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ENTREVISTA. Jorge Martínez, intendente regional, con balance 2020 y proyecciones 2021:

"Nos golpeó mucho partir el año con los efectos del estallido social en la región"

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Pamela Boltei

A un día de que acabe el año, el intendente regional, Jorge Martínez, hace un repaso por este 2020 e incluso un poco antes, desde que ocurrió el estallido social, que acá en la Región de Valparaíso fue el 19 de octubre. Asegura que hay más de un 70% de las metas de gobierno cumplidas para la zona y tiene esperanza en que el próximo año, de no haber una segunda ola que obligue a retomar los confinamientos estrictos, se pueda avanzar en llegar a cerca del 100%.

"El 2020 ha sido un año que no lo vamos a recordar positivamente en la región en muchas décadas, pero no solo este año. No podemos dejar fuera de análisis lo que ocurrió en el estallido social, que hay que incorporarlo por sus efectos en el 2020. Del 7,5% de desempleo que teníamos a septiembre-octubre de 2019, el estallido social nos generó un 3,8% de desempleo y una destrucción de más de 500 locales y saqueos y un deterioro de las relaciones comunitarias, sociales cívicas importante, además de una temporada baja en el turismo, y la temporada alta no fue buena tampoco. Nos golpeó mucho partir el año con los efectos del estallido social; tuvimos que destinar como Gobierno Regional una cantidad importante de recursos para apoyar a las pymes destrozadas y para recuperar el mobiliario urbano, veredas y parques. El año partió muy duro y luego se agravó con el desempleo entre abril y septiembre, que es un 3,7%, y eso genera el 14,4% que afortunadamente ha venido disminuyendo, pero que generó muchas complicaciones. El 2020 fue un año de contención de efectos.

- Y la pandemia también golpeó fuerte.

- Por supuesto. Tuvimos cuatro meses encerrados y eso afecta a la actividad económica, la construcción muchos tipos de empresa y sobre todo afecta a las pyme, pues no tienen espalda para sobrevivir un largo tiempo sin ingresos. Lo que más afecta son las personas que perdieron la vida, eso no tiene precio, lo más grave y la salud y la vida están por sobre cualquier otro bien, por importante que esto sea. Nos debilitó mucho el estallido social, fue el primer golpe, y el golpe que nos deja en la lona un tiempo es sin duda la pandemia.

- ¿Cuál sería su peor jornada? ¿El estallido social de octubre o las cuarentenas?

- Son comparaciones muy distintas. Pero para mí la imagen en la mente creo que lo peor fue el 19 de octubre en la Región de Valparaíso. Desde esta oficina se ve todo Valparaíso, y ver cómo hordas estaban saqueando nuestro comercio, quemando nuestros locales de forma descontrolada fue realmente una imagen neroniana, inolvidable y donde perdemos el sentido. Las demandas sociales y la crítica social, las inequidades las compartimos todos, y probablemente en las soluciones podemos tener diferencias, pero la violencia con que en su mayoría delincuentes, violentistas, destrozan impunemente nuestras ciudades y las fuerzas policiales se ven sobrepasadas, muchos vecinos y locatarios defendiendo sus locales. Eso, como experiencia de vida, es una de las cosas más fuertes que me ha tocado ver. En la pandemia ha sido distinto porque la Región de Valparaíso, con todo lo duro que esto ha sido, nunca ha sido equivalente a lo que pasó en la Región Metropolitana en su minuto más duro, o las regiones del sur de Chile en su minuto más duro. Siempre ha logrado contener de algún modo. En otras regiones no hay camas disponibles, hay que llevar a los enfermos a otras regiones, y afortunadamente no lo vivimos, nosotros vivimos lo más duro de la pandemia por televisión y no directamente en la región. Por eso la imagen más dura que me ha tocado vivir, incluso como ciudadano, lo más duro que me ha tocado vivir en la vida fue el 19 de octubre y los dos o tres días siguientes, que fueron los peores.

- El próximo año hay varias elecciones, y una de ellas será la convención constituyente. ¿Cómo planifican para evitar situaciones similares?

- Creo que es difícil que se vuelva a repetir, no digo nunca, pero en el mediano plazo lo que ocurrió el 18 y 19 de octubre, porque con el paso de los meses la gran mayoría ciudadana, que en algún minuto por rebeldía social, injusticia acumulada e incluso un sector de la ciudadanía justificó la violencia, hoy ha cambiado y la gran mayoría de los ciudadanos valoran tener un metrotrén, parques, recuerdan con dolor la quema del comercio, recuerdan el encierro, el miedo en las calles. Es poco probable que se repita porque no tiene espalda ciudadana y espero que no lo tenga nunca más, al menos no lo visualizo el próximo año por ningún motivo. En un año eleccionario puede ser menos, probablemente, porque todos los partidos, incluso los más radicales, se van a cuidar de incitar a la violencia porque eso claramente, como no hay espalda ciudadana para la violencia, van a cuidarse mucho en llamarla. Pueden haber manifestaciones, pero de grupos radicales duros, de extrema izquierda, grupos anárquicos y vinculados al lumpen y narcotráfico, pero no al nivel de lo que vivimos en el 18 y 19 de octubre. Yo creo que la población va a castigar a quien llame a la violencia.

