De las encuestas a las fake news, sin escalas
Si algo nos puede haber enseñado la crisis de credibilidad del último tiempo, eso es a guardar distancia de sondeos sin domicilio conocido.
En estos abochornados días de noviembre, color panza de burro, como dirían los peruanos sobre ese siempre indefinible y plomizo cielo de Lima, a más de alguno le (nos) ha dado por cavilar sobre nuestros rampantes candidatos para las próximas elecciones municipales y sus efectivas posibilidades de quedarse con alguno de los 38 sillones alcaldicios de la Región o el de gobernador regional.
Ahora, siendo honestos, esto dista mucho de "Borgen", la serie danesa de Netflix, con su exquisito glamour socialdemócrata escandinavo; y aunque sería infructuoso buscar por acá algún asesor de la talla de Kasper Juul o una dirigenta política como Birgitte Nyborg, no son pocos los que con una simple página web y un par de cuentas de Twitter y Facebook se creen Michael Laugesen, el todopoderoso exlíder laborista e inescrupuloso director de un medio completamente partisano y dispuesto a todo.
Así, y como ya hemos dicho, estamos inmersos en las profundidades de la segunda división de la política nacional. Aquella en la cual el pulso late cada vez más bajo y el verbo resucitar no se conjuga ni en las iglesias, los cargos designados y hasta los candidatos son digitados desde la capital, y rara vez se hacen encuestas serias. Por lo mismo, no es difícil por estos días llamar la atención con sondeos de sospechosa calidad técnica y mercenaria fiabilidad sobre las municipales.
Asumiendo (con tristeza y decepción) que tampoco todos los partidos políticos locales se tomaron la molestia en ponerse de acuerdo para utilizar la opción de las primarias legales (salvo las excepciones de Chile Vamos en Valparaíso, Concón, Panquehue y Santo Domingo; y el Frente Amplio en Viña del Mar, Villa Alemana y Quilpué; en tanto, la Gobernación Regional tendrá primarias en el mismo FA y la Unidad Constituyente), cunden sondeos a punta de "me gusta" en Facebook y otras barbaridades metodológicas condenadas por el director de Conecta Media Research y profesor de diplomado de la PUCV, Luis Argandoña, quien revisó uno por uno los tres casos que enumeramos.
La imagen de la última de las que nos llega de éstas es bastante llamativa: un sitio web de la zona echó a correr por redes sociales una suerte de pirámide con los resultados de su encuesta sobre: ¿Quién quieres que llegue a la alcaldía de Viña del Mar? En primer lugar aparece John Parada, del Partido Humanista y excandidato por Valparaíso, con el 34,3%, seguido de Macarena Ripamonti (RD, 17,4%), Nicolás Guzmán (PL, 13,1%) y Alejandro Aguilera (CS, 10,7%). ¿Quién, cómo y cuándo se votó? Dios sabrá.
Ya a mediados de septiembre, en una encuesta telefónica atribuida a un "sociólogo de la Universidad de Chile" (ya, está bien, muy provincianos seremos, ¿pero se supone que eso es garantía de algo?), se imponía Marlen Olivari (Idpte. 22,9%), seguida de Rodrigo Vattuone (Idpte.17,1%) y Mafalda Reginato (UDI, 11,3%).
Poco antes, otro sitio que aparece de cuando en cuando, puso a llamar por teléfono a una grabación, ganando la opción "No sabe o no responde" (¿serán quienes cortaron el teléfono?) con 34,7%, seguida de Ripamonti (12,3%) y Raúl Celis (10,7%).
Como ninguno de los sondeos muestra ficha técnica, los medios que los publican no dan cuenta de un director responsable ni representante legal, hay sesgos claros (se optó por preterir al siempre preterido Javier Gómez) y no guardan mucha relación entre sí, lo más cuerdo sería considerarlas como fake news.
Ser un medio de comunicación es mucho más que buscar clicks y financiamiento exprés a cambio de noticias espurias o publicaciones sospechosamente convenientes para intereses puntuales.