Claudia Orrego lleva cinco años con su proyecto "Hatha Yoga Curauma", que tuvo que adecuarse a la contingencia sanitaria detonada por el covid-19 con clases online.

Esta porteña llegó a vivir hace siete años a Curauma. La idea de su negocio surgió con la necesidad de disfrutar la maternidad y estar presente día a día con su hijo. Así comenzó a buscar instructorados de yoga, y en esa búsqueda conoció a Emelina Figueroa, quien vivió en India siete años y hasta el día de hoy enseña la disciplina en Valparaíso.

La emprendedora indica que el Hatha Yoga es el más común de todos los tipos de yoga que existen y se centra en las "asanas" (posturas) y respiración (pranayama). Agrega que puede ser practicado por cualquier persona, independientemente de su edad, religión, sexo o condición física.

-¿Cuáles son los beneficios de practicar esta técnica? -Para mí el beneficio más importante del yoga es que es la mejor herramienta para aprender a respirar. Cuando aprendemos a hacerlo en conciencia y a usar toda nuestra capacidad pulmonar entonces comenzamos el camino del yoga.

Claudia también trabaja con el cuenco tibetano y su masaje sonovibracional, conn la propagación continua y focalizada de las ondas vibratorias de estos elementos posados directamente sobre el cuerpo, afectando positivamente órganos y líquidos internos, además de generar una relajación profunda. c&p

Bajo el nombre de "El Secreto de la Nonna" se encuentra un emprendimiento familiar que vende colemono durante todo el año y además productos derivados del mismo como helados y bombones con o sin alcohol. A esto se suma, a pedido de los clientes, el tradicional pan de pascua.

Este negocio nació en Curauma-Placilla pero con el tiempo ha aumentado sus clientes y ya llega a Valparaíso, Viña del Mar, Reñaca, Concón, Quilpué y Villa Alemana. Hace seis años la periodista Paola Astudillo llegó a vivir a Curauma, pero fue en 2019 cuando partió con este proyecto. "Ese año logré que mi suegra me revelara la receta de su colemono. Siempre guardaba silencio al respecto porque su abuela se la había enseñado. Pasaron más de 15 años y ella me dio finalmente la fórmula exacta para crear un colemono único, sabroso y dulce que todos amábamos en la familia y cada Navidad era una obligación tenerlo en la mesa", cuenta. "Le pregunté si podía usar la receta para emprender y ella me dijo que sí, así que junto a mi mamá nos pusimos las tres el delantal y comenzamos a cocinar litros y litros para esas Fiestas Patrias. Lamentablemente justo en septiembre me diagnosticaron cáncer de mama, tuve que someterme a cirugías, asistir a radioterapia y posteriormente a sesiones de quimioterapia. Claramente el emprendimiento quedó truncado", agrega.

Una vez terminado su tratamiento, el desafío fue terminar lo que habían empezado el año anterior: "De pronto nos vimos cocinando más de 300 litros para esas Fiestas Patrias y luego decidimos continuar todo el año, en la época navideña, triplicamos la producción y comenzamos a crear productos derivados", cuenta la periodista.

Producción anual

La emprendedora sostiene que, "decidimos continuar vendiendo todo el año por petición de los clientes. Muchos de ellos nos decían que tenían que esperar mucho tiempo para volver a disfrutar sus sabores preferidos de Navidad, así que asumimos la demanda con mucho entusiasmo y comenzamos a trabajar en una programación anual que incluye lanzamientos de distintos productos derivados del colemono según la época del año".

-¿Cómo fue el comienzo? -Partimos en plena pandemia. Todo era difícil: conseguir materiales, la logística, las entregas, hasta que finalmente logramos un sistema de producción, venta y reparto que funcionan en sintonía. Partimos con el colemono tradicional, luego sacamos la versión premium, al tiempo que llegaron los helados y hace poco lanzamos los bombones de colemono con y sin alcohol.

-¿Qué los diferencia de otros emprendimientos similares? -Varios aspectos. Primero, la fórmula única que tenemos, que hace que todos nuestros colemono tengan siempre el mismo sabor. Segundo, usamos materiales de la mejor calidad incluida la leche condensada, que viene del extranjero para lograr un toque especial y característico. Tercero, hemos podido capitalizar el gusto de la gente por el colemono a través de distintos alimentos; este año tendremos a lo menos cuatro lanzamiento de nuevos productos. Cuarto, rompemos con la regla que el colemono es solo para Navidad o Fiestas Patrias. Quinto, nuestros productos son absolutamente naturales, sin persevantes ni aditivos. Y sexto, tenemos un buena conexión entre la producción, las ventas y el reparto. c&p