- A propósito de lo que menciona, el Gobierno presentó un plan para combatir el crimen organizado. ¿Cómo se ha trabajado acá en la zona para identificar y apresar a estos grupos?

- Chile no estaba preparado para el estallido social, así como nadie estaba preparado para las torres gemelas y ocurrió. Hoy el país está más preparado, en la conciencia de que la violencia nos perjudica a todos y sobre todo a los más vulnerables, que son quienes pierden... quienes perdieron el metro en Santiago fueron los pobres, no los ricos, y eso la ciudadanía lo ha ido internalizando. Y creo que las policías están mucho más preparadas, con más protocolos, sobre todo en materia de derechos humanos y también las inteligencias, con un nivel de conocimiento y análisis mucho mayor. ¿Qué tiene que ver esto con el narcotráfico? En el estallido social mucha narcodelincuencia salió a las calles, que estaba oculta, tiene armas, es muy violenta, con soldados adiestrados y por eso aparece el proyecto de ley del Gobierno contra el crimen organizado, porque son verdaderas mafias. Nosotros hemos visto un incremento en los asesinatos en nuestra región y en todo Chile, y en la mayoría de los casos son quitadas de droga, ajuste de cuentas, entre grupos de narcotraficantes. Se matan entre ellos, disparan en nuestras poblaciones. El crimen organizado hoy ya no es el delincuente común, aislado, a la chilena, sino que son bandas que se disputan territorio con organización y matan a otros, y requieren de una legislación especial para ayudar en la labor investigativa y recolección de medios de prueba... ¿por qué si la PDI y Carabineros tienen más o menos localizados los lugares e incluso probables grupos en los territorios, no actúan? Pues bien, porque requieren una orden judicial con medios probatorios y estos están restringidos, y muchas veces se detiene gente y por no tener todo se les deja libres.

- ¿Hay algún plan regional en torno a este punto para el próximo año?

- Sí, en la región ambas policías están trabajando con el MT0 para llegar a las bandas organizadas, pero entendiendo que el microtraficante es el último eslabón en una cadena grande. Es similar al vendedor ambulante, que tiene a alguien detrás que tiene un negocio tremendo con mercadería robada o internada ilegalmente, que es quien está haciendo el negocio de verdad. En la región, las policías están desbaratando en promedio 1 a 2 bandas a la semana.

-¿Considera que las policías están más preparadas para asegurar el orden público sin vulnerar derechos humanos? ¿Cómo evitar que en este 2021 no vuelvan a ocurrir hechos de este tipo?

- A través de la formación. Carabineros tiene cursos de derechos humanos, que se han incrementado por todo esto y hay protocolos que cumplir que se han ido mejorando también, porque la situación que ocurrió superó los protocolos existentes. Se ha criticado mucho a Carabineros, y yo dudo puede haberlo, en todos los lugares puede haber, casos especiales- pero dudo que un carabinero se levante en la mañana, se despida de su familia, vaya al trabajo y diga 'hoy quiero matar a alguien o quiero lesionar o herir a alguien'. Lo dudo. En el estallido social la mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas, salvo el 18 y 19, que fueron días muy violentos, pero el resto eran dos: una, la pacífica, se juntaban en Sotomayor, Aníbal Pinto, Plaza Victoria, Pedro Montt con Uruguay y se acababa la marcha. Y ¿quiénes se quedaban ahí? La primera línea, y comenzaban los desórdenes, los saqueos, y ahí comenzaba a actuar Carabineros. Las manifestaciones pacíficas no se reprimían. Hay un evento que es un tanto nebuloso, que fue la manifestación de las 40 mil personas en Avenida España con Avenida Argentina. Venía una marcha enorme y un grupo adelantado comenzó a saquear y lanzar elementos al Congreso, y Carabineros lanza lacrimógenas con gente marchando.

"En la pandemia ha sido distinto porque la Región de Valparaíso, con todo lo duro que esto ha sido, nunca ha sido equivalente a lo que pasó en la Región Metropolitana en su minuto más duro, o las regiones del sur".

"Ese es el episodio más complejo, porque quienes venían marchando con sus familias vieron lacrimógenas y decían 'yo no he hecho nada', porque no veían lo que ocurría más adelante".

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