1920. El primer motor de esta serie ya fue fabricado y probado en fábrica.

El prototipo para el proyecto, denominado Auto Cero, está en construcción y, mientras se fabricaba el motor, un equipo de ingenieros de Bentley en Crewe inició los trabajos para preparar uno de los cuatro bancos de pruebas. Esto implicó crear una réplica del chasis frontal del Blower para sostener el motor, para después ser montado en el dinamómetro controlado por computador. Se creó y probó una nueva versión de software para medir y controlar el bloque bajo parámetros precisos.

Dado que el tren motriz del Blower es muy diferente en tamaño y forma a los propulsores que produce hoy Bentley, hubo que utilizar un gran número de los accesorios originales del banco de pruebas de los motores aeronáuticos Merlin V12, que se ocupaban en la Segunda Guerra Mundial para los Spitfire y Hurricane y que aún se almacenan en la empresa.

El primer encendido tuvo lugar hace un par semanas y hoy sigue su programa definido de rodaje previo a una prueba de máxima potencia. Los motores se probarán en un ciclo que durará 20 horas y gradualmente aumentará tanto la velocidad del propulsor como las condiciones de carga desde ralentí hasta 3.500 rpm. Luego se medirá una curva de potencia a plena carga, después se medirá el motor del Auto Cero y se definirá su durabilidad en el mundo real. Una vez terminada la construcción del vehículo, comenzarán las pruebas en pista bajo programa diseñado para lograr el equivalente de 35.000 km de conducción en el mundo real, a lo largo de pistas de conducción y simulando la realización de rallies como el de Pekín a París y el de Mille Miglia. t

Las 10 motocicletas más vendidas en Chile en 2020

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La venta de motocicletas nuevas en Chile tuvo un aumento de 100,1% en septiembre, comparado con el mismo mes del año pasado. Fueron en total 4.665 unidades comercializadas en ese mes de 2020, un incremento de 3,7% en relación a agosto, que ya había sido un muy positivo en el contexto de la pandemia.

Según la Asociación Nacional de Importadores de Motos de Chile (Anim), entre enero y septiembre se vendieron en el país 23.626 motos nuevas y septiembre se convirtió en el mejor mes de la serie. Geográficamente, las ventas septiembre se concentraron en la Región Metropolitana con 58,9%, seguida por Valparaíso con 7,4%, Maule con 7,0%, Biobío con 5,6% y La Araucanía con 5,1%.

En el desglose de ventas del mes, 4.107 unidades correspondieron a motos urbanas, el 88% de total. También crecieron las ventas de las motocicletas recreacionales y off road, que alcanzaron el 12% del total. A precio de lista, el valor de venta promedio de las más vendidas fue de $1.826.000.

Los diez modelos más vendidos en 2020 son: 1. Honda CB125 Twister; 2. Yamaha FZ 150; 3. Honda CB190RI; 4. Yamaha FZ25; 5. Honda NEW Elite; 6. Euromot KA-150; 7. Euromot VS-125; 8. Suzuki Gixxer; 9. Suzuki Gixxer SF; 10. Honda XR150L

"El excelente resultado de este mes, al igual que del anterior, es la respuesta -nuevamente- del gran esfuerzo de quienes integran esta industria, y principalmente, el reconocimiento de los usuarios y del mercado al ver en las motocicletas una alternativa de menor costo y contaminación, así como un vehículo de transporte que en definitiva acorta los tiempos y distancias", dice Cristián Reitze, presidente de Anim.

Piden más fiscalización

Entre los motivos que explican el importante incremento en la venta de motocicletas nuevas, según Anim, destaca la reinvención de los chilenos ante el creciente desempleo, lo que ha derivado en que muchos trabajadores salgan a buscar nuevas oportunidades laborales en aplicaciones delivery, adquiriendo motocicletas de baja cilindrada, que representan una menor inversión y alta rentabilidad.

Otra de las causas es que la motocicleta permite mayor distancia social en los traslados dentro de las ciudades, favoece la rapidez en los desplazamientos y es fácil de estacionar.

