Una remontada épica, encabezada por los chilenos Alexis Sánchez y Arturo Vidal, le permitió al Inter de Milán vencer por 4-2 a Torino para mantenerse en los primeros puestos de la Serie A de Italia. Hasta los 60 minutos del partido el equipo lombardo caía por 2-0, con el dubitativo rendimiento que tantas críticas le ha valido de parte de la prensa italiana, en especial hacia los nacionales, que ayer arrancaron como titulares.

Jugó mal Inter los primeros minutos, alejado del arco visitante y con escasa conexión de su mediocampo con la delantera, que de a poco fue dándole confianza a los jugadores de Torino, que tras las intentonas de Sánchez y Lukaku, apostaron por el contragolpe para llegar al arco de Handanovic.

En esa propuesta, lograron darle más de algún dolor de cabeza al fondo lombardo. Principalmente a través de su goleador Simone Zaza, que al menos en cuatro ocasiones pudo anotar, consiguiéndolo en el segundo minuto de descuento de la primera parte.

Con la desventaja, Inter salió a buscar el empate en el segundo lapso, pero a los 62' Cristian Ansaldi cambió por gol un penal concedido por La Penna para Torino.

Alexis lo da vuelta

En ese momento, la figura de Sánchez se agigantó. Entre fintas, pases y alguno que otro gesto de molestia, aportó claridad en una jugada iniciada por Vidal, donde Lukaku estrelló un cabezazo en el horizontal antes que el nacional anotara el 2-1. Minutos después, el ingreso de Lautaro Martínez, liberó al tocopillano para rotar por todo el frente de ataque y desde ese sector, propiciar las mejores jugadas de ataque de Inter.

El 2-2 fue de Lukaku a los 67' y el 3-2 también lo hizo el belga (84') al recibir un pase de Sánchez. Sobre el final, un tanto de Martínez (90') selló el triunfo que le dio respiro a Conte y que llenó de elogios al chileno.

"Empezó mal, pero luego es perdonado tras anotar y dar una asistencia que inicia la remontada", señaló el portal Eurosport. Para Vidal, su DT sólo tuvo alabanzas: "Estaría satisfecho con él incluso si lo metiera a jugar en la portería".

En una jornada plagada de emoción e incertidumbre, el piloto italiano Enea Bastianini, en Moto2, y el español Albert Arenas, en Moto3, se consagraron campeones mundiales de sus respectivas categorías, luego de disputar ayer el Gran Premio de Portugal de MotoGP.

Tanto Bastianini, del Italtrans Racing Team; como Arenas, del Aspar Team Moto3; debieron exigirse al máximo para poder concretar sus títulos. El español terminó duodécimo en la prueba, para sumar 174 puntos que le permitieron superar por cuatro unidades al italiano Tony Arbolino (Rivacold Snipers Team) en la clasificación general y al japonés Ai Ogura (Honda Team Asia), que llegaba a la carrera con la opción de consagrarse si ganaba la prueba y Arenas no pasaba del cuarto puesto. La victoria fue para el español Raúl Fernández (Red Bull KTM Ajo).

"Es increíble. Estoy todavía sin palabras. Sabía que si terminaba delante de mis rivales era campeón, pero no he pensado mucho en el título. Tenía problemas durante la carrera con el neumático trasero y me he intentado centrar en pilotar. Solamente quería conseguir un buen resultado. Hasta que no he visto a mi equipo en la curva, celebrándolo, no he sido del todo consciente de que era Campeón del Mundo", relató un eufórico Arenas.

En tanto, Bastianini sufrió la arremetida de Luca Marini (Sky Racing Team VR46) y Sam Lowes (EG 0,0 Marc VDS). La victoria de Remy Gardner (Onexox TKKR Sag Team) alivió al italiano, quien con su quinto puesto ganó su primer trofeo en Moto3.

"Estoy muy feliz después de una carrera que era imposible de ganar, pues se podría decir que ha sido desastrosa, pero he podido terminar quinto, lo que al final me ha permitido ser campeón", cerró.

Al filo de la derrota, Daniil Medvedev (4º ATP) cambió de golpe la estrategia en el Torneo de Maestros de Londres para conseguir el título más importante de su carrera al vencer ayer a Dominic Thiem por 4/6, 7/6 (2) y 6/4.

Con este triunfo, el ruso se convirtió en el primer tenista que se impone a cada uno de los tres primeros del escalafón ATP en el torneo de fin de temporada y apenas el cuarto que lo consigue en un certamen del circuito en los últimos 30 años.

La remontada ante el vigente campeón del US Open, pupilo de Nicolás Massú, le tomó dos horas y media a Medvedev. El ruso venía de vencer al número uno mundial, Novak Djokovic, en la fase de grupos y al número dos, Rafael Nadal, en las semifinales.

En esta edición, Medvedev cumplió una campaña perfecta en la Arena 02 de Londres, donde ganó sus cinco partidos, muy distinto al 0-3 que registró en la edición del año pasado.

La final entre el ruso y Thiem fue la última que se disputa en la capital británica tras 12 años, ya que se mudará a Turín, Italia, el año próximo.

En tanto, durante la final de dobles, Wesley Koolhof y Nikola Mektic conquistaron su primer título como dupla. Ganaron los últimos cinco puntos del desempate decisivo para vencer a Jurgen Melzer y Edouard Roger-Vasselin por 6/2, 3/6 y 10/5.