Desmarcándose de las tradicionales escuelas de verano, los socios de Precolombinos Outdoor Experiences de Concón crearon para esta temporada estival una interesante alternativa que combina aventuras y educacional ambiental.

Se trata de su Escuela de Verano Outdoor, donde niños de entre 7 y 14 años podrán disfrutar los fines de semana de entretenidas actividades en las que no solo lo pasarán bien, sino que además aprenderán sobre el cuidado de la naturaleza y el entorno.

Entre los deportes que podrán practicar se encuentran escalada, kayak y sandboard, por nombrar algunos. Según comentó Nicolás Azócar, administrador del proyecto, la idea es complementar la salida al aire libre con una clase teórica virtual que se realiza un día antes.

De esta forma, agregó, "si por ejemplo un sábado o domingo hacemos kayak en el humedal de Concón, el viernes nuestra clase por Zoom se basará en la biodiversidad del lugar y las aves que lo habitan, o si hacemos sandboard en las dunas, el taller virtual será de geografía".

Los cupos máximos para cada actividad son de 10 niños, los que se dividirán de 7 a 10 años los sábados, y de 11 a 14 años los domingos.

En cuanto a los implementos que se requieren para cada excursión, estos son entregados por Precolombinos Outdoor Experiences, además de un snack saludable obtenido de un emprendimiento local con el fin de promover la economía circular.

Las clases se iniciarán los primeros días de enero y se extenderán por todo febrero dependiendo de las acciones que se vayan tomando en relación a la pandemia de covid-19.

PRECOLOMBINOS

Precolombinos Outdoor Experiences surgió por iniciativa de Nicolás Azócar y Valentina Muñoz, ambos administradores de Ecoturismo de la Universidad Andrés Bello, quienes decidieron crear este emprendimiento para revalorizar los atractivos naturales de la Región de Valparaíso y, específicamente, de Concón, ciudad en la que viven, de la mano de la educación ambiental.

En esta primera etapa se encuentran trabajando con niños, pero no descartan crear programas especiales para adultos mayores, ya que como explicó Azócar "siempre se le ofrecen a la tercera edad actividades más bien convencionales como paseos a las playas o museos, pero a nosotros nos gustaría llevarlos a caminatas, por ejemplo, a un paso tranquilo o a que hagan avistamiento de aves, donde además les inculcaríamos el cuidado medioambiental". c&m

La historia del Club Deportivo Concón Bajo hace recordar los inicios de la ciudad, cuando había solo grandes fundos con casas patronales e inquilinos que trabajaban el cuidado de las tierras. Uno de estos terrenos era precisamente la hacienda Concón Bajo, ubicada en lo que hoy es Enap. En este lugar los trabajadores de Escipión Borgoño formaron dos equipos de fútbol: San Carlos y Borgoño.

Con el tiempo, según contó el actual presidente de la institución, Williams Marín, estos grupos debieron unirse, ya que por los años 50 se creó la Asociación de Fútbol de Concón, la que formó una liga para jugar. "Entonces los del San Carlos y el Borgoño se percatan que tienen una cancha y los jugadores no les alcanzaban para la competencia, por lo que deciden juntarse y para fortalecerse formaron el Concón Bajo, cuyo primer presidente fue Luis López", recordó.

Desde esa unión ya han pasado 65 años, por lo que los socios celebraron el 1 de diciembre su aniversario en la sede social, ubicada en calle San Agustín 1429, tomándose todas las medidas sanitarias en el contexto de la pandemia de coronavirus.

Marín, quien asumió este año la presidencia del club, explicó que la institución ha pasado por momentos buenos y malos. Los últimos porque el barrio comenzó a quedar sin niños, que son la proyección del Concón Bajo y también porque se volvió a formar el Club Deportivo San Carlos y "se fueron varios jugadores nuestros. Es por esto que hemos tenido que reinventarnos, revitalizarnos y prácticamente renacer".

Por lo anterior, se ha propuesto reencantar a los más pequeños de la casa, y para esto necesitan remozar también su cancha, que se ubica en el sector del Parque Humedal La Isla y en la sede instalar una cancha de futbolito.

"Tenemos varios proyectos. También queremos fortalecer las divisiones y la rama femenina. Calculando, son cerca de 300 deportistas", dice Marín.

DEPORTE PARA TODOS

Otra de las iniciativas que le gustaría materializar al presidente del Concón Bajo es la ejecución de un proyecto que incluya a niños con capacidades diferentes de la comuna, porque la realidad es que actualmente ellos no tienen muchos espacios donde hacer deporte. "Me gustaría hacer una división y hacer partidos amistosos con otros grupos. Nosotros tenemos cancha y la experiencia, así es que sería una iniciativa innovadora en la que queremos trabajar", sostuvo.

Asimismo, está dentro de los planes echar a andar un taller de yoga y, eventualmente, aprovechar el espacio que tienen en el Parque La Isla para armar también una rama de tenis.

Finalmente, el presidente del emblemático club sueña también con iniciar un trabajo social en el sector rural de Concón, donde en los últimos años ha llegado a vivir mucha gente y, por lo tanto, son varios los niños de la zona que podrían participar de la institución. c&m

Lo recuerdan como un joven entusiasta, buen amigo, que destacó siempre por su sencillez y por ser un buen estudiante y, sobre todo, porque era un excelente jugador de tenis de mesa.

La partida de Luis Salinas, en mayo pasado y a los 17 años, de edad, dejó un vacío inmenso entre su familia y compañeros del Colegio Villa Aconcagua y también entre los deportistas de la disciplina tenismesística, en la que destacó y brilló en varias oportunidades.

Jorge Carvajal, quien fue su monitor, cuenta que Luis obtuvo dos vicecampeonatos consecutivos en 2018. El primero fue en la categoría regional, siendo parte del equipo de Concón en la Liga Interior Costa, y en mayo del mismo año en un torneo comunal donde recibió el reconocimiento del entrenador nacional ITTF Rogers Covarrubia.

Luis Salinas, conocido también como "Katoncito", comenzó la práctica del tenis de mesa en su colegio, acompañado por el profesor Andrés Seigen, para luego participar de entrenamientos más competitivos en dependencias del Club Deportivo Caleta Huracán de Concón, donde fue parte activa del grupo cuyos monitores eran Cinibaldo Ojeda, Jorge Carvajal, Héctor Villegas y Maite Pino.

Lamentablemente una enfermedad apagó los sueños del joven. Sin embargo, como dice Carvajal, "en el tenis de mesa siempre se lo recordará por su entusiasmo, su lealtad y el amor que sentía por la disciplina". c&m