Falsa sensación de seguridad sanitaria
No es el minuto de aflojar las medidas y precauciones. Si bien es necesario retomar cierta normalidad económica, el virus sigue ahí. El llamado, entonces, es a insistir en que el coronavirus no se ha ido, la vacuna aún no está disponible y que con toda seguridad habrá un violento rebrote que podría estresar el sistema de salud regional y nacional.
A tres semanas de que Valparaíso y Viña del Mar iniciaran su tránsito en la fase 3, resulta chocantemente preocupante la irresponsabilidad de la población para dejar de lado buena parte de las medidas sanitarias (uso adecuado de mascarilla, distanciamiento social, lavado frecuente de manos, etc.) respecto del mortífero SARS-CoV-2, que en la Región de Valparaíso ya ha contagiado a casi 32 mil personas y cobrado 1.126 vidas, según las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud.
Cierto es que las restricciones cansan y que el miedo no puede ser eterno, pero eso no obsta que se cumplan las más mínimas precauciones en las calles y playas de la zona, como bien pudo verse desde comienzos de noviembre, lo cual, seguramente, se verá intensificado por las cada vez más altas temperaturas y cálidos días como ha ocurrido desde el fin de semana, y la consecuente finalización de la exigencia de permisos interregionales para el tránsito entre comunas en fase 3, 4 y 5, dentro de las cuales están los principales balnearios del litoral.
Pero la alerta no se reduce solo al borde costero. Ya las autoridades levantaron la voz sobre el violento regreso del comercio ambulante -ad portas de los festejos navideños- en la avenida Pedro Montt y las calles Bellavista, Uruguay y Prat, donde las aglomeraciones funcionan a la orden del día.
Dice el seremi de Salud, Francisco Álvarez, que hubo unas 200 mil visitas durante el último wikén, con 185 mil controles y 451 sumarios sanitarios por infracciones tales como el no porte de los permisos correspondientes o el equivocado o nulo uso de la mascarilla.
Junto a él, también levantaron la voz el presidente del Colegio Médico regional, Ignacio de la Torre; el epidemiólogo de la Universidad de Chile, Gabriel Cavada, y el decano de la facultad de Arquitectura y Urbanismo de la PUCV, David Luza, quien hace un interesante diagnóstico sobre la problemática de la sempiterna marginalidad de los cerros porteños y la excesiva concentración de servicios en el plan, lo que multiplica el riesgo de nuevos contagios en fechas de fin de año, generalmente de mayor relajo en la población.
El llamado, entonces, es a insistir en que el coronavirus no se ha ido, la vacuna aún no está disponible y que con toda seguridad (como ya ha sido en el caso europeo) habrá un violento rebrote en marzo o abril, que podría nuevamente estresar el sistema de salud regional y nacional.
La población debe, hoy y siempre, tomar todas las medidas de cuidado posibles, entendiendo la necesidad y urgencia de trabajar y prestar servicios, pero asumiendo que esta Región -a diferencia de otras- contará con un gran caudal de visitantes este verano y, por ende, un mayor riesgo.