Cartas
Clase política
Señores políticos: muchos de ustedes celebran alborozados el Apruebo, pero no se dan cuenta, o más bien se hacen los lesos, que aquí no se obtuvo ningún gran triunfo para nadie y mucho menos para el país, ya que lo único que en realidad se logró fue dejar en evidencia el más absoluto fracaso de la clase política en la conducción del país hacia el progreso y la prosperidad de su gente.
Aquí no se votó contra Pinochet y su Constitución ni contra determinados bloques, ni contra los empresarios, ni contra las fuerzas armadas ni tampoco contra Carabineros. Aquí se dejó en claro que el pueblo desaprueba en la forma más absoluta y hasta con no disimulado desprecio la incapacidad histórica de los políticos de siempre que nos gobiernan desde ya hace mucho tiempo.
Engalanar con la bandera nacional la moneda en referencia al gran triunfo de la democracia es camuflar la realidad, cuando aquí lo único que quedó demostrado es justamente el más estrepitoso fracaso de ésta, por culpa de los políticos criollos que no han sido capaces de conducirnos adecuadamente por el camino para obtener lo que cualquier pueblo aspira en cuanto a justicia, igualdad de oportunidades, salarios justos, bienestar general, etc.
Ustedes y solo ustedes son los responsables que nuestro querido Chile haya llegado lastimosamente a este estado catastrófico de odio, división y desgobierno, tal y como ayer ya lo experimentamos, con las consabidas consecuencias que este tipo de espurios liderazgos son capaces de producir en un pueblo que lo único que quiere es vivir en paz y con oportunidades.
José Miguel Prieto Smythe
Escaños reservados
Si los pueblos indígenas pueden tener escaños reservados, ¿se podría discutir lo mismo para representantes del mundo religioso? Después de todo, los pueblos indígenas traen una cosmovisión y una espiritualidad propia que quiere visibilizarse.
Probablemente se argüirá que es más fácil para un cristiano, por ejemplo, tener representación en un órgano parlamentario o constituyente. Sin embargo, el veto social que se impone desde el laicismo hace difícil poder manifestar abiertamente las creencias individuales para quienes observan una religión.
Mirko Suzarte Skarica
Los que no votaron
Haciendo alusión a la jerga futbolística, el Apruebo ganó, gustó y goleó... Pero la gran duda que quedó para los integrantes de la gran familia Política & Asociados, para el oficialismo y oposición, y en particular pensando en todas las elecciones que vienen, es ¿qué pasará con el 50% de los chilenos que no votó? Si ya es un problema determinar el voto cruzado que hubo (personas que votan regularmente por la Alianza y que ahora votaron por el Apruebo), verdaderamente el 50% que no votó es una incógnita que necesariamente deberán tratar de resolver para tomar las mejores decisiones, en especial en la elección de los candidatos para las futuras elecciones.
Muy buen problema por resolver, para la oposición y para el oficialismo.
Luis Enrique Soler Milla
Quórum
La regla del quórum de dos tercios para aprobar las normas de la nueva Constitución (Art. 133 Constitución Política de la República) no asegura, como aparenta, que la nueva Carta Fundamental plasmará acuerdos mayoritarios. Por el contrario, conlleva un gravísimo riesgo.
Si en la próxima elección de convencionales constituyentes los sectores de izquierda obtuvieren dos tercios o más de los 155 ciudadanos que integran la "Convención Constitucional", la actual institucionalidad que nos rige -que establece las bases de una sociedad libre y responsable- podría ser desmantelada y sustituida por otra colectivista, igualitarista y estatista; que lleva en sí el germen del totalitarismo.
Por otra parte, el sector político que obtenga un tercio más uno de los convencionales tendría poder de veto sobre las normas propuestas por el otro sector.
Así, si los sectores de derecha obtuvieren un tercio más uno de los convencionales, los sectores de izquierda no podrían imponer preceptos que afecten derechos o garantías que son esenciales o irrenunciables para los primeros, tales como las relativas al derecho a la vida, a la autonomía del Banco Central, al Tribunal Constitucional, al desarrollo de cualquier actividad económica, al derecho de propiedad, a la libertad de enseñanza, al derecho preferente de los padres para educar a sus hijos, a la libertad de expresión, al estatuto de las Fuerzas Armadas y de Orden o a los quórums supramayoritarios para aprobar leyes que traten sobre derechos o garantías fundamentales.
Adolfo Paúl Latorre
Participación cooperativa
Una crisis sanitaria, económica y social, tan dolorosa y profunda como la que atraviesa Chile y el mundo, sin duda nos deja lecciones importantes. Es aquí donde el rol de las empresas es fundamental, no solo desde la necesaria reinvención que enfrentan, sino que también convocando a sus colaboradores a sumarse y a participar activamente de las compañías, es decir, integrándolos tanto a sus directorios como a la propiedad.
Un ejemplo reciente es el de Friosur, la empresa pesquera de la región de Aysén. Luego de un incendio en 2017 que arrasó con la planta central del puerto de Chacabuco, el empresario y dueño de cerca del 80% de la pesquera, José Luis del Río, decidió retribuir la lealtad y permanencia de sus trabajadores haciéndolos partícipe de un 20% de las acciones de la compañía a través de una cooperativa.
¿Por qué una cooperativa y no un traspaso de acciones individual? Porque justamente lo que quiso hacer fue que todos se sintieran dueños y responsables en conjunto de la empresa y de sus decisiones; incentivándolos a que si uno gana, ganan todos y que si uno pierde, también es tarea de todos evitar que la empresa se derrumbe. Así, tal cual, como los tres mosqueteros.
Las cooperativas funcionan. Especialmente en tiempos de crisis, porque se instaura en el corazón de la empresa y de sus integrantes la necesidad de tomar decisiones en conjunto, de distribuir el trabajo según la experiencia, de pensar en el bienestar colectivo tomando en cuenta todas las realidades, de empoderar a cada uno de los participantes y de representar, mediante directivas, las necesidades y objetivos de toda la comunidad laboral y sus entornos.
Siria Jeldes Presidenta de la Asociación Nacional de Cooperativas de Chile