Rehabilitación en la lucha contra la droga
Una reciente diligencia policial demuestra la organización y recursos que hay tras la producción y tráfico de estupefacientes. El mensaje ante el consumo y sus peligros debe ser un contenido transversal en el proceso formativo, en todos los niveles, con capacitación y participación de docentes y padres.
Tras una diligencia policial que se inició en el Norte Chico, continuó en la comuna de La Cruz y culminó en la localidad precordillerana de Infiernillo, la Policía incautó un cargamento de drogas avaluado en 3.600 millones de pesos.
La acción policial en que participó Investigaciones y Carabineros tuvo como resultado la incautación de 80 kilos de cannabis sativa, 1.209 plantas de marihuana y otras 600 en proceso de crecimiento. Además se incautaron una camioneta, un automóvil y armas diversas.
Todos estos elementos de movilización y protección significan una importante inversión, pero si se compara con la rentabilidad que significa la venta de la droga, el monto es menor.
Esta exitosa diligencia policial iniciada por la Brigada Antinarcóticos y contra el Crimen Organizado de Los Andes significa un golpe importante para al tráfico de drogas focalizado en puntos de la zona central y, especialmente, de la Región Metropolitana, que es un gran mercado, con una alta concentración de consumidores.
Lamentablemente, tras cada golpe aparece otra organización y, lo que es peor, los grupos detectados no logran ser abatidos pues tienen ramificaciones y recursos para mantenerse vigentes y, además, cuentan con defensa judicial. Sabido es, también, que muchas organizaciones delictuales siguen operando desde las cárceles.
Pero todo lo anterior, incluyendo tropiezos en tribunales donde muchas acusaciones del Ministerio Público no son acogidas, no puede ser motivo de desaliento para las policías, pues la presencia de la droga y sus efectos son una realidad que exige una lucha en varios frentes.
Uno de estos frentes es la seguridad pública general en las ciudades y barrios, donde personas que no tienen relación con la droga o el tráfico, son víctimas del enfrentamiento entre grupos rivales que utilizan armas como advertencia y expresión de poder. Está ahí, entonces, el tema de las armas, de su venta y fabricación artesanal. La legislación al respecto, como en muchos casos, está rezagada frente a la realidad.
Hay otros aspectos básicos en el combate a la droga que salen de la esfera policial y judicial. Está, por ejemplo, la educación, donde el mensaje contra el consumo y sus peligros debe ser un contenido transversal en todo el proceso formativo, en todos los niveles, lo que significa capacitación y participación de los docentes y principalmente de las organizaciones de padres y apoderados.
Finalmente, como tarea sistemática, dentro de los planes sociales generales del país, es fundamental ocuparse de la rehabilitación de quienes han sido capturados por el consumo. Esta tarea supone personal, inversión y recursos; pero la rehabilitación significa verdadera rentabilidad, en contraste con el lucro resultado del destructor tráfico y consumo de droga.