Constanza Peña Moya

Un panorama relativamente positivo -aunque incierto a largo plazo- reflejan las cifras entregadas por el último boletín laboral elaborado por el Centro de Economía y Política Regional (CEPR) de la Universidad Adolfo Ibáñez, en conjunto con el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES). La publicación sitúa a Valparaíso como la sexta región que mejor se ha recuperado en cuanto a ocupación, pero repara en que un retroceso sanitario podría tener efectos más graves de los esperados.

"Somos una de las regiones que peor se sitúa en términos de que la recuperación ha sido mayoritariamente de carácter informal. Esto tiene que ver con que nuestro principal sector económico es el comercio, así como los servicios de alojamiento y comida, los cuales representan un área bastante volátil y, por lo tanto, mucho menos estable", explica Esteban López, director ejecutivo del CEPR de la Escuela de Negocios UAI.

Aunque las ocupaciones informales han liderado la recuperación de empleos en la mayor parte de Chile, la Región de Valparaíso sobresale en este aspecto, con un preocupante 71% de puestos recuperados que califican como informales. Esto indica, según asegura el informe, que tanto las empresas como los trabajadores tienden a ver estas relaciones laborales como algo temporal.

"Cuando venga la segunda ola de contagios -que claramente va a llegar, y algunos incluso consideran que ya empezó- parte de ese 71% que se ha recuperado va a desaparecer", advierte López. Según proyecta el académico a cargo del boletín, un retroceso a cuarentena en el Gran Valparaíso significaría que "volveríamos a caer a los niveles de ocupación que tuvimos en el trimestre de abril-mayo-junio del año 2020".

"No llegaríamos a los niveles más bajos que alcanzamos, pero sí quizás bajo la barrera de los 700 mil ocupados. Para hacerse una idea, en los años pasados, uno estaba siempre sobre los 850 mil. En un buen semestre, incluso podíamos superar los 900 mil ocupados. Ahora, recuperándonos, ni siquiera hemos alcanzado los 800 mil en la región", manifiesta el director, enfatizando en que algunos empleos ya se perdieron definitivamente.

Evolución regional

Durante los últimos tres meses del año pasado, 22 mil personas volvieron a conseguir empleo en la Región de Valparaíso. Pero pese a que la cifra puede parecer alentadora, demuestra una tendencia preocupante en cuanto a la velocidad de la recuperación laboral. Mientras que 32 mil trabajos se habían recobrado entre septiembre-octubre-noviembre, 45 mil lo habían hecho en el período de agosto-septiembre-octubre.

De esta forma, se ha repuesto poco más de la mitad del 24% de contracción en ocupación que sufrió la región durante los peores meses de 2020. Esto significa, lamentablemente, que aún estamos lejos de regresar a los niveles prepandemia. En total, la Región de Valparaíso perdió más de un 24% de su ocupación durante la crisis sanitaria, y permanece un 11% bajo los niveles de 2019.

"Nos hemos recuperado alrededor de un 14% en lo que va desde que comenzó el proceso de recuperación en agosto, pero todavía estamos bastante detrás de regiones como Tarapacá y Antofagasta, que se recuperaron mucho más", sostiene López.

Debido a las características propias de la economía de cada zona, la situación ha sido muy heterogénea a lo largo del país. Mientras Tarapacá perdió un 30% de su ocupación y ahora está a un 3% de recuperar sus niveles de 2019, otras regiones, como La Araucanía y Los Lagos, muestran altas caídas y una recuperación casi inexistente.

"La Región de Valparaíso está muy cerca de la Metropolitana, y gracias a eso hemos recibido todo el empuje del comercio y el turismo que trae la conmutación desde allí. El problema es que, como sabemos, eso en cualquier momento podría cambiar", asevera el experto. "Creo que vamos a estar así durante mucho tiempo, o bien bajando, o bien recuperándonos, pero de una forma muy lenta", concluye.

Tras el impacto de la crisis en la economía y empleabilidad regional, diversos negocios han apostado por reinventarse ante las nuevas circunstancias. De esta forma, rubros incipientes han optado por expandirse a la zona.

A inicios de esta semana, la empresa de movilidad terrestre Transvip -que ofrece un sistema similar a otras aplicaciones de transporte, pero regularizado ante la ley- inició sus operaciones en Viña del Mar y la Ciudad Puerto. Su apuesta es ofrecer un servicio particular y corporativo que garantice que se evite al máximo toda fuente de contagio.

"A finales del año pasado las empresas comenzaron a retomar su actividad y necesitaban servicios de movilidad que den confianza y seguridad", sostiene su gerente general, Santiago Caicedo. Parte del sello de Transvip es la promesa de que sus vehículos serán desinfectados con un sofisticado proceso de ionización con ozono, así como que los trabajadores serán sometidos "a los más altos estándares de higiene".

"Queremos ser una buena fuente laboral para las ciudades donde llegamos, ya que estamos reclutando a conductores de la región que están sin trabajo tras la quiebra de varias empresas del rubro", dice Caicedo. La empresa planea contar con un centenar de choferes para marzo, por lo que ya comenzó su proceso de selección.

Muchas de las aplicaciones de transporte tradicionales también pusieron en marcha nuevos servicios durante la pandemia, tales como el envío de productos y las alianzas con taxistas. De la misma manera, los servicios de entrega a domicilio se han visto potenciados a raíz de las restricciones.

"A pesar de que muchos restaurantes no pudieron atender público durante la pandemia, el delivery les permitió seguir teniendo actividad", señala Fernando Müller, gerente de Edenred. "Ticket Restaurant permitió que pequeños comercios pudieran contar con un método de pago simple y seguro a través de una aplicación", asegura, enfatizando en que más de 250 restaurantes en Chile comenzaron a realizar despachos mediante esta plataforma en plena pandemia.

En su propósito de aportar a la seguridad de las familias y generar acciones que impulsen el cuidado del medio ambiente a través de su Plan Verano, McDonald's se adaptó a las nuevas necesidades generadas por la contingencia sanitaria, con nuevas iniciativas en Viña del Mar.

Para fomentar un verano responsable para todos los vecinos y veraneantes de la Ciudad Jardín y prevenir los contagios por covid-19 en el período estival, la Municipalidad de Viña del Mar activó su plan "Prevención Verano Seguro", al cual McDonald's se sumó con la entrega de más de 5 mil mascarillas reutilizables. "Hemos adaptado nuestro programa a la realidad nacional y buscamos disfrutar en conjunto un verano responsable. Por esto que hemos sumado las mascarillas a nuestro Plan Verano 2021, esperando reforzar e incentivar el uso de esta medida sanitaria", señaló Lorena Talma, gerente de Comunicaciones Corporativas de McDonald's.