Reitze destaca que los chilenos estén optando por este medio de transporte y a la vez recuerda la importancia de buscar marcas asociadas a la agrupación que cuenten con modelos debidamente homologados por el ministerio de Transportes. "Hemos visto un incremento en las ventas de motocicletas a combustión de bajo cilindraje que no cumplen con estas normativas, lo que es ilegal y muy peligroso para los usuarios. Esto debe ser urgentemente fiscalizado por las autoridades competentes a fin de evitar accidentes y defraudación al público", advierte.t

Los 50 años del Yagán, el único auto diseñado y fabricado en el país

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El Citroën Mehari fue toda una innovación cuando fue presentado a nivel mundial en 1968. Este original buggy descapotable, con la carrocería completamente fabricada en plástico, fue diseñado para ser usado como descapotable, podía adaptarse como una pick-up para el trabajo o convertirse en una berlina de cuatro puertas.

Este inusual Citroën era ligero, capaz y muy versátil. Se fabricaron unas 150 mil unidades durante casi 20 años, incluyendo las versiones 4x4 que sirvieron en el ejército francés y se utilizaron como "ambulancia rápida" en el París-Dakar de 1980.

Citroën Chile decidió utilizar al Mehari como inspiración para desarrollar un vehículo muy particular encargado por el Gobierno en 1970, que tenía el doble propósito de motorizar a nuestro país y servir de transporte para el Ejército.

El origen del nombre

El modelo debía ser simple, práctico y de bajo costo. El presupuesto del Gobierno eran 250 dólares de la época, y si bien los ejecutivos de Citroën pensaron que el Mehari era ideal por sus características "tipo jeep", la importación del chasis y su ensamblaje en la planta de Arica duplicaban el presupuesto.

Citroën decidió entonces diseñar, desarrollar y fabricar el auto en Chile, usar al Mehari como inspiración estética y funcional, y utilizar la más accesible base mecánica de la Citroneta, que ya se producía en Chile desde hace una década. Para esta tarea se formó un consorcio entre Citroën y la Corfo, y durante un año se fabricaron en la planta de Arica alrededor de 600 unidades. El auto fue bautizado como Yagán en honor a los extintos indígenas que habitaron la Patagonia, nombre que fue otorgado por el destacado escritor y periodista Guillermo Blanco.

Líneas rectas y motor

El vehículo se caracterizaba por sus líneas rectas y por carecer de puertas laterales, siendo la versión criolla de lo que en otros mercados se conoció como un Citroën FAF (Facile à fabriquer, facile à financer).

El Yagán ocupaba el mismo motor y caja de cambios que una 2CV AX330 o AK-6 de la época, al igual que la instrumentación eléctrica, pero el resto del auto se diseñó y fabricó en Arica. Se movía con un motor de 602cc enfriado por aire que brindaba 33 caballos de fuerza. Las primeras unidades salieron al mercado en 1972. Hubo una versión especial para el Ejército que solo se vio en el norte del país y que fue utilizada para el patrullaje de la frontera. En 1974 se puso fin a la producción.

El recuerdo de los dueños

Jorge Ávila posee un ejemplar del Yagán. "Fue un sueño de mi padre, siempre quiso tener uno. Allá por 2008 vi un reportaje de unos jóvenes que iban a Arica en un Yagán ("La Huella del Yagán") y me motivó a buscar uno para regalárselo. Lo encontré en Villa Alegre y estuvimos un año restaurándolo. Ese Yagán acompañó a mi padre en muchos paseos a lo largo de país, hoy está guardado debido a su fallecimiento hace solo un par de semanas, pero pronto volverá a circular en honor a él", cuenta.

En Arica, Víctor Hugo Cortés tiene actualmente dos Yagán. Uno lo encontró en una población en Arica hace aproximadamente cinco años y tras comprarlo tardó al menos dos en restaurarlo. Es el único Yagán militar que queda en Chile. El otro lo encontró a comienzos de 2020 y es el mismo que se usó en el documental "La Huella del Yagán". Su idea es restaurarlo.

"La Huella del Yagan", fue realizado en 2003 por Patricio Díaz y Enrique León, gracias al aporte del Fondart. Tras comprar a un heladero un Yagán en $200.000, decidieron hacer la travesía de más de dos mil kilómetros en 10 días, desde Santiago hacia la ciudad de origen de este emblemático modelo. t