Quiebras en la región llegan a su nivel más alto en la pandemia
EMPRESAS. En octubre fueron 104, sumando desde abril a la fecha más de 460 las que se han sometido a liquidación.
Varios son los indicadores que dan cuenta de la magnitud de la crisis económica por la que ha transitado la región derivada de las restricciones impuestas por la llegada de la pandemia. Una de ellos apunta al estado de las empresas y es allí donde las cifras son devastadoras.
De acuerdo a los datos de la Superintendencia de Insolvencia y Emprendimiento (Superir), en octubre fueron 104 las que se acogieron al procedimiento concursal de liquidación de activos de la empresa deudora. Con ello han sido 465 las que optaron por el trámite desde el mes de abril, mostrando un crecimiento paulatino a partir de ese periodo.
"Este hecho es, sin lugar a duda, preocupante. Sin embargo, no es sorpresivo, la pandemia ha disminuido la demanda agregada, debido a la carencia de empleo, ahorros, créditos u otros medios de financiamiento per cápita, impactando negativamente en la liquidez de los emprendimientos, haciendo imposible su autosostenimiento", comentó el académico de la Escuela de Ingeniería y Negocios de la UVM, Roberto Gormaz.
A su juicio, se requieren medidas a nivel micro y macro de cara a la ejecución del gasto 2021. En el primero apunta a un trabajo colaborativo entre la Superir y Sercotec, cuyo objetivo fuese redireccionar los fondos de capital semilla y abeja en entregar financiamiento a aquellos emprendimientos que se han declarado insolventes durante el 2020. "La razón es simple: invertir en estos proyectos es más seguro que hacerlo en nuevos emprendimientos, debido a su previa existencia en el mercado y, además, permite una recuperación en la demanda laboral", explicó.
En el plano más macro propone disminuir los impuestos para pymes que deseen reiniciar o iniciar sus actividades, pues permitiría una estabilización de precios en el mercado, incentivando la demanda por parte de los consumidores, acelerando la reactivación económica.
La presidenta de Unapyme regional, Gianina Figueroa, remarcó que el hecho que empresas cierren sus operaciones en la región "es muy doloroso y preocupante". "Detrás de estas unidades de negocios que desaparecen quedan sin trabajo personas y sin sustento familias y, por supuesto, empresarios que comienzan un proceso carente de certezas para volver a emprender", subrayó la líder gremial.
"Hoy con certeza podemos señalar que el Fogape fue un fracaso, no llegó al millón de pymes como prometieron en abril, los fomentos productivos con letra chica tampoco colaboraron, nunca se abrieron a la posibilidad de subsidios directos para sobrellevar la operación, especialmente en el largo periodo de cuarentena", dijo, agregando que "en el caso de las empresas de menor tamaño tenemos cifras negras ya que aún no hay certezas de cuántas han cerrado, la pyme que generalmente deja su operación no accede a la ley de quiebras".
El director de Chiledeudas.cl, Guillermo Figueroa, señaló que la reapertura debería ayudar a bajar esas cifras "principalmente desde diciembre en adelante, cuando las compañías retomen con más plenitud sus operaciones", lo que depende de la situación sanitaria. Además, indicó que muchas de las empresas debieron endeudarse, por lo que es clave que generen ingresos.