Más enredado que cachipún de pulpo
Urenda dice que ahora no iría como gobernador, pero sí como alcalde de Concón. Aunque, en rigor, tampoco lo tiene tan claro. ¿Quién lo entiende? La historia de la comuna de Concón es el relato de un eterno autosabotaje por parte de la centroderecha, que nuevamente comete el error de tropezar con sí misma.
Extrañeza, por decir lo menos, han causado las confusas señales entregadas en los últimos días por el abogado, exconcejal y empresario Ricardo Urenda respecto de su futuro político en la Región, prácticamente descartando su anunciada postulación a la Gobernación Regional para deslizar una posible candidatura a la alcaldía por Concón, cargo al cual aspiró sin éxito en 2012, siendo derrotado en aquella ocasión por Óscar Sumonte.
Presentado por la exgobernadora María de los Ángeles de la Paz al senador Felipe Kast, Urenda asumió en septiembre el compromiso regional bajo la bandera de Evópoli en reemplazo del efímero Shai Agosin, pero pareciera que nunca estuvo tan convencido de ello, o bien se asustó del poderío de su rival en Chile Vamos, el consejero regional ex UDI Manuel Millones. Entonces, sondea la opción de cambiar de carrera.
En el entendido causa-efecto el gran perjudicado es, a todas luces, el director del Fosis, candidato en la última elección municipal de la comuna y también ex UDI Luis Rivera, apoyado por la diputada María José Hoffmann. ¿Se bajará? Sus cercanos aseguran que por ningún motivo. Si la política tuviera algo de decencia y justicia, tampoco debiese hacerlo. Si en 2016 perdió la alcaldía por escasos 694 votos (Sandra Contreras sumó 2.360), en el río revuelto que serán las municipales de abril bien podía dar el batacazo, asumiendo, claro está, que Urenda no cumpla su amenaza y termine siendo una nueva Contreras.
Para enredar aún más el asunto, el denominado sumontismo se jugaría por el director comunal de seguridad, Pablo Rojas, ya levantado como candidato por la concejala María José Aguirre (Ind. pro Evópoli), quien fue una de las primeras y más tajantes detractoras de la unción de Valdovinos como carta municipal de Chile Vamos; y el chahuanismo, que ya instaló al joven Cristián Carvajal en reemplazo del renunciado concejal y hoy candidato a core Rodolfo Moya, asegura oficialmente que respetará el pacto político con Valdovinos y le entregará su apoyo. ¿Será cierto?
Completan el rompecabezas el concejal DC Marcial Ortiz y el secpla de El Tabo, Freddy Ramírez, quien se presenta como independiente en una elección en la cual todos dicen serlo.
Lo que sí es difícil de entender es por qué Concón no resulta una municipalidad atractiva para candidatos de fuste, teniendo absolutamente todas las condiciones ideales para una gestión exitosa y, más encima, coronada por una belleza y tranquilidad idílicas, encumbrada como una de las comunas con mejor calidad de vida del país. Incluso, si se quiere y pensando de forma egoísta, hasta resulta el trampolín ideal para dar el salto a la vecina Viña del Mar.
¿Será que los partidos no ven más allá de sus propias narices? Quién puede saberlo. Al final del día, lo único cierto y claro es que la centroderecha ha tenido todo -ayer y hoy- para ganar la alcaldía y solo sus propias miserias y mezquindades lo han evitado. Otra raya más en el cuerpo del tigre.