Un predictor de conductas bancarias

Con pasión por el data science y mucha constancia, Alfonso Tobar, viñamarino de 34 años, creó un innovador modelo para predecir comportamientos de compra en instituciones financieras. Con su propuesta, se llevó el primer puesto de un concurso organizado por Banco Itaú y la Insspiral en Latinoamérica.

La competencia enfrentó a especialistas en datos que debían aspirar a generar una salida a problemáticas reales y de interés para los negocios bancarios. Según contó Alfonso Tobar a SoyValparaíso.cl, la gracia era poder entregar una solución integral que fuese más allá de lo técnico.

En este marco, el viñamarino creó la idea ganadora. Se trata de "Gradient Boosting", un algoritmo que ensambla múltiples árboles de decisión para identificar las tendencias de los clientes de los bancos a comprar un cierto producto. "Este modelo es básicamente un "Adivina quién", que va haciendo preguntas a los datos y dependiendo de sus respuestas recomienda cuál es el producto más adecuado de acuerdo a las características del cliente", explicó Tobar.

El resultado final requirió de bastante tiempo y esfuerzo por parte de Alfonso. Primero, tuvo que analizar la información entregada por el banco que consistía en más de 30 millones de datos de transacciones.

"Una vez que uno entiende los datos, se comienza un proceso de experimentación bien iterativo, donde se van probando distintos algoritmos, en lo que se llama entrenamiento. Uno entrega los datos al algoritmo para que este aprenda probando variables que ayuden al modelo entender el fenómeno lo mejor posible", detalló el ganador.

Así, durante un mes, el experto en programación trabajó en la competencia en la que se enfrentó a los más de 700 inscritos a nivel de Latinoamérica, llevándose finalmente el premio de US$ 20.000 y la oportunidad de poder seguir trabajando en el algoritmo en conjunto con el banco organizador.

El modelo generado por Alfonso Tobar es un verdadero aporte para las instituciones financieras, permitiendo que estas puedan entregar un servicio cada vez más personalizado.

Según indicó el viñamarino, con esta propuesta se podrían optimizar los negocios.

"Muchas veces pasa de que a uno lo llaman para ofrecerle productos que no necesita. La idea de estos modelos es que el banco pueda ofrecer sus productos a los clientes que sí los necesitan, evitando campañas larguísimas que no dan resultados, pero también siendo más conscientes con los clientes en el sentido de no generar molestias cuando ellos no lo quieren", planteó.

"La idea de estos modelos es que el banco pueda ofrecer sus productos, evitar campañas y no molestar a los clientes".

Y yo que pensaba que no había nada más intrascendente en la vida que ser miembro del Concejo Municipal de una comuna, ahora me entero (en rigor, anteayer en este mismo Diario, por una crónica de mi amiga Kathy Escalona) que todos los partidos se están sacando los ojos por instalarse en el de Valparaíso, donde deben renovarse los diez asientos, con solo cuatro ediles que van por la reelección. De hecho, solo apuestan por otro período la Ruth, la Zuli, el compañero Yuri y Danny Star. Heavy lo encuentro. Más aún si lo único que hacen en ese Concejo es pelear, tirarle y recibir pesadeces del alcalde Sharp.

Ahora dicen que se va el excomunista Vuskovic (que ya encontró pega en la Asociación de Municipalidades de Ciudades Puerto), obviamente Bannen y Barraza, candidatos a la alcaldía y ya renunciados, Claudio Reyes, también candidato, y Soto (creo que va de core) y Trincado. O sea, seis sillitas desprotegidas que los partidos y los independientes se están peleando (me contaron que hasta Boris Kúleba quiere entrar: no sería malo, si igual lleva años haciendo la pega mejor que los propios ediles). El Frente Amplio quiere blindar a Sharp; Chile Vamos, instalarse para hacerle la guerra antes de que marque más en las presidenciales; y la Unidad Constituyente... esos no entiendo mucho qué quieren, pero algo harán.

A veces creo que no debiésemos dejarle todas las decisiones y cupos a los partidos. Bien difícil debe ser ingresar al Concejo como independiente, pero quizás no sería tan mala idea copiar eso que hacía la Tía Coty en Viña con "el jurado del pueblo" y, derechamente, sortear uno o dos cupos en el Concejo entre los vecinos más capaces (que los hay) de los cerros de Valparaíso. Pero me refiero a sortear en serio, con notario y todo. No como la torta que rifaron la otra vez en la Muni y que se la terminó ganando la Kelly.

Por último, sugiero también aprovechar la nueva administración para cambiar las cortinas del municipio que, según el alcalde Sharp, datan de los días del extinto alcalde Pinto. Y no me digan que no hay presupuesto, si con una alita del Pladeco la hacemos.

¿No les digo yo que sería una estupenda concejala?