El anuncio del comienzo del año escolar 2021 el 1 de marzo ha desatado diversas reacciones, todas explicables debido al temor por la pandemia con una temida segunda ola cuando aún no se logra controlar la primera.

La iniciación de las clases no solo significa la concentración de los estudiantes en patios y salas de clases, sino que también implica el transporte hasta los establecimientos educacionales. Y el transporte público es uno de los lugares más riesgosos que neutralizan cualquier medida posterior de prevención en los colegios.

En la realización de clases presenciales hay riesgo para estudiantes, profesores y personal auxiliar de la educación. Y, más que nada, está el temor de los padres por la salud de sus hijos. Con todo, el paso hay que darlo con los resguardos necesarios y se deben considerar las experiencias actuales. En el caso de la Región de Valparaíso funcionan ya con clases presenciales unos 60 establecimientos, en tanto que esa modalidad, con limitaciones, se aplica en las universidades de Valparaíso y de las Américas.

Sobre el tema Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile, llama a despolitizar la discusión sobre la vuelta a clases presenciales y a quedarse "con los datos concretos del ambiente mundial". Está en lo cierto el rector, pues no se trata de una cuestión en la cual la decisión oficial se pueda mirar desde veredas de uno u otro lado.

En todos los niveles de la educación hay que insistir en el valor de las clases presenciales y en algunas ramas como un factor decisivo, como es el caso de la enseñanza técnico profesional.

Durante el año escolar 2020 se han desarrollado actividades virtuales, on line, pero con limitaciones, especialmente en lo técnico y en particular para sectores alejados o de menores ingresos.

Tomás Recart, director ejecutivo de Enseña Chile, afirma que "la clave está en la gradualidad: volver a la escuela con un fin netamente social, de ver a los amigos y tener actividades lúdicas. Esto puede generar confianza para volver a las tan necesarias clases presenciales".

Insistiendo en la apertura de los colegios Hans Kluge, director para Europa de la Organización Mundial de la Salud, OMS, afirma que "debemos asegurar la enseñanza de nuestros hijos", esto cuando justamente en el viejo continente una segunda ola se hace presente con virulencia.

2021 será en nuestro país un año electoral, hasta con una votación presidencial, lo que exige máximos resguardos sanitarios. Pero tan importante como el año electoral, es el año educacional. Doble desafío. Así, la tarea es garantizar la seguridad sanitaria, con recursos y protocolos, en todos y cada una de los frentes escolares en los que se juega el futuro de generaciones enteras.

El Plan Paso a Paso, Chile se Recupera, impulsado por el Presidente Sebastián Piñera, nos entrega un gran desafío: liderar la creación de nuevos puestos de trabajo y con ello recuperar la economía. El Ministerio de Obras Públicas pretende crear 18 mil nuevos puestos de trabajo -de aquí al año 2022- mediante la publicación, licitación y adjudicación de nuevas obras para la región.

La inversión trae consigo una gran responsabilidad, por cuanto es necesario destinar estos recursos a las necesidades que hemos ido levantando desde el territorio. En un constante despliegue de nuestros funcionarios y funcionarias por la región, hemos podido identificar una batería de proyectos que beneficiarán a la comunidad, pero por sobre todo tienen la virtud de generar empleabilidad.

Sin duda que han sido meses difíciles para nuestra región y, por qué no decirlo, para Chile. La pandemia ha golpeado fuertemente el empleo, pero nuestro Ministerio no se detiene, avanza, y pese a la adversidad lleva adelante la ejecución presupuestaria de 170 mil millones de pesos. Hemos cumplido y lo seguiremos haciendo con el propósito firme de crear empleo a través de las Obras Públicas que necesita nuestra región.

Un pilar fundamental en el proceso de materializar un proyecto que se transforme en obra son nuestros funcionarios y funcionarias, quienes están llamados a contribuir desde sus respectivas áreas con la recuperación y reactivación que Chile necesita.

Como secretario regional ministerial, quiero reconocer la labor de estos hombres y mujeres que están llevando adelante este gran desafío, que no solo requiere de un trabajo constante y mancomunado, sino que, además, un compromiso férreo con las familias que necesitan acceder a puestos de trabajos.

Esta fuerte inversión pública que ejecutaremos necesita de nuestra gente, que ha mantenido su eficiencia y eficacia durante estos meses, ya sea con trabajo en terreno o remoto desde sus hogares o de manera presencial, cumpliendo apasionadamente con su deber y con un gran sentido de responsabilidad, por lo que mediante esta tribuna los reconozco, admiro y felicito.

Por lo anterior, no tengo dudas de que el desafío que nos ha puesto el Plan Paso a Paso, Chile se Recupera requiere de nuestra mejor versión, celeridad, diligencia y amor por Chile, porque esta vez no solo pretendemos satisfacer la necesidades de las comunidades que requieren de las obras, sino que debemos redoblar esfuerzos para que éstas permitan la generación de empleos locales y regionales, provocando una recuperación económica. Ese es nuestro compromiso con el país y con nuestros vecinos y vecinas de la región: crear 18 mil empleos a través de nuevas obras públicas.