Con la confianza que les dio el haber ganado convincentemente a Perú y la confirmación de que ningún futbolista se encuentra lesionado, la selección nacional se embarcó ayer en vuelo hasta Caracas para preparar el duelo de mañana ante Venezuela.

Recuperado ya Alexis Sánchez y habilitado para jugar Francisco Sierralta, luego de cumplir su fecha de suspensión por acumulación de tarjetas amarillas, Reinaldo Rueda ya visualiza el esquema que utilizará ante el combinado vinotinto y donde tanto el delantero de Inter como el zaguero de Watford asoman como las mayores novedades en la titularidad del equipo que inició frente a los peruanos.

Las dudas de rueda

La decisión final la tomará el técnico colombiano esta tarde, luego de la práctica que realizará con todo el plantel de la Roja en el estadio Olímpico de la UCV, recinto en el que se enfrentará a Venezuela a las 18:00 horas de Chile.

"El partido ante Venezuela será complicado, vamos de visita, pero tenemos que ir con nuestras armas para conseguir el triunfo", afirmó César Pinares, uno de los que más conforme dejó a Rueda en el partido con Perú y que mañana seguiría en el "once" titular.

Quien volverá al banco de suplentes para esperar una nueva oportunidad como la que tuvo en el duelo ante los incaicos es Niklas Castro. El delantero reconoció que su debut con la camiseta nacional era algo que soñaba desde que era pequeño.

"Estoy muy feliz de poder integrar la selección y haber podido debutar. Era mi sueño poder jugar por la Roja, por eso estoy muy feliz y contento", dijo Castro.

De concretarse los ingresos de Sánchez y Sierralta, los candidatos para dejar sus puestos son Jean Meneses, de gran actuación ante Perú, y Guillermo Maripán.

Venezuela con bajas

El rival de la Roja, según informan medios locales, ya definió a Luis Del Pino Mago como el reemplazante del lesionado Rolf Feltscher.

El defensor de la "U" completará el equipo que formará con Fariñez; Rosales, Osorio, Ángel; Moreno, Herrera, Cáceres; Soteldo u Otero, Machís y Rondón.

Lewis Hamilton, a bordo de su ya fiel e inagotable monoplaza Mercedes, entró ayer a la historia de la Fórmula Uno tras remontar desde el sexto puesto de la grilla al triunfo del GP de Turquía, prueba que lo ungió como el campeón de 2020 y lo confirmó como récordman de la máxima categoría tuerca al sumar su séptima Copa del Mundial de Pilotos, logro que lo emparejó con el alemán Michael Schumacher como los dos más grandes ganadores de la F1.

Pese a arrancar sexto, en un circuito que presentó dificultades a su equipo durante todo el fin de semana, Hamilton, con una brillante conducción, acabó con una victoria contra todo pronóstico, finalizando la prueba con unos neumáticos muy desgastados en una pista que sufrió los embates de una jornada lluviosa.

El británico fue acompañado en el podio de Estambul por el mexicano Sergio Pérez (Racing Point), que cruzó la meta segundo, y el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), tercero, que subió al cajón por primera vez en una complicada temporada.

El único rival del ahora séptuple campeón del mundo, su compañero finlandés Valtteri Bottas, que prometía el jueves hacer todo lo posible por "retrasar" el título de Hamilton, no pudo cumplir su palabra.

Tras haber encadenado un trompo en el inicio, el escandinavo solo pudo terminar decimocuarto, sin marcar puntos.

Con tres pruebas por disputar y 26 puntos a ganar como mucho en cada una, el ingles, con 110 unidades de ventaja, no puede ser alcanzado.

Tras el título de 2008 con McLaren y los de 2014, 2015, 2017, 2018 y 2019 con Mercedes, Hamilton, de 35 años, iguala otro récord de Schumacher, tras haber batido los de victorias (94 contra 91), podios (163 contra 155) y "pole" positions (97 contra 68).

"Quiero más fines de semana complicados, más oportunidades de demostrar lo que soy capaz. Creo que merezco este respeto. Lo tengo de los pilotos que saben que una jornada como la de hoy (ayer) es dura y que el resultado no tiene que ver con el coche. Aunque no hubiese podido hacerlo sin mi equipo. Al final, hay otro gran piloto a mi lado, con el mismo coche, que no ha logrado el mismo resultado", cerró.

El día siguiente a la derrota ante Palestino, con el consiguiente retroceso albo al penúltimo lugar del Campeonato Nacional, fue aún más doloroso para el Cacique que lamentó la baja de Óscar Opazo por lo que resta del torneo.

La lesión sufrida en el partido ante los árabes tuvo un alcance inesperado para el cuerpo técnico popular, ya que el lateral fue diagnosticado ayer por los médicos del club con la "rotura completa de ligamento cruzado anterior en la rodilla derecha".

Una lesión que, a priori, mantendrá al jugador formado en Santiago Wanderers fuera de las canchas por cerca de siete meses. En el mejor de los casos, 180 días desde su operación.

"Con mas pena que la cresta, lo único que me faltaba. Año fatal, trajiste puras desgracias", escribió el afectado en sus redes sociales, mientras el cuerpo médico albo oficializaba este domingo, a través de un comunicado, que en "los próximos días" a Opazo lo intervendrán para realizarse "una reconstrucción del ligamento lesionado".

El "hospital" de macul

La de Opazo no será la única baja que lamentará el entrenador Gustavo Quinteros para su próximo partido, del jueves 19, frente a Audax Italiano. Esto, luego que los galenos del Cacique confirmaran que las lesiones de Iván Morales (desgarro miotendineo) y Brayan Véjar (desgarro miofascial) necesitan de más tiempo en rehabilitación kinesiológica.

Quienes podrían regresar a los trabajos en los próximos días son Nicolás Blandi y Matías Fernández, que según indica el parte médico "se encuentran en la fase final de reintegro deportivo" de un "edema en el aductor largo del muslo derecho", en el caso de Blandi; y un "desgarro miofascial en músculo semimembranoso del muslo izquierdo", de Fernández.

Las otras bajas del Cacique son las de Matías Zaldivia (rotura del tendón de Aquiles derecho), Marcos Bolados (esguince grado 3 en ligamento de la rodilla derecha) y Carlos Villanueva (osteocondroma en fémur derecho).